Cuento corto
0
103 VISITAS
En progreso
tiempo de lectura
AA Compartir

Viernes, 25 de diciembre.

Acostumbrado como estaba a dormirme muy tarde en la madrugada, o cuando ya se distingue la amanecida que ilumina tenuemente mi ventana. Ocurre que aquella noche, prematuramente, sentí un cansancio particular. Fue como si ese algo desconocido del que me dispongo a relatar, hubiese absorbido mi energía de repente, haciendo que ya no pudiese mantener mis ojos abiertos, hasta que finalmente, sin que pudiese evitarlo, me dormí.

En un momento indefinido, supe que estaba consciente. Intuí que había dormido al menos un par de horas y mi cuerpo, a pesar de estar entumecido por una incómoda posición, ya no parecía tener la necesidad de seguir descansando. Tenía los ojos cerrados y por un momento, sólo oía mi respiración. Poco después y de forma gradual, empecé a percibir los vagos e indeterminados sonidos nocturnos, en su mayoría distantes e insignificantes. No obstante, entre todos ellos, pude notar que había algo más, algo que no era un sonido, sino más bien una sensación confusa, como una forma o presencia que parecía amortiguarlo todo a mi alrededor.

De repente, me sentí aislado, como si estuviese sumergido en una sustancia espesa. No podía entenderlo. En ese instante surgió en mí una inquietud leve, que progresivamente empezó a acrecentarse por la ahora certeza de mi absoluta inmovilidad. No podía abrir los ojos. Sentía que temblaba por dentro y apretaba los dientes con fuerza. Pero no era frío. Era el miedo que exponencialmente se extendía y me invadía desde dentro hasta convertirse en un pánico absoluto…

5 de Agosto de 2021 a las 08:31 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Continuará…

Conoce al autor

José Millán Pgxitfidqatqj igxti ie Oqjv Aniqtjg z ea qgvqogqlqcagxi pkfagqdad.

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~