Familia feliz, esas dos palabras siempre estaban en la boca de Lucas, se sentía como un ser deseado, un ser amado por sus padres adoptivos, los recuerdos de sus padres biológicos iban desapareciendo con el trascurso de los días. Hoy se cumplía 2 años de no verlos, 2 años desde que decidieron abandonarlo en esa casa hogar, lugar que Lucas odiaba pues le recordaba la falta de amor por las 2 personas que le habían dado la vida.
Tomas y Rebecca sus padres lo trataban con mucho cariño, después de todo era la luz de sus ojos, su padre era más reservado, pero eso no evitaba que demostrara el amor que le tenía a Lucas, por otro lado, Rebecca era muy expresiva cuando se trataba de su hijo.
- ¿Podemos ir por unos dulces mami?
- No sé, ya es tarde para dulces ¿no lo crees?
- No es tarde además como vamos a ver la película si no hay dulces
- Está bien estrellita, le diremos a papá que nos lleve por dulces
Lucas y sus padres se dirigen hacia un supermercado, todo era normal. Lucas corrió hasta llegar al estante y escogió unas papas y unas gomitas sus favoritas. Fue en ese momento cuando voltio y vio correr a su padre hacia donde estaba el, cerró los ojos, pero jamás sintió los brazos de su padre. Cuando los abrió un silencio perturbador lleno todo el establecimiento y es cuando vio el cuerpo inmóvil de su papá el cual estaba en el suelo con una gran mancha de sangre en la espalda.
- ¿papi? - dijo Lucas con voz temerosa.
Su madre lo tomo por la espalda lo que le causo un escalofrió por su espina dorsal, cuando giro su rostro para mirar a su tan querida madre la vio con lágrimas en sus ojos.
- no te preocupes, saldremos de esta mi estrellita.
Había personas corriendo a todas direcciones incluyendo a su madre, Lucas solo veía los rostros llenos de lágrimas y de miedo, ese mismo sentimiento que lo invadió. De pronto su madre paro y bajo a Lucas de sus brazos.
- corre muy rápido, hasta llegar al auto y no voltees por nada.
Lucas intento hacer lo que su madre dijo, pero no pudo evitar voltear, vio a su madre tirada en el suelo con sangre en la cabeza, Lucas corrió hacia el cuerpo de su madre
- no te quedes aquí mami, corre conmigo.
Esas palabras salían una y otra vez de la pequeña boca de Lucas. De repente sintió un golpe en su rostro acompañado de un inmenso dolor, cuando volteo hacia arriba vio a un hombre grande y de aspecto desagradable.
- ¡cállate! Niño idiota
Ese hombre era el causante de todo el dolor y angustia que sentía Lucas, por su mente recorría este pensamiento debo correr como dijo mami o me quedo aquí, me duele mi cara y ese feo señor sigue gritando.
Volvió a girar su pequeño rostro y pudo ver luces azules y rojas, escucho fuertes golpes, pero el solo quería mirar a su madre, ese ser que lo había cuidado y amado, aunque ella no fue quien le dio la vida. Se quedó abrazado al cuerpo inmóvil de su madre, cuando sintió unos brazos, giro y sin pensarlo dijo
- Papi
Fue cuando se percató que aquellos brazos eran de un desconocido. Cuando lo sacaron del supermercado fue la primera vez que vio a ese ser, era horrible, no tenía ni brazos ni piernas, tenía sangre saliendo de su boca y en donde se suponía que deberían ir sus ojos solo había obscuridad, pero parecía que nadie más lo veía.
- Vamos pequeño, estarás bien, ya se acabó todo.
Para Lucas esas palabras eran mentira pues apenas estaba comenzando todo.
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