u16099817811609981781 Sharon González

Trata de una chica demonio que su sueño es vivir en el mundo humano, le comenta al rey demonio y hará realidad su sueño a cambio de cierto número de contratos, pero dicho demonio no la dejara ir.


Ficción adolescente No para niños menores de 13.

#angelesydemonios #301 #sueños #romance
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Capítulo 1: La llegada al infierno.

Es un gran día aquí en el cielo, hay tanta paz , los ángeles bajando al mundo humano para hacer la misiones que Dios los ha enviado a cumplir.

Astaroth es una ángel preferida de Dios ya que es la mejor que cumple sus misiones, no ha tenido ningún problema con ella, Dios ha dicho “Cómo quisiera que todos mis ángeles fueran como ella”, pero claro no falta la envidiosa o el envidioso que busca perjudicar a las personas con buena reputación para que dejen de ser las consentidas, ésto es lo mismo que pasa desde hace millones de años.

Pero hoy todo cambió, todos los ángeles fueron a cumplir su misión, después de un tiempo todos regresaron, tomaron alineación frente al gran señor para dar réplica a cada misión, en ese momento llegó Annie la ángel envidiosa:

– Señor, algo muy grave ha sucedido– enunció.

–Annie fórmate espera tu turno,– contestó con voz cantarían.

– Es sobre Astaroth– grito, mientras los demás dirigían la mirada hacia Dios.

–¿Qué pasa con ella?–exigiendo una respuesta– Annie contesta.

Los demás ángeles nunca lo habían visto tan preocupado, en verdad la quiere demasiado ya que fue una de las primeras ángeles que creó y le mostró verdadera lealtad.

–Hizo que un hombre enamorado, golpeará a su pareja– tartamudeo– se le hizo presente como una mujer humana y lo enamoró para que se suicidara mientras lo veía su hijo–mencionó, mientras que por dentro se burlaba.

–¿Cómo sabes que fue ella?–exclamó.

–Bueno..... Su poder es dirigir los placeres del amor– murmullo temerosa, ya que su señor la miraba con sorpresa y dudaba de su palabra– y maneja a los espíritus de la muerte.

– Astaroth...... Astaroth...... – gritó con voz arisca.

Astaroth seguía en el mundo humano queriendo terminar la gran tarea que se le encomendó, estaba siguiendo a una pareja de chicas que iban sumamente encarameladas, Astaroth le llamó mucho la atención era la primera vez que veía a una pareja del mismo sexo, quería curiosear para saber el porque no eran de distintos sexos, hasta que....

– Astaroth.... Astaroth.... – susurro un ángel.

– Aaaah.... Aaa.... Ame... nadiel– sollozo– ¿Qué sucede?– preguntó Astaroth.

– Dios te está buscando desesperado– dijo alarmante.

– ¿Por qué?– interrogó

La tomó de la mano y ambos volaron al cielo, al llegar corrieron rápidamente a buscar al Señor, los demás ángeles aún seguían en formación para esperar su turno y saber que va a pasar con Astaroth.

– Ho..la– temerosa se acercó a Dios– ¿Necesita algo?

– Si– contestó con un nudo en la garganta, no podía creer lo que su ángel preferida le había desobedecido al hacer tal acto.– Te destierro del reino de los cielos.

Ella lo miró con rareza y confusión, quedó en shock que no puedo preguntar él porque, Dios la miró con frialdad y a la vez tristeza, mientras que Annie se reía con goce. Amenadiel se dió cuenta, junto a Amon de lo sucedido y ambos intentaron defenderla pero el señor se dió la vuelta y les dió la espalda a ambos fríamente.

Dos arcángeles escoltaron a Astaroth hasta la puerta del infierno, dónde Lucifer fue quien la recibió con mucho gusto.

–Ooooh– sonrió maquiavélico– ya veo... Otro ángel que se revela ante las reglas de nuestro señor Dios.. jajajaja– reía, mientras tomaba de las alas a aquella pobre ángel, para cortarlas. Ella se retorcía del dolor por sus alas, la tomó del brazo y la lanzó a la horda de demonios que esperaban a su nueva presa.– Ok, arcángeles ustedes no son bienvenidos aquí, pueden irse...– los arcángeles dieron vuelta extendieron sus alas para emprender vuelo, pero fueron interrumpidos– díganle a su Jefe o su Señor como le quieran llamar....– se quedó callado por un momento– que gracias por enviarme a sus mejores soldados, espero y después no se arrepienta– su cara se llenó de burla, camino y cerró las grandes puertas de su reino.

Los demonios tomaron a Astaroth de las piernas y la arrastraron al fondo del infierno donde le darán su bienvenida, todos comenzaron a jalar sus extremidades de un lado a otro, ella gritaba del dolor, en ese instante reaccionó y se dio cuenta en donde se encontraba.

– Yo no hice nada– grito llorando– sueltenme, por favor– se atrevió a suplicar, sabiendo que los demonios entre más súplicas más grande será la tortura, se acercó el rey demonio e intentó interrumpir, porque no podía que maltrataran aquella nueva demonio, pero siguió su camino demostrando que no vio nada. Lucifer pensó “dejare que se diviertan un poco, después iré a ayudar para que acepte con gusto ser mi subordinada”, los demonios buscaron todos sus utensilios de tortura, como cuchillos, navajas, látigos, etcétera. Entre todos había un demonio que era el más sádico de todos y ama torturar a los ángeles que fueron desterrados son su especialidad.

–Pequeña, cuéntame ¿Cómo te llamas?– su mirada se llenó de excitación.

–As....as.....taroth– tartamudeo llena de terror.

El demonio tomó el látigo y le pidió amablemente que se recargara en la pared, ella se levantó y se sostuvo e inició a azotarla una y otra vez, pasaron semanas con el mismo sufrimiento.

En el cielo todo seguía igual, Annie la ángel que mintió logró su objetivo ahora ella era la preferida de Dios, aunque ahora se arrepiente ya que las tareas difíciles son encomendadas a ella y es algo que no le gusta, pero ahora tiene el poder de mandar y ordenar a los demás ángeles. Amon y Amenadiel estaban buscando una manera para que el señor la perdonará, pero entre más y más intentos todo fue en vano ya que nunca cambia de parecer, así que Amon quería demasiado a Astaroth y encontró una gran forma, es obvio haciendo enojar al señor, lo llamaron para darle su tarea del día ahora tenía que darle suerte a un joven que buscaba trabajo y nadie lo contrataba por no tener experiencia, siguió al joven he hizo su magia, el chico obtuvo el trabajo, salió de ahí y se detuvo pensando “ya no quiero estar en el cielo si no está Astaroth, soy su ayudante y su amigo.... Tengo que hacer algo para que me envíen al infierno junto a ella”, cerró su puño y lo estrelló contra la pared porque no se le ocurre nada bueno, extendió sus alas para regresar pero algo lo tomó del pie, era un espíritu siniestro....

– Acabo de leer tus pensamientos.... Yo te puedo ayudar– deleitó con una gran sonrisa de placer ya que consiguió la atención del ángel.

– Ok, ¿Cómo me puedes ayudar?– interrogó Amon.

– Pues..... Sígueme....– susurro mientras lo tomó del brazo y lo transportó a una ciudad a la cual no tenía permitido ir, ya que era la zona que los arcángeles dominaban, el tan solo estar ahí era un gran paso para que se enoje Dios.

– ¿Qué hacemos aquí?– balbuceó y lo miró vacilando.

– Pues aquí hay paz... Mucha paz... Puedes hacer cualquier cosa para desatar un caos– dijo y se desvaneció, ahora todo dependía de Amon. Caminó por varias horas pensando en que hacer, hasta que se presentó una chica que quería vengarse, así que se acercó y escuchó atentamente lo que quería hacer, tenía planeado matar a todos los chicos y chicas que le han humillado, el ángel sólo le dió un pequeño empujón para que tuviera agallas.

Regresó al cielo feliz de lo que había ocasionado, todos ya estaban formados para entregar su reporte, pero Dios dirigió su mirada hacia él.

– Amon, ven por favor– molestó vociferó. Amon camino hasta quedar frente a su señor– no es necesario que te diga el porque estoy molesto ¿Verdad?

– No sé de qué habla– lo dijo con voz pícara, el cinismo era lo que más lo hacía enojar– sólo cumplí con lo que me pidió.

– ¡Fuiste a la zona prohibida!– comentó con voz ronca.

–¿Y por qué está prohibida?– río y se acarició la nuca suavemente– sólo quise explorar un poco.

Dios tronó los dedos y se acercaron los dos arcángeles más fuertes del cielo, Amon colocó sus manos en la cintura haciendo un arco para que lo tomaran por los brazos, felizmente se dejó arrastrar al infierno.

En la puerta lo recibió Lucifer hizo lo mismo que con Astaroth y dejó que los demonios lo torturan, pero a Amon se le borro la sonrisa al ver a Astaroth tirada con marcas en su cuerpo, eran profundas, la miró con tristeza y corrió deprisa hacia ella pero algunos demonios lo detuvieron, los tomaron a ambos por el cabello.

– Veo que se conocen– dijo en forma hostil el demonio que se encarga de las torturas.

– Por favor, a ella ya déjala– suplico con su voz quebrada, mientras miraba a Lucifer que se acercó para ver y constatar que lo fueran a torturar, forcejeo con el demonio y se arrodilló frente a él– por favor, haz que la dejen– trago saliva y siguió– haré lo que me pidas.

Lucifer dió dos vueltas alrededor de todos y pensó “si lo ayudó podrá ser de mucha ayuda”, se acercó lentamente a aquel chico que suplico, se arrodilló y se acercó al oído.– la dejaré ir, incluso la ayudaré en lo que pueda, peeeero.....– guardó silencio, giró la cabeza miró a Astaroth y se mordió el labio inferior, dió un gran suspiro y regreso el rostro hacía Amon– tendrás que ayudarme en todo lo que te ordené, serás mi fiel y gran sirviente, no sólo mío sino también de ella ya que ahora me pertenece y será la que me acompañé a reinar este mundo– aquel chico, agitó la cabeza asintiendo– bien, pero esté es un secreto entre nosotros, si alguien se entera sufrirás.– Se levantó y caminó en dirección a la nueva demonio, acarició su rostro y sanó todas sus heridas, la levantó entre sus brazos y se la llevó a descansar– no quiero que la toquen a ella y a él ¡Entendido!– gritó mientras seguía su camino.


15 de Marzo de 2021 a las 01:16 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Leer el siguiente capítulo Capítulo 2: El sueño de Astaroth.

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