yisha_alin Yisha Alin

Cuando su hermano la entrega sin su consentimiento para que forme parte del harén del general Jeon Jungkook a modo de tributo, la única duda de la princesa Kim Taehyung es cuanto tardaran en descubrir su secreto. No se hace ilusiones. Cuando el general descubra que en realidad es hombre, la muerte será su único futuro... Aunque no tiene la intención de ponérselo fácil. Taehyung lleva toda su vida vistiéndose como mujer, pero no es una doncella en apuros. Puede manejar la espada como cualquier hombre. El general Jeon Jungkook tiene todo lo que un hombre puede desear: poder, riquezas, éxito en el campo de batalla y un harén de concubinas. Al principio mira a Taehyung con reserva, pero se siente extrañamente atraído por ella. Cuando descubre que la bella joven en realidad es un hombre, su primera reacción es desvainar la espada. Pero en lugar de desperdiciar su belleza, decide disfrutar de la sumisión de Taehyung que enciende en él una pasión y deseo más profundo que el que había sentido por sus esposas. Pero las intrigas de la corte, las ambiciones políticas y las deudas del general, pueden llegar a convertirse en un obstáculo insalvable para su amor. Autor: CF Kookv +18


Fanfiction Romance adulto joven Sólo para mayores de 21 (adultos).

#jungkook #taehyung #kookv #concubinas #muerte #medieval #traicion
657
44.4mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

Capítulo 1

Y sucedió que durante la dinastía Qing, bajo el mandato del emperador de Oh Sehun, el noble señor Kim Seung Hyun ordeno que una caravana que portaba un regalo de gran valor emprendiera el peligroso viaje a la corte del general Jeon Jungkook, gobernador de los estados Yan y Qui, porque estaba ansioso de ganar el favor del emperador y ocupar un puesto de importancia a su lado. Si se sintió complacido o decepcionado de que los cortesanos y los soldados designados para tal empresa consiguieran llegar a la fortaleza de Jungkook después de atravesar el territorio hostil que los separaba de su destino, se ha perdido con el paso del tiempo. La historia solo recoge que la caravana completo el viaje sin novedad y que, cuando las noticias de su llegada fueron transmitidas al general Jungkook, este concedió una audiencia para recibir los regalos con la debida ceremonia siguiendo las costumbres de la época.

—¿Qué crees que Seung Hyun habrá pensado es un regalo apropiado, Jungkook? —pregunto Namjoon, que junto a Jungkook se dirigía por los corredores del palacio a la sala de audiencias.

Jungkook dejó escapar una carcajada desprovista de alegría.

—Querrás decir soborno. Desea que el hijo del cielo se fije en él, y espera que yo le proporcione la ocasión.

—Eres un cínico —observo Namjoon.

—Y gracias a eso respiro.

Jungkook miro a su amigo con una sonrisa feroz. Se detuvo delante de una puerta cubierta y los dos soldados de guardia enderezaron las lanzas para dejarles pasar. Permanecieron con rostros inescrutables, como si no oyeran los comentarios de los dos hombres.

—Veremos qué ingeniosas mentiras intentan venderme sus enviados —añadió.

Hizo un gesto con la cabeza y uno de los soldados separo la cortina dejando a la vista unas pesadas puertas de madera con goznes de hierro. El soldado abrió la puerta sin hacer ruido y Jungkook entro en la sala seguido por su amigo y consejero. Desde atrás de unas suntuosas cortinas de damasco, apareció en una tarima que alzaba el resplandeciente suelo enlosado.

Su figura, musculosa y fuerte, era imponente y su rostro, bien parecido era curtido por el tiempo pasado en el campo de batalla, permanecía impasible. Mientras esperaba a que la comitiva se arrodillara y se inclinara reverencialmente ante su formidable presencia, su mirada permaneció fría.

Su expresión ni cambio al descubrir la incongruente presencia de una esbelta y hermosa muchacha en medio de todos aquellos hombres y su mirada paso por ella sin reflejar ni un ápice de interés. Se sentó en su trono, apoyo las manos en las rugientes cabezas de tigre talladas al final de los reposabrazos y espero en silencio. De forma premeditada y para añadir un insulto a los representantes de Seung Hyun, Jungkook había decidido recibirles con ropas toscas, más apropiadas para una batalla, incluso con la coraza de cuero y su espada al cinto.

La voz de Namjoon resonó en la sala anunciando su presencia.

—El representante imperial, gobernador de la provincia de Changchun, incluidos los estados de Yan y Qui; protector jurado del hijo del cielo, el emperador Jun; el general Jeon Jungkook se ha dignado a recibir a los representantes de Kim Seung Hyun, señor de la provincia Liopeh. ¡Quien habla por Kim Seung Hyun?.

Uno de los cortesanos, que estaban vestidos de forma muy recargada, movió la cabeza de arriba y abajo sin dejar de mirar su reflejo en un muy pulido suelo y contesto:

—Mi benévolo señor Kim Seung Hyun me ha elegido para que transmita su respeto y una pequeña y humilde prueba de su lealtad a Jeon Jungkook.

—Te referirás a mi señor como general Jeon Jungkook o tu amo estará encantado de recibirte de vuelta... en mil pedazos —Namjoon reprendió al hombre bruscamente, usando el titulo militar en lugar del civil para recordarle sutilmente su posición.

Jungkook lucho por reprimir una sonrisa. Su amigo Namjoon nunca llevaría a término una amenaza de esas características a no ser que lo considerada necesario para la seguridad de la provincia, pero había convencido a muchos de su despiadada crueldad profiriendo advertencias como aquellas. Al aparecer, aquel cortesano era uno de ellos porque pareció encogerse y se apresuró a corregir su discurso.

—¡Un millón de disculpas, su señoría! —exclamo. Su voz sonaba un poco apagada por la necesidad de hablar hacia el suelo— no pretendía ofenderlos. Mi lamentable ignorancia ha hecho que me dirigiera a su excelencia el general, incorrectamente. Les ruego que no busquen venganza en mi clemente señor por mi terrible infamia.

Jungkook no se atrevió a mirar a Namjoon, pero se daba cuenta de lo mucho que su amigo lo estaba disfrutando.

—¡Arrodíllate! —le ordeno impacientemente— ¿Qué quiere ese Kim Seung Hyun?

El cortesano se sentó sobre sus talones con la cara roja, como si su barriga no estuviera acostumbrado a esa posición de reverencia. Ninguno de los que le acompañaban se atrevió siquiera a levantar la vista, pero Jungkook se dio cuenta de que cuatro de los soldados fornidos que rodeaban a la muchacha permanecían agrupados a su alrededor, como si se tratara de una persona de importancia y tuviera que ser protegida constantemente.

—¡Nada, mi señor! No desea nada de usted —El cortesano levanto tímidamente los ojos y rápidamente fijo la mirada otra vez en el suelo—. Hemos venido a presentar un regalo de gran valor simplemente para expresar la lealtad de Kim Seung Hyun a su excelencia, el protector del norte, al hijo del cielo, el emperador Jun...

—El general Jeon aprecia su generoso gesto, pero es un hombre importante. Tiene grandes responsabilidades por estar al servicio del emperador —interrumpió Namjoon con suavidad—. Cualquier regalo de Kim Seung Hyun será enormemente valorado.

El cortesano parecía darse cuenta de que estaba siendo apremiado, aunque sin duda habría estado encantado de escuchar su propia elocuencia durante muchas horas. Alzo una mano.

—Si me permite que de órdenes a estos miserables sirvientes para que se acerquen al muy misericordioso gobernador...

Namjoon asintió.

—Concedido. Hasta ahí y no más allá —señalo una línea de piedra negra que había en el suelo a unos pasos de Jungkook.

El cortesano levanto el meñique y un sirviente se acercó al trono de rodillas sosteniendo un pequeño cofre. Lo abrió para revelar el brillo de los muchos taeles de plata que estaban amontonados en su interior.

—Una pequeña ofrenda de monedas —dijo el cortesano como si la cantidad fuera insignificante en lugar de constituir una pequeña fortuna.

Levanto el anular de la mano que aún sostenía en alto.

Un segundo sirviente se arrastró hacia delante con otro pequeño cofre. Al abrirlo puso al descubierto la refulgente belleza de perlas de varios tamaños y colores: desde negras y rosadas hasta otras del más puro blanco. Añadió el dedo índice a los dos que tenía levantados. Un tercer sirviente avanzo y desenrollo una pieza de seda reluciente.

—La seda más exquisita de la provincia de Liopeh. Note la sutil belleza de las orquídeas incorporadas en el diseño.

Jungkook bostezo sin disimularlo en su trono para indicar el aburrimiento que le producía aquellos regalos. El cortesano pareció conmocionado.

—Estos regalos no son nada, no son dignos de la grandeza del gobernador. Aunque Seung Hyun ha tenido que hacer gala de una gran austeridad para obtenerlos, estos son demasiado insignificantes para tener importancia al lado de su gran fortuna y categoría. No, el tesoro que Seung Hyun desea entregarle no es ninguno de los que hasta ahora les he presentado. Está aún por venir.

Por último, levanto el dedo corazón.

Los cuatro soldados se pusieron de pie y uno de ellos alargo la mano hacia la dama que permanecía postrada en total sumisión. La mujer apoyo la mano en el fuerte y musculoso antebrazo del soldado tan ligeramente como un colibrí en un vuelo y se levantó con elegancia manteniendo la mirad apropiadamente baja y velada por sus pestañas. Los soldados la guiaron hacia delante y permanecieron a su alrededor como si la estuvieran protegiendo de un ataque inminente. El qípáo azul que llevaba estaba bordado con dragones y fénix dorados y el color oscuro hacia resaltar su belleza excepcional.

—Seung Hyun ha hecho el más profundo de los sacrificios al ofrecerle como esposa a su media hermana, la princesa Kim Taehyung —el cortesano hablo en voz muy baja como si estuviera tan impresionado consigo mismo, que apenas pudiera soportar el significado de lo que estaba diciendo.

Jungkook ni siquiera miro en dirección a la muchacha.

—Gracias, pero no puedo aceptar un regalo que inflija un dolor tan cruel para el que lo hace. La intención es buena, pero el sacrificio innecesario. No me hace falta que Seung Hyun me escoja una esposa.

El cortesano se apresuró a retomar su discurso nerviosamente.

—¡No pretende ofenderle! ¡Por todos es bien sabido que su excelencia ya tiene esposa y varias concubinas! Seung Hyun no ha pensado en que la princesa Taehyung desplace a ninguna de esas veneradas damas. ¡No! De hecho, puede hacer uso de ella como guste y deshacerse de su persona si así lo desea.

—¿Aceptara la devolución del regalo si se descubriese que no está intacta? —preguntó Namjoon.

—¡Lo está! ¡Es casta y pura! ¡La más hermosa doncella de todo Liopeh! —protesto el cortesano escandalizado—. Todo lo que cae bajo el hechizo de su belleza. ¡Es de naturaleza modesta y recatada! Y ha sido guardada con gran cuidado. No ha habido ninguna cita furtiva a la luz de la luna que haya arruinado su pureza...

—Transmitirás mi agradecimiento a Seung Hyun por sus impresionantes tributos — intervino Jungkook en tono aburrido—, estoy seguro de que ha sido muy doloroso para el separarse de su hermana.

—Oh, desde luego, desde luego —le aseguro el cortesano con voz melosa—. Si les digna a aceptar estos humildes regalos, le proporcionara tal placer que anulara el tomento.

—Tendremos en cuenta estos obsequios. ¿Tienes algún memorial? —Namjoon interrumpió al cortesano distraídamente.

—En efecto. Seung Hyun quería asegurarse de que su excelencia supiera su lealtad...

—Eso has dicho —Namjoon alargo la mano para que le diera el rollo.

El cortesano se puso de pie, se acercó a la tarima y lo saco de la manga de su túnica. Hizo un gesto de dolor cuando Namjoon le agarro el brazo con una mano mientras que con la otra reclamaba el documento. Miro a Jungkook y al ver que permanecía impasible, entrego el rollo sin oponer resistencia.

—La audiencia ha finalizado. Pueden retirarse —anuncio Namjoon—. La princesa Taehyung será conducida al harén —chasqueo los dedos haciendo una señal a los soldados del general, que se adelantaron inmediatamente.

—Pero... la princesa... su guardia... ¡No debe quedar desprotegida! —Balbuceo el cortesano— sus guardias deben...

—Estoy seguro de que seremos capaces de protegerla adecuadamente. Los guardias que te han acompañado pueden irse contigo mientras puedan —dijo Namjoon con firmeza, implicando que no aceptaría ninguna discusión.

—Entonces su sirviente. Por lo menos permitan que la acompañe mientras establece aquí su nuevo hogar...

Por primera vez, Namjoon estudio al criado bajo y delgado que les acompañaba; tenía un rostro de aspecto suave y ligeramente femenino.

—¿Eres un eunuco?

El sirviente se sonrojo y asintió sin levantar la vista, pero dio un pequeño paso hacia la princesa. El bello rostro de la princesa no mostraba la emoción que se debía esperar en una doncella noble que era entregada a una corte desconocida y al lecho de un extraño, pero pareció moverse un poco en dirección a su sirviente.

Jungkook hizo un gesto con la mano y sus soldados se adelantaron para acompañar a la muchacha y al eunuco fuera de la sala. Los soldados que la habían escoltado no se movieron, como si no supieran que hacer en aquella situación imprevista.

La expresión del cortesano era de frustración. Vio desaparecer a la princesa, pero pareció aceptar su impotencia y una vez más apoyo la frente en el suelo. —Transmitiré a su gentil señoría Kim Seung Hyun que el general Jeon Jungkook ha aceptado los regalos que escogió tras mucha deliberación y reflexión para el gozo y enriquecimiento de la casa de su señoría...

Jungkook salió de la sala acompañado de Namjoon. Sus hombros temblaban agitados por la risa.

—¿Crees que todavía sigue hablando? —pregunto Namjoon.

—He dado órdenes a los guardias de que tomen nota de todo lo que diga, pero me temo que no hay ninguna esperanza de que deje escapar alguna indiscreción. Está bien versado en el arte de proferir muchas palabras sin decir nada. No tengo ni idea de lo que Seung Hyun espera obtener con semejante alarde.

Jungkook tenso los labios en una sonrisa sin dejar de avanzar por el corredor.

—¿Seguro que no? Con lo sagaz que eres... a no ser que me estés halagando dejando que sea yo quien te lo aclare. Dime, ¿cómo es que un hombre que gobierna una provincia en el interior, lejos del mar tiene una cantidad de perlas incomparables?

Namjoon se quedó anonadado. Tuvo que acelerar el paso para mantenerse al lado de su amigo.

—Esa es una pregunta muy interesante. Incrementaría en gran medida su poder y control si tuviera acceso a un puerto, pero no veo como lo puede conseguir vendiendo a su hermana.

—Por lo menos, no a mí. Estoy bien previsto de mujeres y concubinas. Cualquiera podría haberse dado cuenta de que una más seria demasiado.

—Se dice que el emperador tiene un harén con cientos de concubinas.

—El emperador es el emperador y no necesita marchar a la guerra ni aplastar rebeliones de provincias advenedizas —salto Jungkook—. Un hombre simple como yo no necesita una mujer diferente cada noche para calentar su lecho.

—Hablando de incomparables —dijo Namjoon cambiando con mucho tacto de tema—, nunca he visto a una muchacha tan hermosa cómo la princesa.

—No me di cuenta —mintió Jungkook.

—Por supuesto que no, pero cuando tengas tiempo, échale una vistazo a su cara —Namjoon suspiro lleno de admiración—. Tiene una forma perfecta. Su cutis es tan fino como esas perlas que la han acompañado. Tiene unos ojos verdes tan profundos como el cielo nocturno y la curva de su boca es como...

—¿Cómo una serpiente que sufre la agonía de la muerte? ¡Basta! Tendré que fiarme de que es un dechado de virtudes femeninas —rió Jungkook—. Ten cuidado de que no seas tú quien caiga bajo su hechizo. Cortejar la concubina de otro hombre se castiga con la pena de muerte.

—¿Entonces vas a quedártela?

—Todavía no lo he decidido —contesto Jungkook con frialdad.

—Pero no vas a enviarla devuelta...

Jungkook abrió la puerta de su aposento privado.

—Entra.

Namjoon lo siguió y cerró la puerta.

—¿A qué juegas? No hace falta que disimules conmigo.

—¿Qué dice el documento?

Namjoon lo desenrollo.

—Si no me equivoco al leer entre líneas, espera evitar que invadas su provincia y que respetes las fronteras comunes. Eso quiere decir que está haciendo algo que no quiere que sepas pero que justificara su invasión. Quizás espera distraerte con la belleza de su hermana.

Jungkook se dejó caer en una silla sin la deliberada ceremonia que había usado al sentarse en el trono de la sala de audiencias. Sirvió dos copas de licor, le dio una a Namjoon y se bebió un sorbo de la otra.

—Me la quedaré durante un tiempo aunque solo sea para averiguar el plan de Seung Hyun. Es un hombre ambicioso e inteligente que es solo leal a sí mismo. He luchado en el campo de batalla junto a él y no se compromete en un ataque cuando no le beneficia directamente, no importa qué tratado haya firmado. Recurre a engaños y artimañas para conseguir lo que quiere.

—Y dándote esta muchacha espera conseguir... ¿Qué? ¿Que su belleza te mantenga ocupado hasta el punto de poder pasar sin problemas por tu lado en su camino hacia el mar? —Namjoon se echó a reír al pensar en una mujer distrayendo a Jungkook lo suficiente como para descuidar el sagrado deber decretado por los cielos—. No te conoce bien.

—Como poco, si hubieras permitido que su guardia permaneciera con ella, habría colocado esposas en mi corte. ¿Quién sabe? Quizás ella sea la espía —Jungkook sostuvo la copa a la luz y mantuvo la mirada fija en el dorado licor—. Piensa que los demás son peores estrategas que él. Esa es la mayor desventaja de Seung Hyun. No, seguro que tiene otra razón para enviarme a esa muchacha. Espera ganar algo poniéndola en mis manos. Quizás haya nacido con una maldición y a pesar de su belleza trae mala suerte a los que residen bajo su mismo techo. A veces los dioses se divierten quitando con una mano y dando con la otra —rió—. Ha tenido que ir contra su naturaleza ofrecer ese tributo de plata, perlas y seda simplemente para ocultar su verdadera intención. Debe tener la certeza de que recuperara todo en algún momento Seung Hyun no abre la mano tan fácilmente.

—No puede esperar que la presencia de su hermana provoque un conflicto en tu propia casa —considero Namjoon con voz perpleja—. Un hombre no se involucra en las insignificantes riñas de meras concubinas.

—Ni siquiera Seung Hyun cometería ese error —estuvo de acuerdo Jungkook secamente—. Haz que la escolten a la séptima casa.

—Cuando la veas, ¿crees que te dirá por que la ha enviado Seung Hyun?

—Puede que no lo sepa. Y no voy a verla, al menos no enseguida.

—Eso pensado —dijo Namjoon en tono satisfecho—. A Seung Hyun le llegaran las noticias de que has ignorado los regalos. Dejarlos en el suelo como hiciste cuando saliste de la sala de audiencias fue una idea genial. Quizás le empuje a cometer una acción imprudente.

—Quizás. En todo caso, haz que cataloguen todo lo que han traído y que lo lleven a la cámara del tesoro.

—Con excepción de la princesa Taehyung —bromeo Namjoon.

—Averigua todo lo que puedas de su familia —dijo Jungkook de repente—. Solo un hombre sin corazón enviaría a su propia hermana a sufrir el destino de una concubina sin importancia en un hogar ya establecido. Yo no podría hacerlo, ni siquiera si el emperador me lo ordenara. Hay algo muy raro detrás de todo esto.

—Me ocupare de que la princesa se instale en la séptima casa con su sirviente, pero de momento no dejare que se siente demasiado cómoda. ¿Y qué te parecerá si organizo un encuentro entre la primera esposa Jiwoo y ella?

Lentamente, una sonrisa cruzo los labios de Jungkook.

—Ya sabía yo que había una razón por la que conservaba un bufón en mi corte.

—¡Bufón! ¡No soy un bufón! —Protesto Namjoon con fingida indignación—. Saldrías perdiendo si me tomara enserio el insulto y convirtiera al humor en el principal objetivo de mi servicio.

—No insultaría a nadie más que a mi mejor amigo, Namjoon —Jungkook se levantó y coloco la mano sobre el hombro de su consejero—. Nos ocuparemos de esto los dos juntos como hemos hecho siempre, pese lo que pase.

—Lo haremos —concordó Namjoon.


Yisha

27 de Agosto de 2021 a las 02:46 4 Reporte Insertar Seguir historia
103
Leer el siguiente capítulo Capítulo 2

Comenta algo

Publica!
Jeon Bam Jeon Bam
Aquí vamos con otra más.
January 02, 2024, 02:29
Say RaLi Say RaLi
Me va gustando, eh.
December 24, 2023, 06:52
Bangtan World Bangtan World
Q emoción tilín
October 26, 2023, 04:23
lizi_doc Manual lizi_doc Manual
Se viene lo shido
December 12, 2021, 20:40
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 19 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión