snow_tiger Snow Tiger

Sus caminos se cruzan y ante sus ojos el frio interminable que producía su soledad se va derritiendo lentamente, bajo las estrellas el mundo cambia mientras persigue aquello oculto en lo profundo de su alma.


Romance Sólo para mayores de 18.

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Luna de sangre.

En ésta melancólica mañana gris la densa lluvia oculta mis lágrimas, tan pronto como el frío caló hasta mis huesos pareció como si el tiempo se detuviera e inundara mi corazón roto. Te odie con un grito silencioso y empecé mi lenta marcha hacia una guerra que prometí que definitivamente ganaría, quien diría que pocos pasos después me desmayaría, ciertamente es otra burla del dios que controla mi destino.

Abrí mis ojos y todo a mi alrededor era desconocido. La habitación era monótona, triste y vacía, tanto así que me sentí extraño estando en ella como si perturbara sólo con respirar, ni hablar del fuego de mi pelo colorado que parecía completamente fuera de lugar.

Sentí unos pasos que se acercaban a la puerta de la habitación donde me encontraba, con un movimiento rápido me cubrí con el acolchado en un intento de resguardarme, sentí temor pero a la vez anhelo así que sólo esperé de esta forma a que entrara.

-Veo que estas despierto- me sorprendió que se diera cuenta ya que permanecía inmóvil el médico me indicó que necesitarías reposo y cuidados por algún tiempo, por lo que consideré mejor esperar a que descansaras solo para intentar hablar contigo y ver de resolver de que es lo mejor que podemos hacer, no traías ninguna identificación o móvil por lo que no pude comunicarme con nadie como para poder proceder de otra forma.

-Buenas noches- Pude decir avergonzado luego de sentarme pero con la mirada perdida a través de la ventana- Lamento las molestias que le he ocasionado, lamentablemente no recuerdo en que condiciones estaba o que fue lo que paso cuando me rescató pero igualmente estoy completamente agradecido por haber hecho tanto por mi, un desconocido. Estoy apenado pero tampoco recuerdo nada sobre mí.- Mis manos cerradas fuertemente se aferraban a una sabana que no evitaba el dolor y se empezaron a teñir como pequeñas rosas con mi sangre.

Sentía su mirada sobre mí, no parecía pensar que mentía pero me resultaba invasivo al punto de no apartar la mirada de un punto en la lejanía. Quería llorar pero por alguna razón ya no tenía lágrimas y mis ojos se encontraban irritados y cansados.

-Por tu apariencia me imagino que aún no has terminado la secundaria por lo que tendrás un tutor a cargo. Tendría que llamar al médico nuevamente para que te revise y nos de su opinión, no te preocupes, lo iba a hacer de igual forma cuando despertases.

-No puedo molestarle más tiempo, iré a la policía estoy seguro que ellos podrán ayudarme, sólo le pido que me espere hasta mañana- Le respondí nervioso mientras movía desesperadamente mis manos tratando de ser convincente.

Se sintió solitario cuando se marchó, creo que al ser lo único que conocía me sentía más seguro cerca suyo.

Me asustó cuando poco después tocó a la puerta, esta vez agarré la almohada de escudo y le respondí para que entrara.

Lo observé un poco más detenidamente en esta ocasión tanto como podía sin que se diera cuenta. Me había traído lo que se veía para mi como comida de enfermo.

- No puedo dejarte ir sin un lugar al que volver, estamos en invierno y ya casi mueres congelado una vez. Tendrás que soportar quedarte aquí hasta que descubras quien eres.

Asentí con mi cabeza ya que el nudo en mi garganta prometía que si decía algo las lágrimas empezarían a caer. Parecía un hermano mayor sobre todo cuando despeino mi cabello. Agradecí su calidez y amabilidad desde el fondo de mi corazón, sin el no se que hubiera pasado conmigo.

- Come despacio yo me quedaré sentado aquí viendo unos papeles, avísame cuando termines o si quieres algo más

- No tienes que esperar aquí, si me indica lo llevaré a la cocina.

- No puedes moverte aún y estoy bien aquí, me molestaras si no haces lo que digo.

Empecé a comer lentamente viéndolo de vez en cuando, parecía una celebridad. Metido en mis pensamientos me mordí la lengua. Solté una exclamación y casi suelto la bandeja, no ayudo el que no pudiera mover mis manos facilmente.

Rápidamente se acercó dejo la bandeja sobre la mesa y me agarró la cara.

- Abre la boca y saca la lengua - Se acercó aún más y tocó mi lengua inmediatamente se alejó un poco y con cara preocupada me miró - ¿ Estás bien ?

Estoy seguro que mi cara se tornó roja, me apure en decirle que si así lograba que se apartara pero me ahogue al hacerlo. Apenas noté que se rió porque se dio vuelta para alcanzarme un vaso con agua. Intenté ocultar todo lo que sentía detrás de ese vaso, casi vuelco el agua pero me las arregle para que no se notara.

Cuando termine el agua lo agarró y acomodo el acolchado para que estuviera cómodo.

- Descansa por ahora te avisaré cuando el médico este por llegar.

Levantó la bandeja y se retiró. Yo me quedé viendo la puerta tratando de acomodar mis pensamientos. ¿Cómo diablos paso todo esto?¿cómo llegué en mi vida hasta aquí?

Pensando todo eso me quedé dormido y las pesadillas empezaron a teñir los sueños, no podía despertar, mi verdadero cuerpo sentía todo, como corría desesperadamente, todo lo que me rodeaba era un paisaje nevado, una Luna roja y huellas de sangre. Mis lágrimas empezaron a fluir tanto como para crear un mar en donde reflejar mi tristeza.

Sentí de pronto la calidez de una caricia en mis mejillas tratando de borrar mis lágrimas, y toques suaves en mis manos donde me ardía. No se si fue porque mi corazón se calmó un poco pero pude descansar aferrandome a ese sentimiento.

Abrí mis ojos con pesadez aunque pude dormir un poco no es que estuviera bien apartando el hecho de que no puedo acordarme de nada, sólo quedaron marcas como cicatrices en mi corazón, me encontraba perdido.

Me asusto verlo parado cerca al punto que me moví inconsciente y casi caigo de la cama, si él no me hubiera sostenido.

- ¿Te gustaría desayunar con café o té? - Me miraba con preocupación pero no expresó nada más.

- Realmente en este momento me siento un desastre y no quiero involucrarlo más, para empezar no recuerdo mis gustos y necesito un tiempo a solas - Lo dije sin poder mirarlo directamente ya que se encontraba muy cerca. Fui un poco brusco con mis palabras pero mi cabeza dolía mucho y no pude evitar hacer ese pequeño berrinche, infantil, eso estaba siendo con alguien que sólo quería ayudarme, pero no dije nada más y toda oportunidad de disculparme se perdió en el silencio.

- Lo siento - dijo muy despacio y salió de la habitación.

¿Que tendría que sentir en una situación así? Primero tengo que salir de esta confusión e ir descubriendo poco a poco quien soy, para eso lo tengo que hacer es ir a la policía y ver que puedo lograr con eso.

Intenté levantarme pero apenas podía moverme, sentía el cuerpo pesado y cansado de sólo ese esfuerzo. Pensar en el tiempo que me tomaría recobrarme hizo que mi cabeza sucumbiera completamente al dolor. Me tiré hacia atrás sobre la almohada y contemple el techo hasta que mis oídos zumbaron por la presión.

30 de Octubre de 2021 a las 05:42 0 Reporte Insertar Seguir historia
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