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En esta nueva edición de EL SER MITOLÓGICO se le apuesta completamente a desarrollar la trama romántica (quizá un poco erótica) de la élite Macapa. En primer lugar, Agnis deberá sopesar por qué involuntariamente se emparejó al mismo tiempo tanto con Ryan, un vampiro milenario de la nigromancia, como con Ethan, un ser prodigio de los supranaturales. Así también, Katie decidirá traicionar a la élite Macapa por un bien común, lo que hará que Emma entre la espada y la pared redefina lo que siente por Katie. Asimismo, Sebastián al haber roto los lazos emocionales con Jade se arrepiente en la vasta miseria de haberla arrancado de su vida; por ello, deberá redimirse ante Jade hasta lo posible para que puedan reestablecer la unión natural que aguarda en la intoxicación emocional de sus seres.


Fantasía No para niños menores de 13.

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PRIMER ACTO: EL REENCUENTRO

En un habitáculo subterráneo totalmente mohoso se hallaba una enorme piedra circular en la que yacía un ser sobrenatural al parecer a punto de ser sacrificado, sin mencionar que alrededor había una muchedumbre de antorchas azuladas que intensificaban el sacrificio ceremonial. De los conductos de aquella cueva salió una congregación de feligreses listos para empezar la ceremonia de tributo al gran demonio de la ilusión Mara. Uno de los feligreses alzó la daga encantada para ser clavada en el corazón del ser sobrenatural, el cual ya se había resignado a morir.

—Ethan, ¡Ahora! —gritó el líder elitista.

—«Conjuración espacial: parálisis corporal» —dijo aquel chico que vestía de negro mientras daba una voltereta para depositar su mano sobre lo subterráneo.

Desde el momento en el que depositó su mano sobre el suelo de aquella cueva las mismísimas sombras de ese lugar se levantaron de manera violenta y sujetaron a los feligreses dejándolos completamente inmóviles. A pesar de todo ello, la daga se incrustó en el corazón del sacrifico ceremonioso sin necesidad de un portador que la accionara.

—¡Katie! —ordenó, una vez más, el líder elitista para que auxiliara al chico sobrenatural.

Apresuradamente, Katie, la integrante menor, apareció en la cueva e, inmediatamente, se acercó al chico sobrenatural para curarlo a través de la magia de los objetos (el encantamiento), pero lamentablemente era tarde para salvarle la vida a este chico inocente. Katie se sintió nostálgicamente devastada.

Emma, una integrante más de la élite, apareció al lado de Katie, la abrazó por detrás y, de alguna manera, le devolvió el ánimo a Katie. Esta se volteó con rapidez hacia Emma y la abrazó con tantas fuerzas que pensó que había abrazado a la misma nostalgia. «Se siente bien abrazar… la», se dijo a sí misma Katie, tratando de negar un poco lo que sentía. Instantes después, Ethan se unió al abrazo amistoso, mientras Sebastián, el líder que sólo ordena, les recordaba en la pequeña incómoda situación en la que estaban: en un ritual de feligreses ideológicamente enceguecidos.

De repente, las antorchas se tornaron de un color rojizo fulminante, como si el tributo sacrificado fuese la gasolina o el motor de su avivar. Segundos después, en las paredes de la cueva se hicieron agujeros por los cuales emergió una enorme multitud de esqueletos andantes con un cráneo arácnido. Una de ellas se desprendió y arremetió contra Emma.

—¡Cuidado con el c… araña! —balbuceó Katie mientras pateaba al cráneo arácnido.

Todos los chicos estallaron de risa. Katie se achantó.

—¿En serio, Katie, caraña? —bromeó Sebastián mientras combatía los esqueletos.

—No sabía que había una nueva especie de arácnidos —se burló Ethan—, ya sabes, las carañas —dijo Ethan no pudiendo contener la risa.

Emma simplemente reía.

Mientras la élite combatía con los esqueletos, uno de los esqueletos asesinó a algunos feligreses, quienes todavía se encontraban en parálisis por el conjuro de Ethan. Sebastián se dio cuenta.

—Protejan a los feligreses —ordenó Sebastián.

Todos hicieron un círculo protector alrededor de la congregación, pero los cráneos arácnidos eran aún más sagaces que la élite, por lo que la congregación fue masacrada. Al parecer, el objetivo de los esqueletos andantes era asesinar a la congregación, porque, después de ello, los esqueletos andantes se convirtieron en puras piezas huesudas, nada más.

—Lo veían venir —comentó Emma.

—No, estaban prevenidos —explicó Ethan, entre tanto notaba que la congregación tenía más de una daga, listas para ser incrustadas en sus propios corazones.

Frente a Sebastián apareció un papiro con un mensaje del mundo mágico: «A todas las élites del mundo mágico, reúnanse». Las élites son grupos mágicos que comandan en el mundo mágico, los cuales se conforman por los integrantes, el líder y el mentor: son uno de los núcleos sociales del mundo mágico.

—¿Acaso puede ser…? —preguntó Ethan un poco ansioso, aunque no se le notó.

Katie, automáticamente, abrazó a Ethan. Luego, sin ser ordenada, tomó la mano de Ethan y lo condujo a la salida de la cueva, hacia el mundo sobrenatural.

—No lo sabremos si no lo averiguamos —dijo Katie sin perder la esperanza y, además, estaba avergonzada por dejarse llevar de sus sentimientos.

—Chicos, espérenme —gritó Sebastián para que no lo dejaran atrás.

Emma rechistó la actitud inmadura de todos ellos. «Aquí volvemos de nuevo», se dijo para sus adentros, como si tratase de darse ánimo. Luego se encaminó rápidamente hacia ellos.

Sin dudar al llamado del deber, esta élite se dirigía remotamente hacia la ciudad mágica. Esta ciudad consiste, prácticamente, de tres ciudades, cada una, con una forma casi esferal, las cuales, a su vez, yacen integradas de manera triangular: la ciudad hechizada, la ciudad encantada y, por último, la ciudad conjurada.

En el centro de esta organización triangular se encuentra la base militar del elitismo, cuya función primordial es proyectar un halo de luz protector que, de acuerdo a la forma de la ciudad mágica, conforma un haz piramidal, el cual es interceptado por cada ciudad mágica. Esto con el fin de protegerse de la oscuridad de los seres sobrenaturales.

Sin mencionar la impulsividad de los sentimientos de esta élite, ya se situaban frente a la base militar del elitismo, donde se podía observar una esfera partida a la mitad y rodeada de un material aparentemente ferroso. Todos y cada uno de ellos se sumergieron en este material extraño y, con ello, se transportaron a una antecámara con una muchedumbrosa presencia de distintas élites.

—Esto es grave —murmuró Katie a la vez que se prendía del brazo de Emma.

Sebastián tragó un poco de saliva. Ethan estaba presto oídos.

Esta élite podía considerar que la emergencia era realmente preocupante, debido a la confluencia de élites y diversidad de especies mágicas. Tras cada élite, notaban que había seres naturales (fisicalistas, mentalistas), seres sobrenaturales (hombres lobos, genios, vampiros, medusas, elfos, hadas…) y seres supranaturales (ángeles, demonios e hijos de la muerte), sin reiterar que cada vez llegaba más élites.

—Quizá se sientan extrañados de ver tantas élites reunidas en un mismo lugar para un mismo fin en curso —Se escuchaba estremecerse una voz mental a lo largo de todo el recinto en el que se hallaban, habilidad que pertenece a los mentalistas—, pero esta vez nos enfrentamos a un ser sobrenatural bastante temido en el mundo mágico —cerró su discurso con una intrigante espera—: Actividad Tulpa.

Una vez fuese nombrado «Actividad Tulpa», todas las élites ahí presentes empezaron a escudriñar entre ellos mismo, pareciendo que ese lugar fuese un punto de protesta o, quizás, algún drama en el que no estaban dispuestos a participar. Pues, como los chicos también sabían, la Actividad Tulpa era el índice de que Natus Vincere había vuelto, había regresado, había reencarnado una vez más.

Katie arrastró a Emma hacia donde estaba Ethan y se prendió también del brazo de Ethan. Sebastián, por detrás, los abrazó a todos, un abrazo lo suficientemente cálido como para reconfortar a su élite. Ahí, los chicos, enlazaban sus sentimientos sobre lo que fuese que Natus Vincere significara para ellos, pero, lo más importante, es que seguían juntos para resolver cualquier problema, un problema que le darían solución como una familia íntegra.

—Se nos ha notificado que ha habido Actividad Tulpa en el mundo natural —prosiguió la voz mental—. Como ya sabéis, la Actividad Tulpa es un ser sobrenatural fundamentalmente poderoso —dijo la voz mental con un matiz de resignación—, pues es capaz de adentrarse en los estados más profundos de cada individuo o, peor aún, de hacerse uno con el entorno… —La voz mental hizo una pausa, como si ya hubiese experimentado a la Actividad Tulpa—. Todo con el objetivo de poder de destruir lo que sea que tenga que destruir… Por ello —La voz mental recobró fuerzas—, élites del mundo mágico, diríjanse a la ciudad de Pavistón, protejan a nuestro mundo mágico amado —La voz mental se disolvió.

Sebastián, Ethan, Emma y Katie sintieron un escalofrío perturbable recorrer por toda su espalda. Sebastián, sin palabra dicha alguna, les dio a entender que debían dispersarse para encontrar primero a Natus Vincere antes que cualquier otra élite, de lo contrario tendrían que enfrentarse contra el mundo mágico.

Todas las élites se encauzaron hacia el mundo natural en busca de Natus Vincere, aquel que juró destruir algún día el mundo mágico.

29 de Junio de 2021 a las 13:41 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Conoce al autor

Sapiens Sapiens Ssappiennss es un escritor de fantasía, una fantasía oscura que abarca la incomprensión mordaz de las relaciones socioemocionales, que intenta comprender la reflexión lacerante de los estados internos de un individuo y, en general, que escribe sobre la percepción despótica del mundo, supuestamente, fantástico que nos merodea. No se trata del pesimismo de Ssappiennss, sino, por el contrario, de transmitir la importancia del pensar y del sentir, inherentes al ser individuo.

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