gabriel_ciminaghi Gabriel Ciminaghi

Los sueños no paran. Se transforman a cada minuto mientras duermes. Y es una ruleta en la cual no sabes la letalidad de cada uno. La cualidad de estos es la duración, ya que puedes vivir toda una eternidad en solo segundos o minutos, pero nunca dejes de controlarlos, porque pueden ser tu perdición o tu salvación.


Suspenso/Misterio No para niños menores de 13.

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Capítulo 1: El infierno ha llegado.

El atardecer dio paso a una gran noche, la cual abraza a todos los que pueda tocar. La vida de Alice comienza aquí; una joven de 21 años, cabello castaño hasta los hombros, ojos color marrón y 1,63 de altura. Ella caminaba rumbo a casa, tarareando una música que acababa de escuchar en su salón de clases de la universidad, estaba completamente perdida en la canción que sonaba una y otra vez en su mente, que no se percató de que estaba cerca del cruce para la otra calle. el semáforo seguía en verde, lo cual dejaba libre paso a los autos.


Un sonido bastante fuerte la hizo regresar a la realidad, el rechinar de los neumáticos de un auto que se había detenido de golpe para no atropellarla. Alice cayó al suelo en su trasero, estaba tan asustada que el señor se bajó de auto para ver si no había sido herida en algún lugar —¿Te encuentras bien?, levántate por favor— dijo el hombre, con un gesto de preocupación.


Alice solo asintió y se puso de pie lentamente, se sentía rara, pero estaba lo suficientemente bien para caminar como si nada y regresar a casa. Después de que el señor le ayudara a levantarse, ella le dio las gracias y siguió caminando, pero esta vez sin apartar la mirada de su camino. Caminó por al menos 30 minutos, hasta que llegó al frente de su casa. Ella se detuvo antes de seguir debido a que las luces de esta estaban apagadas, su casa estaba totalmente a oscuras. Así que solo suspiró y caminó hacia la puerta, para después sacar su celular y alumbrar hacia su mochila en busca de sus llaves.


Estuvo buscando por un par de minutos, hasta que la encontró. Cerró su mochila y levantó la vista junto con la luz del celular, y en la puerta había una nota —Cariño, no vamos a estar en casa esta noche. Tenemos una junta de trabajo y va a tardar mucho, puede que regresemos de madrugada— decía la nota. Alice solo arrancó la nota de la puerta y entró a la casa, estaba bastante cansada. Subió a su habitación y se dio una ducha, para después ponerse ropa cómoda y recostarse en su cama, y como toda joven normal, se recostó de lado y estiró su brazo hasta la pequeña mesa que estaba a un costado de su cama para poder tomar el celular y ver sus redes sociales. Estuvo viendo las fotos de sus amigos por un montón de tiempo, incluso comenzó a hacer comentarios mentales sobre las mismas —¡JA!, todos sabemos que te tiras al profesor de historia. Y ahora pretendes ser inocente— dijo para si misma.


Siguió revisando las publicaciones de su red social por varios minutos, hasta que se aburrió y dejó caer el celular a su lado. Después de regresar a la realidad, volteó a ver hacia la ventana —¡Joder, ya es de noche!— gritó en su cuarto. Bajó las escaleras y se fue a preparar algo de café para después caminar a la sala y prender la TV.


Cuando estaba a medio programa de su serie favorita, unos fuertes dolores de cabeza comenzaron. Así que puso pausa a la serie y fue al cuarto de su madre por unos medicamentos para el dolo de cabeza; agarró el frasco y sacó ya tableta, para después tapar el mismo y bajar a la cocina para tomar un vaso de agua y beberla junto con la tableta. Después de beberla se sentó en una de las sillas de la mesa y esperó a que hiciera efecto, pero la tableta era demasiado fuerte y le provocó mucho sueño, así que terminó de beber el agua y subió directo a su habitación para después dejarse caer en la cama: si alguien estuviese allí con ella, se habría asustado del fuerte golpe que sonó desde su habitación.


Sin esfuerzo consiguió quedar dormida al instante. Luego de unas horas se despertó, pero lo extraño era que aún eran las 11:30 de la noche, el reloj no había avanzado ni un minuto. Así que la chica fue en busca de unas baterías nuevas para intercambiarlas, después de hacerlo el reloj siguió sin moverse, así que simplemente lo dejó y siguió su curso hacia la sala para ver si sus padres estaban de vuelta.


Cuando llegó, no había nadie, así que se dio la vuelta y caminó por toda la casa para ver si estaban en algún lado, pero no tuvo éxito. Así que regresó a la sala y se sentó en el sofá, para esperar a que sus padres regresaran. Estuvo sentada un par de minutos, hasta que de la nada la puerta comenzó a sonar, un golpe tras otro sin parar, estuvieron sonando un par de minutos, hasta que de la nada un silenció total se encerró en la casa. Segundos después de ese silencio, se escuchó como alguien tiró la puerta del patio trasero con un fuerte golpe.


El instinto de supervivencia de Alice se activó y se quitó los zapatos, para después correr hacia la parte superior de la casa, haciendo muy poco ruido.

13 de Noviembre de 2021 a las 02:15 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Gabriel Ciminaghi Hola, buen día a todos. Espero tengan una buena experiencia y sabor de boca después de ver mi trabajo, gracias por su apoyo. ♥️ FB: Gabriel Ciminaghi, IG: gabriel_ciminaghi

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