lukasgress Lucas Gress

Una mañana, después de una tormenta, un muchacho contempla junto a su madre el raro espectáculo de dos enormes colas de cocodrilo asomándose sobre las rocas. En medio del temor y el asombro que esto les provoca, la mujer y su hijo encuentran en aquel momento la retrospectiva de su existencia y una inquietante idea de su destino.


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#cocodrilos #apocalíptico #playa #corto
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Las colas de los cocodrilos

El temporal había dejado el mar tan agitado que podían verse los brazos espumosos de las olas intentando escalar las cimas de los riscos y resbalar como lágrimas sobre las piedras. La lluvia había cesado y el viento parecía dar tregua a las copas de los árboles y palmeras que habían pasado toda la noche inclinadas hacia el oeste. El cielo seguía cubierto por un manto arrebolado que impedía el paso de los rayos del sol, y unas finas gotas salpicaban los vidrios de las ventanas de la casita desde donde un muchachito melancólico, de unos trece años, contemplaba las olas como las garras de una mortal bestia.

A ratos le parecían los ásperos brazos de algún ser mitológico emergido de las entrañas del mar, y otras, un montón de serpientes en medio de una extraña danza de apareamiento. Sin embargo, conforme el oleaje empezó a apaciguarse y las rocas descansaron del asedio de su espuma, lo que el muchacho vio fue, más bien, un par de colas gruesas y escamosas que se agitaban felizmente, como armonizando el ruido del océano.

—¡Son cocodrilos! Mira, mamá: están allí, entre las rocas —señalaba con una mezcla de asombro e incertidumbre, el muchacho—. ¡Están tan cerca!

—¡Pero esas colas son enormes! —exclamó la mujer con espanto—. Seguro son del tamaño de esa especie que vive en África. —Y apenas lo dijo, se aproximó a cerrar el pasador de cada ventana y puerta de la casa—. Deben estar aquí porque ya no nos tienen miedo. Como hace mucho que la gente no visita las playas, todos ellos están regresando. Seguro y más allá, entre las olas, estarán nadando también un montón de tiburones.

—¿De veras es posible que haya cocodrilos y tiburones en esta playa? Pero si...

—¡Por supuesto! —interrumpió la mujer con aire melancólico—. Antes esta playa estaba infestada por esos animales; de allí su nombre.

—Nunca en mi vida había visto cocodrilos tan de cerca —suspiró todavía asombrado—. Jamás se supo de algún pescador de la zona que haya sido atacado por alguno de estos animales.

—Es porque nos tenían miedo. Los despojamos de su hogar hace mucho tiempo; sin embargo, pareciera que jamás les arrancamos esta tierra de su memoria. Ahora que no hay más gente en las playas, todos ellos están volviendo. Anda, ve a ver si está cerrada la ventana de tu alcoba; quien sabe si, después de todo este tiempo, ellos estén dispuestos a perdonarnos; o si, en cambio, decidirán aprovecharse de nuestra vulnerabilidad, tal y como nosotros lo hicimos cuando todavía éramos una especie dominante, o tan siquiera numerosa—. Y después de un largo silencio agregó:

—¿Te das cuenta? A lo mejor y por eso los vemos más grandes de lo habitual; esas colas entre las rocas parecen tan enormes como el risco de una montaña. ¿Es así como contemplan el mundo las especies en vías de extinción; absorbidas por la enormidad y sus peligros?

Y mientras la mujer se enredaba entre reflexiones que flotaban en el hondo silencio de aquella casa —tan vacía en tan sólo en unos meses—, el muchacho pensaba con horror en las incontables ocasiones en que él y su madre cruzaban la bahía en una endeble lancha de plástico hasta la playa vecina en donde se dedicaban a vender artilugios a los turistas que allí vacacionaban. Una época que, si bien no estaba tan alejada por los días marcados en el calendario desde el inicio de la epidemia, en la memoria del muchacho se dibujaba tan lejana que apenas si parecía que hubiera sido real; una fantasía apenas vislumbrada en el ocaso de la era de la humanidad.

5 de Junio de 2021 a las 04:43 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Conoce al autor

Lucas Gress Lucas Gress (Ciudad de México, 1994). Escritor "de calle". Egresado de la licenciatura en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Primer lugar a nivel estatal en el Concurso de Expresión Literaria sobre los Símbolos Patríos organizado por la SEP, participando como figura educativa del CONAFE. A la fecha ha participado en talleres de creación literaria y narrativa.

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