𝘿𝙖𝙧𝙠 𝙎𝙞𝙙𝙚 [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ] Seguir historia

—Buenos días cariño. ¿Cómo dormiste?-Preguntó mamá dándome un beso en la mejilla y poniendo mi desayuno encima de la mesa.

Le sonreí.

—Bien mamá. Aunque... ¿mingyu? ¿podrías dejar de escuchar música tan tarde? He tenido que dormirme a las 2 de la mañana por eso.—dije en un tono amable que era obviamente fingido.

El me sonrió.

Mingyu y yo teníamos la misma edad, ambos teníamos 17 años y cursábamos en último año en secundaria.

Ninguno de los dos nos soportábamos y aún no lograba entender el por qué. O tal vez si... el era muy idiota y siempre me molestaba. Nunca dejaba de mirarme y siempre hacía algo a propósito para hacerme quedar mal.

Por eso no lo soportaba.

—Claro... Pero no entiendo porque te quejas si él que debería quejarse soy yo hermanito.— Frunci mi ceño al escuchar su tono fingido de tristeza.

—¿Disculpa? ¿Por que deberías quejarte? Yo siempre me duermo temprano y nunca molesto o subo la música a todo volumen.—espeto indignado.

Nayeon asintió dándome la razón y papá igual cabeceó en tono de acuerdo.

Sonreí. Esta vez yo iba a ganar.

—Pues... Siempre escucho gemidos tuyos y no es que seas muy cuidadoso hermanito. Creo que deberíamos tener una charla sobre la masturbación porque ese ha sido un tema que hemos discutido muchísimo en esta familia ¿o no es así papá?— preguntó inocentemente haciendo que lo fulminará con la mirada.

¡Ese maldito estúpido!

El sabia que mi familia era muy tabú respecto al sexo, la masturbación, o cualquier cosa que implicará "desnudarse y darse placer" y aun así, se atrevió a decir eso él muy cabrón.

Quise saltar para arrancarle todo él puto cabello pero mamá y papá me miraron en tono de reproche no muy conformes.

—Jimin...¿acaso eso es verdad lo que esta diciendo tu hermano?—pregunto mamá con molestia— ¿Es que acaso no escuchas las reuniones familiares, al padre o a las charlas que dan los hermanos Víctores los domingos en la iglesia?—revolee mis ojos al escuchar ese estúpido apellido.

Los hermanos víctores creían que todo estaba mal en el mundo.

¡Incluso besarse! ¿Quien diablos creía eso en él siglo 21?

Exacto, nadie.

Negué.

—Claro que no mamá. Y ya debo irme que se me hace tarde.—Dije entrando una tostada a la boca para rápidamente salir de ahí como alma que llevaba el diablo.

Después del alrededor de 10 minutos caminando por fin llego al dichoso infierno.

Suelto un gruñido.

Como odio la escuela.

Aprieto las coreas de mi mochila y me dirijo hacia adentro esquivando a los estudiantes bochornosos, los murmullos, las miradas acosadoras y a los llamados de las chicas ofrecidas.

No es que era él chico más lindo de la faz de la tierra pero tampoco era taaaaan feo.

Tenia lo mío.

Sin ofender, claro.

Seguí caminando por el pasillo de entrada buscando alguna cara conocida pero nada.

Eso me pasaba por ser un puto asocial.

Además, mi mejor amiga no estaba en esta escuela. ¿Que más podría pedir?

Suspire buscando mi casillero y unos estúpidos murmullos interrumpieron mi búsqueda haciendo que capte mi atención.

Tres chicos muy atractivos caminaban por

el pasillo de la escuela haciendo a todos suspirar y mojar bragas.

Y ahí estaban los tres mosqueteros.

Mingyu, mi estúpido hermano y el bromista del grupo. Alex, el estadounidense mujeriego, fiestero y ingenuo del grupo. Y luego... él. El chico que había captado toda mi atención en estos últimos dos años. Jungkook. El frío, arrogante y antipático del grupo.

Este chico era muy inteligente y misterioso. Siempre sacaba las mejores notas y nunca lo he podido superar en literatura por más bueno que yo sea. Todavía me intrigaba muchísimo cómo es que alguien tan inteligente como él podía juntarse con gente tan idiota como Alex y mi hermano.

Mingyu al pasar por mi lado, se puso enfrente de mi haciéndome respirar profundo y contar hasta diez mentalmente.

—¡Hermanito! ¿Sabes que mamá y papá te llevaran a una charla de "no a la masturbación" este jueves?—Dijo en tono de burla.

Los alumnos que estaban reunidos escucharon a mingyu y inmediatamente se explotaron de risa haciendo que me sienta algo avergonzado.

No respondí.

Simplemente abrí mi casillero, tomé mis cosas y me volteé para ir a mi clase pero por supuesto, el me lo impidió.

Alex y jungkook espantaron a los estudiantes y estos se fueron corriendo algo atemorizados.

Por dios, ya venía mi pesadilla.

Mingyu me empujo contra él casillero acorralándome contra este.

—¿Por que no me respondes cuando hablo?—Me preguntó algo enojado.

Yo simplemente sonreí.

—Hermanito, no eres el puto centro de atención. Ahora dejame ir, tengo clases y no quiero llegar tarde.—Este se enojó y me tomó por el cuello de la camiseta escolar haciendo que se arrugara.

Tranquilo jimin. Solo cuenta hasta diez y no pierdas la puta paciencia.

—No vas a ningún lado. Tu siempre me quieres hacer quedar mal delante de los park y dejame decirte que no lo lograrás "hermanito"—aquello lo dijo con sarcasmo— Este año jimin... este año tengo muchas sorpresas guardadas para ti. —me dio un beso en el cuello para luego irse por el pasillo contrario dejando que la rabia recorriera todo mi cuerpo.

Miré mis libros esparcidos por el suelo y ni siquiera noté que los había tirado cuando el estúpido me acorraló.

Me agache para recogerlos pero ya alguien lo estaba haciendo por mi.

Levanté mi mirada y vi unos ojos negros mirarme con diversión. El me tendió los libros.

—G-gracias.— tartamudee cogiéndolos en mi mano y una corriente eléctrica me recorrió él cuerpo.

Jungkook solo asintió y se fue por el pasillo caminando lentamente y sin mirar atrás.

Tomé los libros contra mi pecho y suspire mordiendo mi labio inferior.

Este año iba a ser interesante.

O eso esperaba...