Como todos las mañanas, voy a mi pequeño baño a ducharme así luego ponerme a estudiar mirando la pared de mi cuarto mal pintada de un rosa, que es mas blanco que otra cosa en el cual se asoman pequeñas manchas moradas de pintura vieja, este cuarto es tan pequeño que no tiene ni siquiera una ventana diminuta, a duras penas entra un mesita y silla, aunque podría sentarme en la cama que esta pegada a la mesa para estudiar y ahorrar espacio para poner una mesita de luz con cajones para mi ropa.
Me cuesta concentrarme cuando estudio así que utilizo audífonos con alguna balada para distraerme del mundo externo.
Siempre es la misma rutina me levando por la mañana me ducho, estudio un par de horas, como, me voy a la universidad de ahí al trabajo y nuevamente a casa, vivo sola desde que me fui de casa a los 16 años, así que tengo que controlar mis horarios, gastos y cuidar de mi salud sino quien lo haría. Pero en algún punto mi vida se volvió rutinaria y agotadora.
Lo que me di cuenta es que cuando uno crece no tiene amigos, sino son de la infancia, mas bien tiene compañeros así que vivo en base a esa regla, básicamente tengo solo una persona a la que llamar amiga y compañeros en la universidad con los que no tengo mucho trato.
Aun así trato de llevar mi vida lo mejor que puedo, pero en algún punto se volvió rutinaria, aburrida y fatigante. Hace tiempo que me falta algo, siento que llevo una vida tan monótona que me eh vuelto insensible, aun no se qué pero siento el vacío dentro mío, la ausencia de algo.
Así que decidí implementar nuevas cosas, me gusta leer así que Salí del trabajo y pase, aunque era tarde, por una tienda a comprar libros de ciencia ficción y fantasía, también compre algunos basados en hechos reales, llegue a casa y me fije en nuevas recetas para hacer, también me fije en gimnasios cerca de casa, pero me pareció más rentable salir a caminar o correr por la mañana, o en algún momento del día.
Empecé de apoco y así pase una semana, luego dos y la verdad costaba mantener ese ritmo de vida, así que decidí salir tres veces a la semana, lo mantuve por dos meses, me sentía mejor, con más energías, y a mi parecer me veía mejor, aunque ese no era el objetivo principal me conformo, pero aun sentía que me faltaba algo.
En una clase que tuve un profesor al que le decían pucho, debido a que fumaba mucho,
Nos pidió escribir un texto sobre lo que era la vida, para debatir; el profesor dijo que si bien mi texto representaba la realidad era insensible y superficial, así que me pidió escribir un texto para debatir nuevamente pero de fantasía.
Nunca sufrí tanto en mi vida, exprimí todas mis neurona para poder hablar sobre fantasía, y no conseguía escribir nada no sabía por dónde empezar, así que un día antes de la fecha de presentación hable con el profesor.
– primero busca que es la fantasía, luego lee libros de ello y trata de imaginar escenarios fantasiosos esto te orientara para poder escribir tu texto esta es tu ultima oportunidad Azul, tenes hasta la próxima semana para entregarlo- luego de decir eso tomo su bolso y se fue.
Tome los consejos que me había dado el profesor y los puse en práctica.
Tome los libros de fantasía que aun no había leído, trate de hacer escenarios fantasiosos en mi mente, vi muchas películas, artículos y videos que hablaban sobre la fantasía y como escribir sobre esta.
Entonces decidí pintar un paisaje que en una de mis lecturas de fantasía me había imaginado de como seria, compre pinceles, colores, primero lo hice en una hoja y luego lo pase a la pared con pequeñas machas que no era rosa ni blanca.
Empezó la semana me presente en la facultad de literatura, busque al profesor pucho y con muchos nervios de entregar un trabajo que me había costado tanto, lo leyó debatimos y termine mi día de clases con una nota de 10 por mi trabajo.
Con la tranquilidad de que todo el esfuerzo que puse en ese trabajo no fue en vano fui a trabajar, pero de pronto me di cuenta que había comenzado a imaginar distintos escenarios, situaciones, forma de distintas clases de criaturas, lugares, paisajes estaba muy inspirada, no quería desperdiciar esta imaginación que tanta vida sentía que me estaba dando, así que decidí escribir una historia de fantasía.
Mi rutinas de cada día estaba invadida por inspiración no podía esperar para que llegue la noche, que era mi único horario libre, para comenzar a escribir, pero sentía que cada vez que escribía una letra mi cuerpo, mente y espíritu se sumergían en ella, de pronto me quedaba por horas escribiendo y me olvidaba del exterior, al principio solo eran algunas horas demás, pero luego comencé a pasar noches sin dormir, las cuales se convirtieron en semanas, hasta que un día al salir para la facultad mi cuerpo comenzó a pesar, mi cabeza dolía, mis ojos ardían al punto de cerrarse, entonces, caí desmayada en la calle.
Matilda 1515
