Cuento corto
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Mi Primer Beso

||contiene historias de terror, si eres sensible o te asustas muy rápido recomiendo no leer, donde sus personajes son aterrorizados y maltratados por espíritus, fantasmas y cosas paranormales…||

||La Historia No Es Mia||

||Sin Mas Que Decir Empezemos||

Soy una chica tranquila, siempre lo he sido, nunca he tenido problemas con nadie que yo recuerde- tengo algunas amigas, no me junto mucho con los hombres, tal vez esa es una de las causas por la cual nunca he tenido novio… ni tampoco he dado un beso. En mis 15 años de vida no he salido a muchas fiestas… se puede decir que nunca he hecho alguna locura, siempre que sentía ésa especie de impulso para hacer alguna maldad, por muy pequeña que fuera me la reprimía “no, está mal, no debo hacerlo” me decía a mí misma, así calmaba mi adrenalina la que sentía que poco a poco se acumulaba en mi interior, sabiendo que algún día explotaría. Siempre a principio de año me empezaba a gustar un niño, lo miraba de lejos pero él nunca se fijaba en mí, así pasaba todos los años y en todos me gustaba alguien diferente esperando a que este sí se fijara en mí. Cierto año comencé a fijarme en un chico, lo conocí a principio de año, era el amigo de una amiga de otro curso, con el tiempo comenzamos a hablar nos volvimos amigos-mi primer amigo hombre cercano- lo empecé a conocer mejor y me comenzó a gustar. Me tenía confianza, era muy simpático y muy tierno conmigo, incluso prefería pasar recreos conmigo que con sus amigos, lo que me hizo pensar que yo también le podía gustar-¡Por fin! ¡Por fin alguien que me gustaba se fijaba en mí!- pero no había nada confirmado. Una vez me confesó que nunca había tenido novia y que tampoco había dado un beso, me conmovió porque sentía lo mismo que yo. A final de año pasábamos mucho tiempo juntos, me gustaba mucho pero aun no me atrevía a decírselo, aunque la mayoría ya se había dado cuenta… menos él. Una vez estábamos conversando por Facebook –era la última semana de colegio y yo estaba desesperada pensando cómo decírselo- y de la nada me escribió “eres linda”, entonces le escribí de vuelta “gracias, tú también” y él me respondió “en serio? XD” y entonces le conteste “sí, me gustas” era la única forma de declararme, en persona no me hubiera atrevido, “tú también me gustas” me contesto, mi corazón comenzó a latir muy fuerte y sentí que una alegría desbordante se apoderaba de mí, quería saltar de alegría… pero no… me calme me controle y solo me digne a sonreír-aun estando sola en mi habitación- no imaginaba como lo haría mañana, como podría verlo a la cara, como controlaría mi impulso por correr abrazarlo y besarlo, sabía que si lo hacía me verían raro, pero si no ¿Qué creería él?. Al día siguiente lo mire de lejos y él se acercó a mi sonriendo-yo tampoco pude evitar hacerlo- me llevo a un rincón algo más privado

y dijo que le confirmara en persona lo que el día anterior le había confesado por Internet, lo hice y él también lo confirmo, lo mire, quería besarlo pero me daba miedo, no sé por qué, no por mi sino por él, era una sensación extraña y no muy agradable pero la ignore. Durante los últimos días de clases pasábamos de la mano, aun no nos besábamos, decidimos juntarnos un día cuando saliéramos por fin de clases. Ese día llegue, nos encontramos, caminamos un rato de la mano hasta llegar a una plaza alejada donde casi no circulaba gente, nos sentamos en el pasto, nos abrazamos y conversamos un rato. Hasta que en un momento ambos quedamos en silencio y nos miramos ¡Me robo un beso! Un corto beso que me llevo a robarle yo uno, y otro, y otro, y otro más, era la sensación más Increible que había sentido en toda mi vida, no quería parar de besarle, de apretar sus labios con mi boca, sus jugosos y carnosos labios. Sentí esa adrenalina, la que siempre había sentido, que aparecía cada vez que quería hacer algo malo, pero esta vez no pude reprimirla y se apodero de mí, todos estos años guardándola en mi interior provocaron que explotara en algo mortal. No pude detenerme, él trato de alejarme, lo estaba dejando sin aire, sin poder respirar, cada vez apretaba más sus labios, los mordía fuerte, eran tan deliciosos, sentía que quería comerme su boca, mordí tan fuerte sus labios que llegaron a sangrar y él trato de gritar y de empujarme pero no pudo, mi adrenalina era tal que lo tenía atrapado entre mis brazos, abrazado entre mis garras, esa sangre de sus labios me Encantaba más y más, lo mordí más fuerte, desgarre la carne de sus labios , esos exquisitos labios, los mastique sabrosamente mientras él gemía terriblemente de dolor, moviendo su lengua desesperada mente tratando de lograr concebir un palabra ”¡Suéltame!”, la mordí fuertemente y se la estirpe de su boca, chorreaba la sangre de su garganta a la vez que un último grito desgarrador salía de ella, era tan deliciosa, húmeda y carnosa, su sangre brotando de la carne colgante de su boca muerta, estaba tibia aun, la bebí, la mordí para beber más de la sangre de quien por fin se había fijado en mí, era tan delicioso sentir su sangre desbordante en mi boca, boca chorreada de la sangre de quien tanto me había gustado… ¡Por fin! ¡Por fin había dado mi primer beso!

La Casa Sin Fin

Permítanme comenzar diciendo que Peter Terry era adicto a la heroína. …….Fuimos amigos en la universidad y lo seguimos siendo después de graduarme. Nótese que dije «graduarme». Él se retiró luego de dos años de esfuerzo mínimo. Tras pasar de los dormitorios en la universidad a un pequeño apartamento, no frecuentamos tanto. Hablábamos en línea de vez en cuando (AIM era líder en los años previos a Facebook). Hubo un periodo que no estuvo en línea por cerca de cinco semanas consecutivas. No me preocupó. Era un completo vago y adicto a las drogas, por lo que asumí que sencillamente le dejó de interesar. Pero una noche le vi entrar de la nada. Antes de poder iniciar una conversación, me envió un mensaje: ……. «David, hombre, tenemos que hablar». …….Entonces me contó de La Casa Sin Fin. Obtuvo ese nombre porque nadie había nunca llegado a la salida. Las reglas eran simples y cliché: alcanza el último cuarto del edificio y gana quinientos dólares, nueve cuartos en total. Estaba ubicada fuera de la ciudad, a unos seis kilómetros y medio de mi casa. Al parecer, él lo había intentado y fracasado. Supuse que su intoxicada mente exageró la situación y salió huyendo por algún fantasma de papel o semejante. Me dijo que sería demasiado para cualquiera, era antinatural. Yo no le creí; ¿por qué lo haría? Le dije que echaría un vistazo la noche siguiente, y no importaba lo mucho que tratara de convencerme de lo contrario, quinientos dólares sonaba muy bueno como para ser cierto. Partí el día siguiente. Esto es lo que pasó. . …….Al llegar y asimilar mi primera impresión del local… ¿alguna vez han visto o leído algo que no debería causar pavor, pero que por alguna razón un escalofrío se arrastra por tu cuerpo? Caminaba hacia el edificio, y la sensación de malestar se intensificó conforme abría la puerta principal. …….Mi corazón se desaceleró y solté un suspiro de alivio cuando entré. El lugar se veía como el vestíbulo de un hotel cualquiera decorado para Halloween. Un letrero remplazaba al recepcionista, decía: «Habitación 1 por aquí. 8 más le siguen. ¡Llega hasta el final y ganas!». Me reí e hice mi camino a la primera puerta. …….El área era una burla. La decoración te recordaba la sección de Halloween de un mini-súper, con fantasmas de tela y zombis animados que te gruñían al caminar a su lado. En el otro extremo estaba la salida, la única puerta además de la que usé para entrar. Caminé a través de las telarañas de juguete hacia la segunda habitación.

…….Fui recibido por niebla cuando abrí la puerta; sin duda hubo un avance en términos de tecnología. No sólo había una máquina de humo, sino también un murciélago colgado del techo y volando en círculos. Parecían tener una banda sonora de terror barata reproduciendo desde algún punto de la habitación. No vi un equipo de música, pero supuse que debían haber utilizado un sistema de megafonía. Pasé por encima de unas cuantas ratas a cuerda y me fui con el pecho en alto a la siguiente zona. …….En la tercera habitación es cuando las cosas empezaron a cambiar. …….Superficialmente, no podías ver nada fuera de lo ordinario. Había una silla en el medio del piso tapizado con fina madera, una sola lámpara en la esquina hacía un pobre trabajo iluminando el lugar, y proyectaba algunas sombras en el piso y paredes. Ése era el problema. Sombras. Dejando fuera la de silla, había otras. Fue al momento que supe que algo no estaba bien. Ni siquiera pensé mientras automáticamente intentaba abrir la puerta por la que vine… Estaba asegurada desde el otro lado. …….Aquello me desconcertó, ¿alguien las aseguraba a medida que progresaba? No, no había manera. Le habría escuchado. ¿Un seguro mecánico? Quizá. Pero estaba demasiado asustado como para pensar realmente. Me volví al frente de la habitación y las sombras se habían ido. La sombra de la silla se mantuvo, pero las demás se habían ido. Lentamente empecé a caminar. Solía alucinar cuando era un niño, así que atribuí a ello lo ocurrido. Me sentí mejor al seguir el trayecto, revisé abajo por obstáculos, y ahí fue cuando lo vi. O no lo vi. Mi sombra no estaba. No tuve tiempo de gritar; corrí tan rápido como pude a la otra puerta y me adentré a la cuarta habitación sin pensar en lo que podría contener. …….Ésta fue posiblemente la más inquietante. Cuando cerré la puerta, toda la luz pareció ser succionada y puesta de vuelta en la habitación anterior. Me quedé ahí, envuelto en la oscuridad, sin poder moverme. No le temo a la oscuridad, nunca le he temido, pero estaba aterrado. Toda visibilidad me había abandonado. Sostuve mi mano frente a mi rostro y de no saber que le había ordenado a mi cuerpo tal cosa nunca habría sido capaz de darme cuenta. Oscuridad no lo describe. No podía escuchar nada, era un silencio inerte. Cuando estás en una habitación a prueba de sonido, aún puedes escucharte respirar. Puedes escucharte estando vivo… yo no podía. Comencé a empujarme hacia adelante, mi corazón palpitando agitadamente era lo único que podía sentir. No parecía haber una puerta del otro lado, no estaba seguro de que hubiese una esta vez. El silencio fue entonces roto por un leve zumbido. …….Me giré violentamente al sentirlo detrás de mí pero no podía siquiera ver mi nariz. De cualquier forma, sabía que algo había ahí. El zumbido se acrecentó, más fuerte, más cercano. Di un paso atrás, nunca había experimentado esa clase de miedo. Realmente no puedo describirlo. No temía morir, temía las alternativas. Las luces parpadearon durante menos de un segundo y lo vi. Nada. La habitación

estaba de nuevo inmersa en tinieblas y el zumbido era ya un chirrido salvaje. No podía seguir con ese sonido maldito durante otro minuto. Corrí hacia atrás, lejos del ruido, hasta llegar al otro extremo; al dar con la perilla de la puerta la giré y caí a la siguiente habitación. …….Antes de que detalle la quinta habitación deben de tener claro algo. Yo no soy un adicto a las drogas. No he tenido historial de abuso de drogas o cualquier tipo de episodios psicóticos fuera de las alucinaciones en mi infancia que mencioné antes, y ésas sólo ocurrían cuando estaba muy cansado o recién despertaba. Entré en La Casa Sin Fin con la mente sana. …….Después de caer por el cuarto anterior, mi vista de la habitación número cinco era de espaldas, mirando hacia el techo. Lo que vi no me asustó, simplemente me impresionó. Árboles habían crecido en la habitación y se alzaban por encima de mi cabeza. El techo era más alto que en las otras habitaciones, de lo cual pude conjeturar que estaba en el centro de la casa. Me levanté del suelo, sacudí el polvo, y di un vistazo. Fue sin duda la más grande habitación. No llegaba a ver la salida desde donde estaba, varios arbustos y ramas bloqueando mi línea de visión me debieron impedir de ubicar una. Imaginé que a partir de este punto las habitaciones serían más y más aterradoras, pero esto era un paraíso en comparación con la última habitación. También asumí que lo que fuera que estuviera ahí en la cuarta habitación, se quedó en la cuarta habitación. No lo hizo. …….En lo que me adentraba por el área comencé a escuchar lo que uno escucharía si estuviera en un bosque, el ruido de los insectos y el aleteo ocasional de un ave parecían ser mi única compañía en esta habitación. Eso fue lo que más me molestó. Escuchaba los insectos y otros animales, pero no veía ninguno. …….Caminé, esperando que tras el siguiente árbol diera con la puerta. Después de unos momentos sentí un mosquito acomodarse en mi brazo. Lo sacudí y seguí andando. Un segundo después, sentí diez mosquitos más volar a mi piel en diferentes lugares. Los sentí arrastrarse de arriba hacia abajo en mis brazos y piernas, y unos pocos bordando mi cara. Hacía un esfuerzo por espantarlos pero seguían viniendo. Cuando vi abajo dejé escapar un grito ahogado. No había un tan solo insecto. Ni un solo mosquito estaba en mi piel, pero podía sentirlos a lo largo de mi cuerpo. Los sentía picarme y los oía volar por mi rostro y alrededor. Me tiré al suelo y comencé a rodar. Estaba desesperado, odio a los insectos, especialmente los que no puedo ver o tocar. Estos mosquitos podían tocarme, y estaban por todas partes. …….Me puse a gatear. No tenía idea de a dónde iba, la entrada no estaba por ningún lado, y seguía lejos de encontrar la salida. Así que gateé, con mi piel siendo agredida por esos insectos fantasma. Después de un interminable periodo de tiempo di con la sexta puerta. Agarré el árbol más cercano y conseguí ponerme en pie, perdidamente bofeteando mis brazos y piernas en vano. Traté de correr pero no pude, mi cuerpo estaba agotado de arrastrarse y hacerle frente a lo que fuera que tuviera encima. Emprendí algunos pasos tambaleantes hacia la puerta, agarrando cada árbol en el camino para sostenerme. Fue sólo a unos metros de distancia cuando lo escuché. El mismo insistente zumbido de antes. Venía de la habitación siguiente, y era más grave. La sensación de los mosquitos se reducía mientras el zumbido tomaba fuerza. Al poner mi mano en la perilla, los mosquitos desaparecieron, pero no me atreví a girarla. Esperé, con mi cabeza apoyada en la puerta y mi mano en un agarre tembloroso. El zumbido era tan ruidoso que ni siquiera podía oírme pretendiendo reflexionar. Sabía que de soltar la perilla los insectos volverían y no habría forma de que regresara hasta la habitación anterior. No había nada que pudiera hacer sino continuar. La sexta habitación seguía, y la sexta habitación era el Infierno.


||Hola Como Estan Espero Que Le Haya Gustado Recuerden Que La Historia No Es Mio Les Dejare El Link Original, Si Les Gusto Agradeceria Que Dejaran Su Comentario Y Voto||

https://www.tuslibros.com/ebook/Libro-De-Las-Creepy-Pastas/pdf?

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10 de Noviembre de 2021 a las 21:02 4 Reporte Insertar Seguir historia
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Fin

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Daniel Rodiguez Daniel Rodiguez
Creo Que La Que Mas Me Dio Como Escalofrios Fue La De Mi Primer Beso Fue Muy... Mmm Descriptiva sjsjjsj Pero Me Encanta
November 29, 2021, 22:29
Daniel Rodiguez Daniel Rodiguez
Definitivamente Debi Seguir La Advertencia, Yo Me Asuste, Fue Muy Descriptivo 0-0, Pero Me Gusto Ya Que Me Gusta Mucho El Terror, Sigue Asi
November 29, 2021, 22:28
Jimena rios Jimena rios
Estuvo Algo...Sangrienta Pero Me gusto Mucho!
November 25, 2021, 17:55
~