kidofflowers Diego Quiroz

Un viajero que escapa de su pasado se encuentra con uno de los asesinos cereales más temidos, pero sobrevive para contarlo, los detectives harán lo posible para indagar en sus pensamientos más profundos para sacar información aunque tengan que recurrir a métodos no éticos, mientras por el otro lado el asesino tratara de matarlo para que no revele su identidad.


Suspenso/Misterio Todo público.

#cuento #corto #misterio
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El viaje.

La noche estaba en su punto más alto, las luces de las pobres farolas alumbraban una solitaria y depresiva calle. La mochila estaba hecha y el destino estaba fijado, el viajero que solo estaba acompañado de la luna se encontraba listo para emprender su aventura. «No se en que punto hizo tanto frío, debería de conseguir algún lugar para pasar la noche» pensó, mientras frotaba sus manos para crear un poco de calor. Cada paso pesaba más que el anterior, los párpados caían más y más, el frío empezaba a crear dolores musculares, pero la concentración del viajero se vio interrumpida cuando su celular sonó.


—Por favor, regresa, no puedes abandonar a todos y empezar de nuevo, por lo menos dime a dónde te dirijes.


El viajero no contesto y colgó la llamada. Varios kilómetros después, una gasolinera apareció entre la neblina de la noche y el viajero no dudo ni un segundo en llegar para tomar un descansó.


—¿Esta bien señor?— Pregunto el encargado de la gasolinera, ya que el viajero tenía un tono pálido por el frío, el no lo sentía pero visualmente estaba destrozado.


—Si.— No le dió más vueltas al asunto y se compró un café.


—No escuché ningún automóvil..


—Por que no lo hay. —Contesto, interrumpiendo al vendedor. —Ahora, podría dejar de hablar y puede cobrar. —Un silencio incómodo inundó el ambiente y el viajero mostró remordimiento instantáneo. —Lo lamento, e tenido una mala noche.


—No se preocupe, e hablado con gente más gruñona. —Contesto, mientras soltaba un pequeña carcajada. —Y ¿que hace usted por aquí? y sin auto, es un recorrido difícil.


—Lo se, me di cuenta de eso en el camino. —Respondio, mientras le daba tímidos sorbos al café.


—A todo esto ¿a dónde se dirije? No hay muchos lugares cerca de aquí sabe. —El viajero solo lo vio y dió otro otro tímido trago a su café, se quedó pensando unos minutos hasta que pudo aclarar su cabeza.


—No lo se. —Agachó la cabeza y se dirigió a la entrada de la tienda y observo a la inmensa oscuridad, notó como algo se movía misteriosamente por la colina pero no le dió importancia.


—Sabe, usted me recuerda mucho a mi padre. —Lo dijo mientras miraba una foto de él y su padre trabajando en la tienda. —Se parece mucho a el, solo que el no usaba ropa tan elgante como la suya, también que mi padre viajaba sin nada en mente, el solo viajaba por ahí. —Una lágrima resbaló por la mejilla de aquel empleado, pero ese relato fue en vano ya que el viajero seguia viendo a la puerta.


—Aja, ¿tiene de casualidad más cafe?


—Claro ¿gusta que se lo rellene?


—No, yo puedo gracias.


El empleado siguió contando relatos de él y su padre. Por más imposible que pareciera empezó a oscurecer más y más, el café y los abrigos ya no eran lo suficiente para evitar el frío que cada vez atacaba con más agresividad. El celular del viajero comenzó a sonar y se dió cuenta que era el mismo número, lo ignoro por completo y siguió en su mundo de ideas y pensamientos. Al regresar al mostrador y pagar por su segundo café, notó como otra persona entro al establecimiento. Su mirada era determinada y su presencia daba más frio que el invierno mismo, y lo que llevaba con el era aún más preocupante, una escopeta recortada Ugartechea.


—Dinero, dinero , lo quieres ten. —Dijo el empleado, su voz temblorosa acompañado de movimiento torpes por el miedo que lo comía vivo lo hacía una presa más disfrutable para el cazador que ahora pisaba el lugar. —Es todo lo que tengo, han sido meses difíciles por la muerte de mi padre, pero si vuelves el siguiente mes te daré más. —Salio del área de la caja registradora y dió el dinero a los pies del cazador, pero no se movió para agarrar el dinero, en su sombría mirada se notaba que el no venía por dinero.


El viajero y el empleado estaban perplejos mirando al cazador viendo cómo recargaba su escopeta recortada, el viajero no pensó dos veces y agarró por los hombros al empleado y lo lanzo hacia el cazador, la reacción del cazador fue asombrosamente rápida, tan rapida como los 8 perdigones volaron miradas del cráneo y pecho del empleado, la sangre se derramó por todos lados, manchado incluso la foto de su padre que tenía en su saco.


Por otro lado el viajero corrió por la parte trasera del local, intento escapar pero escuchó algo que le congeló la sangre. Los gritos del empleado, usando sus últimos alimentos para que lo pellizcaran para que despertara de esa pesadilla, pero su charco de sangre acompañado de la carne quemada por la escopeta no era más que la cruda realidad. El viajero solo siguió por el bosque hasta tropezar por un pequeño pozo, el cazador lo alcanzó y solo disparo sin pensarlo, por la distancia solo dos perdigones alcanzaron al viajero, un perdigon arrancándole la nariz y otro perdigon le voló tres dedos de su mano.









25 de Septiembre de 2021 a las 23:29 0 Reporte Insertar Seguir historia
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