cronista_atormentado Cronista Atormentado

Amores dañinos e imposibles, venganzas amargas y eternas, terror y soledad... La cotidianeidad que se esconde entre las sombras de las oscuras noches de los Condenados.


Fantasía Fantasía oscura Sólo para mayores de 18.

#romance #terror #vampiros #227 #sobrenatural
0
183 VISITAS
En progreso - Nuevo capítulo Cada 30 días
tiempo de lectura
AA Compartir

Como un fantasma entre ruinas

Últimamente pienso mucho en ti. Más de lo que estoy acostumbrado.

Siempre fuiste muy especial para mí y, a pesar del largo transcurrir de los años, jamás he podido quitarte del corazón. Eres como un dulce veneno que decidió aposentarse en lo más hondo de mi ser y se resiste a dejarlo sanar. Lo fuiste todo… y todavía sigues siéndolo. Y todo esto lo sabes, allá donde quiera que estés ahora, estoy seguro de ello.

Formaste parte de la niñez. Podría decirse, que prácticamente has estado junto a mí casi toda la existencia, tanto en cuerpo como en alma, y, cuando crecimos y al fin pude conocerte de verdad, te convertiste en la parte más importante de mi vida. Eras el vínculo entre la hermosa infancia y la madurez, como una ventana al pasado encarnada que tenía la capacidad de devolverme esa frescura y esa felicidad que no parecían poder regresar jamás. Tus ojos, tu sonrisa, tu voz… tu presencia… todo ello me hacía feliz como ninguna otra cosa en el mundo.

Pero tú escogiste tu camino, tomaste tus propias decisiones y yo las mías. Te alejaste de mí y yo también te alejé. Renegué de mis sentimientos y quise borrarte de la vida para poder seguir con ella, como se arranca una hoja de un libro para quitar un capítulo importante aunque agridulce… pero lo único que conseguí fue perder aún más a aquella persona que me había iluminado tanto. Arrojé tu amistad al fuego, como si fuera una carta con palabras dolorosas que nadie desea volver a leer, te perdí y nunca pude recuperarte. De todos los errores que he cometido, ese es el que más me atormenta, más incluso que otros en los que he hecho daño a personas muy queridas. Últimamente me aflige como nunca antes y oprime mi pecho como si fuera una enorme piedra, la enorme piedra de mi necedad. Ahora, si quiero tener tu cuerpo cerca, debo acudir a esta fría lápida que nada siente y solo puede darme silencio. De nada sirve en el mundo de los condenados fustigarse por lo que se hizo cuando el corazón aún latía, pero ni puedo ni quiero evitar acordarme de ti.

Siempre has estado en mi mente, pero últimamente tu presencia en mis sueños ha sido algo obsesivo. Cada vez que descanso, apareces como un grato espejismo, dispuesta a hacer estremecer mi mundo con tu recuerdo, de la misma forma que estremecías mi vida con tu sola presencia. Por eso he regresado a nuestra tierra. No existe ningún interés para nadie de nuestra especie en este lugar, pero para mí lo significa todo. De hecho, volver aquí me ha traído más dolor que dicha, demasiados recuerdos que llaman a mi puerta y amenazan con traerme cada instante del pasado. La nostalgia es algo muy poderoso y tormentoso para un condenado, puede suponer la fortaleza en un momento delicado o tu perdición si dejas que te derrumbe el pesar.

No me costó mucho encontrar tu sepulcro, aunque fue un momento doloroso. Fue como la confirmación de un secreto a voces que la razón clamaba. Es la única tumba que ahora permanece cuidada en este lugar abandonado, yo me esmero en ello. Limpio su maleza y traigo flores. Voy a esforzarme por seguir existiendo día tras día, mientras los siglos caigan sobre el tapiz del tiempo incansablemente, para acordarme de ti cada noche. No mereces ser olvidada o ser un garabato más en una tumba, no mereces ser un nombre que no significa nada para nadie. El tiempo me ha hecho olvidar muchos rostros, pero nunca olvidaré el tuyo, me ha hecho olvidar muchas personas, sucesos y sentimientos, pero no ha sido capaz de borrarte… porque no mereces ser borrada de este mundo.

Cada vez que el astro cae, visito el pueblo donde naciste, viviste y moriste. Ahora está abandonado, es un lugar tranquilo y nadie me molesta. Paseo por sus oscuras calles, deterioradas, llenas de maleza y sin iluminación, rememorando mis viejas vivencias y llevándote conmigo en cada pensamiento. Siempre me acompañará aquella vez que vine a verte con aquel buen amigo mío, cuyo nombre ha sido injustamente disipado por el tiempo, y recuerdo como todo esto estaba antes lleno de virtud. Creo que eras tú la que lo llenaba, al menos para mis ojos. Pero nadie con vida queda ya aquí, ni los muertos que están bajo tierra ni el solitario muerto que vaga sobre ella.

Siempre fuiste especial. Tu naturalidad ante cada aspecto de la vida y tu peculiar forma de ser te hacían tan única que he sido incapaz de encontrar a alguien que se asemeje a ti durante todo este tiempo. Observo rostros, escruto almas y escudriño sentimientos, pero no ha habido o habrá una mujer como tú. Fuiste como una estrella fugaz que merecía un puesto eterno en el firmamento o como un copo de nieve único que cae sobre el suelo e injustamente pasa desapercibido para el mundo. Incluso, a veces, cuando me olvido de las cosas horribles que supone ser un condenado, creo que eras tú la que debía estar aquí ahora, existiendo por siempre y acordándote de mí, de esa insignificante y mediocre persona que osó aparecer en tu vida. No, realmente no pienso que hubieras merecido acabar como yo. Tuviste una vida con felicidad y descendencia. Cambiaría todo lo que tengo ahora por haber podido compartir todo eso contigo, lo cambiaría todo por haber envejecido y muerto a tu lado. Soy lo que soy porque no había sitio en tu corazón para mí, soy lo que soy porque nunca conseguí que me amaras. Soy un condenado.

Este pobre idiota es todo lo que queda de mí. Este pobre idiota que regresa a donde ya nadie quiere estar y habla con los que no le pueden escuchar, este pobre idiota que decide atormentarse regresando al lugar que le causa tanto dolor y que prefiere permanecer atado al pasado que disfrutar de lo que se la ha dado. Este pobre idiota que vaga como un fantasma entre ruinas.

1 de Agosto de 2021 a las 16:57 0 Reporte Insertar Seguir historia
0
Leer el siguiente capítulo ¿Cómo he podido abandonarte?

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

¿Estás disfrutando la lectura?

¡Hey! Todavía hay 6 otros capítulos en esta historia.
Para seguir leyendo, por favor regístrate o inicia sesión. ¡Gratis!

Ingresa con Facebook Ingresa con Twitter

o usa la forma tradicional de iniciar sesión