a_little_dreamer09 Little Dreamer

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ─── 𝘜𝘯 𝘪𝘯ú𝘵𝘪𝘭 𝘴𝘦𝘳 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘤𝘳𝘪𝘢𝘵𝘶𝘳𝘢𝘴 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝘯𝘢𝘵𝘶𝘳𝘢𝘭𝘦𝘴. 𝘌𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘯𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴, 𝘯𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯 𝘺, 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘢𝘤𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶é𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘦𝘹𝘵𝘪𝘯𝘤𝘪ó𝘯, 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘪𝘦𝘳𝘰𝘯. ╫ ❲ ❈ ❳ ╫ Taehyung siempre ha vivido toda su vida de una sola forma, no conoce otra... y tampoco conoce a más personas excepto una, su mentor. Nació, creció y estudió en la Mansión; Pero, sus extraños sueños le harán ir en busca de aquella persona protagonista de ellos. En su camino, su objetivo será ir en busca de aquello que causó la extinción de la raza humana hace miles de años, así como también, buscar su propósito en el mundo siendo el único de su especie. ─── ❖ ── ✦ ── ❖ ─── Fanfic de BTS, mención al VHopeV


Fantasía Todo público.

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Capítulo 1

Capítulo 1

Año 2437 – Reinicio

Al mirar las manecillas del reloj, uno puede llegar a pensar que éstas emiten un sonido tan estruendoso cuando todo está en silencio que, llega a ser ensordecedor hasta cierto punto. El aparato daba un cuarto para las ocho de la mañana y, en aquella sala del segundo piso de la casa, se encontraba una persona sentada en uno de los sofás, esperando el momento indicado; momento que llegó cuando la puerta se abrió.


La persona que apareció en el umbral de la puerta, vestía una camisa manga larga de color verde esmeralda, un cómodo pantalón flexible de color negro y, unos zapatos de vestir del mismo color.


—¿Estás listo para tú examen, Taehyung? —Preguntó desde el sofá, mantenía sus ojos centrados en el castaño que recién entraba y, al igual que sus brazos, sus piernas también estaban cruzadas de forma casi perfectas entre sí. El chico asintió y tomó asiento en aquel lugar que estaba preparado para él, aquel rincón que conocía desde que tenía memoria y, se podría decir que, desde siempre.


La habitación era algo parecido a una oficina, tenía un par de muebles para recibir gente, una mesa para café, un par de lámparas que iluminaban el área y, una que otra decoración; claro, eso era solo una parte de la habitación. En la otra mitad, había un pizarrón, un escritorio en toda regla con su asiento cómodo para quien se atreviese a sentar ahí y, lo más importante, una mesa y silla para él único que realmente aprendía algo allí.


Las paredes eran de un color blanco perla, estaban bien cuidadas y prolijas, sin riesgo a ser manchadas. Como complemento, las cortinas sobre el par de ventanas que dejaban entrar la luz natural eran de color azul, con pequeños detalles grises en sus puntas. Cualquier persona que entrase a la habitación, podía fácilmente describirlo como un lugar sereno, un lugar al cual irías sí tuvieras algo en lo que pensar; pero claro, no hay mucho en que pensar además de las respuestas del examen y, no hay nadie más a parte de ellos dos que use aquella habitación, al igual que la casa en general.


El hombre de mirada conocedora y pesarosa, se levantó del sofá gris de una forma casi majestuosa, se acercó al escritorio y sacó de uno de los cajones el único pequeño fajo de hojas que había dentro. Se dirigió hasta donde el castaño y con mucho entusiasmo, dejó el examen sobre la mesa; junto a estos había un lápiz de color rojo, un borrador y un sacapuntas solo por si acaso.


—Tienes dos horas y media, puedes empezar. —Y así, el reloj impulsado por magia, extendió un holograma idéntico hacía el lado izquierdo, mostrando así la cuenta regresiva del tiempo que tenía Taehyung para su examen. El reloj era mágico y por los momentos, solo respondía a la voz del hombre, el cual fue hasta el sofá nuevamente y se echó de largo a largo en él, cerrando sus ojos cuando pasó sus brazos por detrás de su cabeza.


—Oye, ¿No deberías estar supervisando que no haga trampa? Que descuidado de tu aparte.


—Cierra la boca Taehyung, te he criado muy bien durante toda tu vida así que, la pregunta aquí es, ¿Realmente serías capaz de hacer trampa? Y, más aún, ¿Acaso me harías trampa a mí? —Pregunto con ironía y burla en su voz. —Soy un gran brujo aquí como me ves... Y no, no estoy siendo vago, solo me doy la buena vida que todo buen brujo necesita.


El joven rodó los ojos y encogiéndose de hombros, empezó a leer y responder su examen de forma tranquila, ignorando el hecho de que aquel hombre al que tanto quería y respetaba, a veces solía ser un poco descuidado. ¿Cómo no prestarle atención a alguien que está realizando su último examen de nivel secundario? No hay manera de que le descubra, pero... es su hyung así que, nada puede sorprenderle a este punto.


—No divagues mucho, que el tiempo sigue adelante mientras nosotros nos detenemos. —Le sonrió, aún con los ojos cerrados. —Así que, mucha suerte.


—No la necesito.


Y después de aquello, no hablaron en todo el lapso de tiempo que se había acordado, ya que Taehyung estuvo concentrado escribe y escribe en su examen; tanto que hasta se puede decir que causaba cierta inquietud esa forma autómata (Y casi sistemática) en la que él se centraba de forma inteligente para olvidarse del mundo a su alrededor. Porque sí, así se le había enseñado y así podría concentrarse más a pesar de no haber estudiado nada.


El reloj mantenía firmemente su tictac y, a raíz de la concentración que mantenía Taehyung, no se percató de cuando se había quedado solo, o al menos no lo hizo sino hasta que dejó su lápiz sobre la mesa y notó que su tiempo había acabado, así como sus respuestas pendientes del examen. Estaba completamente hecho y decidió levantarse para estirar su cuerpo con aquella calma que siempre le abrigaba en aquel lugar. Miró a su alrededor y al ver que era el único en aquel lugar, decidió buscar a su mayor, pero cuando abrió la puerta, el otro estaba por entrar.


—¿Pensabas escapar? —Preguntó este de forma chula, cruzándose de brazos.


—Yoongi hyung, he acabado; ahora, aliméntame—Yoongi rodó los ojos e hizo espacio para dejar que Taehyung saliera de aquella habitación. —Me estoy muriendo de hambre, me comería la casa entera sí pudiera.


—No sabes cuánto me alivia que tu dieta no incluya construcciones grandes de concreto, de otra forma no tendríamos donde vivir. —Yoongi chasqueó sus dedos y, en un abrir y cerrar de ojos ya tenía el pequeño fajo de hojas que le había entregado a Taehyung en su mano. —Revisaré esto después, más te vale no haber bajado tú nota por haberte quedado toda la noche jugando.


Taehyung se paralizó, se sintió algo nervioso y acabó por rascarse la parte de atrás de su cabeza.


—¿Cómo lo supiste, hyung?


—La verdadera pregunta es, ¿Por qué crees que no lo sabría? —Contraatacó mientras ambos estaban caminando juntos por el largo pasillo de alfombra roja. De vez en cuando en las paredes de la casa se mostraba alguna pintura como decoración y, en otras, había jarrones enormes llenos de plantas que iban acorde con los techos altos y sus alargados ventanales.


—Es que es la primera vez que descubre eso... —Susurró, pensando en ese algo que le había delatado, sin saber realmente que era aquello.


—Ya quisieras tú que fuera la primera vez. —Respondió con confianza, Taehyung se sorprendió, pero se sintió derrotado. No tenía argumentos válidos que le encubrieran ni siquiera un poco. —¿Por qué crees que a veces le agrego dificultad al examen? Es porque sé que no estudiaste... y, aun así, nunca bajas tu rendimiento, tienes buena capacidad de aprendizaje a pesar de que te veo más tiempo en más nubes que en otro lado.


Taehyung suspiró y se encogió de hombros, dándole la razón totalmente a Yoongi. Ambos bajaron la larga escalera y, al estar en el piso de abajo, Taehyung se acercó a una pequeña mesa ubicada en una esquina, abrió el cajón y sacó un cuaderno de cuero negro, un bolígrafo de igual color pero con detalles dorados y miró por un momento a su hyung. El castaño abrió la puerta que iba hacía el patio y con una seña de despedida, salió de la casa cerrando dicha puerta a sus espaldas.


—Aun me pregunto sí hice un buen trabajo contigo…— Susurró Yoongi para sí mismo, sonriendo y negando con la cabeza. —Eres todo un humano y, aunque fuiste criado por alguien como yo; tienes ese parecido tan característico de él que si hoy en día me volvieran a preguntar si la humanidad se pierde... sería una autentica negativa, es un rasgo dominante y tú, Taehyung, tienes mucho de ello en tu ADN.


╫ ❲ ❈ ❳ ╫


A horas justas tras su examen, Taehyung se encontraba tranquilo bajo un enorme árbol en el patio en el que había tenido bastantes aventuras, todas y cada una tan divertida y única como la anterior. En este momento, hacía lo que más le gustaba; relatar en voz alta y escribir todo lo que hacía, lo que veía y a veces, dejaba volar su imaginación por sí sola, plasmando en las páginas de papel, una prolija caligrafía escrita con párrafos cortos, expresando alguna idea.


El castaño fue llamado a comer desde adentro; Se levantó del suelo sacudiéndose y, con sus pertenencias en mano, entró en aquella casa, pausando sus fantasías para otro momento.


Animado, dejó en el mesón de la cocina su cuaderno y bolígrafo y se acercó hasta las hornillas de la cocina, oliendo lo que estaba en las ollas. Taehyung al estar tan acostumbrado a la magia, ignoraba el hecho de que había una paleta de madera dando vueltas dentro de aquel recipiente; Lo tomó y, al asegurarse de que estaba realmente solo, sopló un par de veces para probar.


Aunque, sin previo aviso, otra cuchara de madera apareció desde atrás, golpeándole en la cabeza, haciendo que el contenido de la primera cuchara le salpicase en el rostro y parte de los labios. De inmediato, se giró hacia el mesón, Yoongi estaba sentado leyendo un libro, mientras mantenía una sonrisa en su rostro.


—¡Hyung! —Exclamó con los ojos bien abiertos, dejando de lado la cuchara que tenía en la mano.—¿Era necesario eso? ¡Por qué te dejaste ver hasta ahora!


—Sí sabes que no me gusta que pruebes la comida antes de tiempo, ¿Por qué todavía te arriesgas intentándolo? —Preguntó en un tono burlón, despegando la vista de su libro. —Además, ese no es tu almuerzo, es este. Y, no pruebes lo que tienes en el rostro o lo lamentarás luego.


Yoongi volvió a chasquear sus dedos, haciendo aparecer en el asiento frente a él un plato de kimpchi, un vaso lleno de agua y una servilleta de tela junto a los cubiertos.


—Sí ese es mi almuerzo, ¿Qué estás haciendo en esa olla? —Preguntó el castaño, tomando la servilleta y sentándose mientras se limpiaba el rostro.


—Es el complemento para mi almuerzo. La salsa más picante que le puedas añadir al Kimpchi. —Presumió el pelimenta, haciendo un movimiento de manos que apagó la cocina y atrajo la olla hasta el mesón donde estaban ambos. Un plato igual al de Taehyung apareció frente a él y sin uso de la magia, decidió regar salsa sobre su comida, el castaño le veía con cierta cara de horror.


—¿Cómo algo como eso, puede oler tan bien como para confundirme?


—Porque lo preparo yo, obviamente. —De un chasquido, la olla acabó en el fregador y antes de que Taehyung probase bocado, decidió comentar lo que acababa de notar.


—Hyung... ¿Por qué has estado haciendo uso de la magia? —Yoongi, quien estaba a medio camino de probar su kimpchi, se detuvo para verle. —No sueles usarla mucho, pero desde ayer he notado que la has usado para las cosas más triviales, las cuales solías hacer por tu cuenta. —Tras esa observación, Yoongi se sintió atrapado, así que dejó en su plato lo que iba antes camino a su boca y evitó por unos segundos la mirada de el castaño.


—Creo que alguna vez te hablé de esto, estarías muy pequeño sí mal no recuerdo...En fin, el caso es que la magia es algo tan fascinante, desconocido y peligroso, que es como si tuviera vida por su cuenta. —Yoongi abrió su mano izquierda y de esta, con un solo movimiento de dedos, salió una esfera de luz de color azul marino, la cual se mantuvo levitando sobre ella. —Cuando dejas de usar magia y, necesitas usarla en algo grande, esta no te funcionará bien... Se podría decir que se duerme. En cambio, previamente si la usas así sea en pocas cantidades, ella se mantendrá despierta y no habrá ningún problema al usarla.


—Ohh, entiendo... Así que tú magia está en reposo cuando no la usas, pero ¿Eso influye en tus ciclos de sueño? Siempre estás durmiendo o, mejor dicho, estás haciendo el vago—Yoongi entrecerró los ojos, mientras veía a Taehyung sonreír por su tonto comentario. —Entonces, ¿Qué es eso grande en lo que usarás tu magia?


Y entonces, fue en ese momento en el que Yoongi se dio cuenta de que había olvidado omitir cierta información al explicarle a Taehyung lo que hacía.


—No tienes por qué saber eso...—Dijo Yoongi, muy seriamente, haciéndose el duro. Sin embargo, al mirar a Taehyung con su cara curiosa y con un pequeño puchero, acabó por suspirar. —Es solo por trabajo... Además, ya es hora de hacerle mantenimiento a las protecciones de la casa. Solo eso...


—Oh... sí es eso, entonces está bien... No husmearé más, porque sé que no te gusta hablar ni de trabajo ni de la cúpula. —Yoongi negó con la cabeza y estiró su mano para poder acariciar momentáneamente los castaños cabellos de Taehyung.


—No pasa nada, solo es eso. Ya sabes que cada cierto tiempo debo hacerlo. —Taehyung no estaba muy convencido y esto se notaba por su expresión, el pelimenta la vio al instante. —A ver, puedes hacer más preguntas en tanto no sea igual o relacionada con la pregunta anterior.


Taehyung, que ya se había llenado de esperanza, se volvió a desinflar en su asiento. Pensó un poco antes de preguntar, ya después ataría los cabos sueltos con un poco de su imaginación.


—Nunca te he visto usar tanto la magia, es decir siempre la usas, pero en cosas muy pequeñas como hacer flotar o girar el cubo de Rubik en tu mano. ¿Tanto poder necesitas para hacer lo mismo que siempre haces? —Esta vez, Yoongi tomó sus cubiertos, dispuesto a comer.


—Solo te diré una cosa. —Yoongi vio directamente a Taehyung a los ojos, con una seriedad que pocas veces usaba con el castaño, esto llamó la atención del más joven. —Estoy despertando más magia solo porque algo grande se viene—Comentó, arrugando levemente su entrecejo. —Y ya, se acabaron las preguntas. Come o se enfriará aún más la comida.


Después de aquello, Taehyung trató de no darle vueltas a la cabeza con lo que había hablado con Yoongi, sin embargo, no podía evitar querer preguntar y levantar esa restricción al conocimiento que él quería, pero que Yoongi no le permitía poseer.


╫ ❲ ❈ ❳ ╫


El resto del día pasó sin novedad alguna y Taehyung, preparado para dormir después de haber cenado, se metió en su cama solo para empezar a jugar con su bolígrafo, moviéndolo entre sus dedos para darle vuelta cada vez más y más rápido. Esta acción, le hacía pensar bastante.


Por alguna razón, aquella conversación que había tenido con su hyung al mediodía, había logrado hacerle pensar por milésima vez en su situación. Es decir, a su hyung nunca le ha gustado el tener que hablar sobre la magia o cualquier cosa que implicara saber más de la cuenta; quizás, por conocerlo tanto, Yoongi sabía que cualquier cosa que él dijese, Taehyung podría atar los cabos sueltos fácilmente... ¿O habrá alguna otra razón? No lo sabe con certeza.


Suspirando, detuvo el movimiento de su bolígrafo y se levantó de la cama, dejó su cuaderno debajo de la almohada y se acercó a la ventana, esta permanecía cerrada y, aún así, Taehyung podría ver perfectamente hacía afuera.


Todo lo que se consideraba parte de su patio, era limpio, muy prolijo y lo que se podría llamar, espectacular. Los alrededores de aquella casa gigantesca estaban llenos de flores, habían pequeños senderos que llevaban hasta una caseta blanca (Donde Taehyung a veces solía pasar su tiempo) y lo más importante, una fuente de agua la cual parecía ser eterna e indestructible, a pesar de lo majestuosa que se veía. Todos los alrededores de la casa, eran perfectos y no importa donde posase tu mirada, cada centímetro causaba mucha calma... A menos de que mirases un poco más allá.


La casa estaba rodeada por un espeso bosque, al cual no se tenía acceso gracias a la barrera mágica colocada por el brujo de la casa. Taehyung había comprobado esto cuando una vez, intentó meterse en el espeso bosque, pero antes de que el dejase de pisar el bien cuidado césped de su casa, fue empujado hacía atrás, cayendo de espaldas. Este acto, le provocó aún más curiosidad, así que después de un par de veces en las que corrió en esa dirección, se cansó y gritó cuanto quería pisar ese césped oscuro y seco de afuera. Este acto provocó que Yoongi lo colgase de cabeza con su magia, advirtiéndole por unos largos 30 minutos, las consecuencias que esto traería.


Aquello le sacó una sonrisa a Taehyung, tendría alrededor de unos 8 años cuando pasó aquello y, aun así, seguía teniendo la misma curiosidad de aquel entonces. Es curioso como la curiosidad no es capaz de dejarnos, incluso después de que nos expliquen cuando peligroso puede ser hacer algo. O bueno, ese es el caso de Taehyung.


—Algún día, voy a salir para explorar ese mundo tan peligroso como lo describes, hyung. —Dijo él, dejando escapar un bostezo involuntario. Poco a poco, a paso lento, se dirigió hasta su cama, dejó su bolígrafo en la mesita de noche y se enrolló en sus sábanas, dejando de estar consciente al ser arrastrado por el sueño.


Eran un cuarto para las nueve y Taehyung pudo dormir tranquilamente, Yoongi se aseguró de aquello una hora después y, con una sonrisa, abandonó la habitación del chico, entrejuntando la puerta como siempre lo había hecho desde que Taehyung había nacido.


Pasaron las horas, la casa estaba desolada y Taehyung, estaba inquieto entre sueños.


Escucho atentamente el chirrido de una puerta cuando es abierta y consecuentemente, cerrada. Unos pasos firmes se hicieron presentes, haciendo eco cada vez que tocaban el suelo.


Que alguien me explique qué está sucediendo aquí y que lo hagan sin rodeos.


Este traidor tenía el libro prohibido entre sus posesiones; acabamos de encontrarlo en su habitación. — Taehyung no era capaz de ver nada, para él todo estaba muy obscuro, aun así, sentía la vista pesada y, las voces eran ciertamente lejanas.


¿Estás seguro de eso? No creo que () sea capaz de eso. —Preguntó una persona diferente, por la voz, sabía identificar que estaban hablando hombres. —¿Qué motivos podría tener? Él no gana nada con eso, además no hay pruebas suficientes en su contra, el libro podría haberlo tenido cualquiera e inculparle.


Taehyung se sintió aturdido, no podía escuchar el nombre de aquella persona que era acusada, ya que un fuerte pitido se hacía presente, aturdiendolo brevemente.


Lo dices porque estás de su lado, eres su compañero al fin y al cabo, ¿O también eres su cómplice? —De repente, las voces se hicieron poco entenderas, haciendo que Taehyung no entendiera lo siguiente. —Piensen racionalmente, ¡Ese evento catastrófico pudo haber causado una segunda extinción en el mundo! ¿Acaso viste todas las muertes registradas hasta ahora?—Exclamó fuertemente aquella voz áspera y profunda. —¡Apenas pudimos controlar a las bestias del libro prohíbido! Y eso, sin mencionar que la Extinción humana fue tan devastadora para nosotros que casi no nos recuperamos. ¿Qué haríamos si eso sucede una segunda vez ahora que logramos repoblara tierra? —Exclamo con fuerza la otra persona, un golpe se escuchó, haciendo sobresaltar a Taehyung. —¡Él es un criminal y, no me sorprendería que el fuese el culpable de todas nuestras desgracias!


Es mentira, están mintiendo...Ese libro no es mío. —Una voz resonó fuertemente en la cabeza de Taehyung, una voz que no había escuchado nunca antes y que, se escuchaba muy desesperada, casi rota. —¡Alguien, escúcheme!


Taehyung se sentía parte del sueño, quería hablar, pero se sentía atado de manos y pies y, tenía algo pegado en los labios, lo cual le impedía pronunciar palabra. Eso le inundaba desesperación, una que no parecía irse.


Ya tuvimos un desastre total en la tierra, ¿¡Vamos a permitir que siga aquí para que la próxima vez, sí logre lo que quiere!? ¡Es hora de decidir!


Por favor... alguien haga algo. Déjenme hablar...


Por favor, detengan esto. ¡YO NO HE SIDO!


Por favor, alguien que me escuche... Él miente...


Abriendo sus ojos fuertemente, Taehyung despertó, dándose cuenta de lo agitada que estaba su respiración y lo sudoroso que estaba todo su cuerpo. Se sentó de golpe, notando como sus mejillas estaban mojadas, y de sus ojos, bajaban unas enormes lágrimas.


Taehyung no sabía cómo describir lo que sentía, mucho menos cuando eran sentimientos tan lastimeros como los que en su sueño se reflejaban. Quizás, él no podía ver nada por estar vendado, pero eso no quita que haya sentido la desesperación de no poder pronunciar ni una palabra para defenderse. Aquella injusticia... O, ¿Aquel juicio?


Rápidamente, sacó el cuaderno de debajo de su almohada, arrancó una hoja y empezó a describir su sueño. Al principio, era detallista y recordaba muchas de las cosas que habían pasado, sin embargo, todo se fue haciendo borroso en su mente. Lo último que escribió, fueron los sentimientos que había sentido en ese momento.


Traición, engaño, decepción, tristeza y mucha, mucha desesperación...


—¿Qué se supone que significa esto...? ¿Por qué todo está tan claro y a la vez... tan confuso? —Pronunció palabra Taehyung, después de haberse calmado finalmente. Su voz era un poco ronca debido a que hasta hace nada estaba dormido, sin embargo, aclaró su voz y se levantó de la cama. Empezando a caminar por su habitación, esperando que cuando volviera a la cama, el pudiera dormir.


Al final, después de sentirse mareado de tanto caminar prácticamente en círculos, decidió salir de su habitación para buscar agua en la cocina, la cual estaba en el piso de abajo. Con sus pantuflas negras, empezó a recorrer aquel camino de alfombra roja que tanto conocía.


A mitad del pasillo, sintió un escalofrío, seguido de un mareo tan fuerte que, de no haberse sujetado de una de las ventanas, abría caído. Cuando aquel mareo se pasó, el decidió bajar lentamente sujeto a la barandilla de las amplias escaleras y después de unos pasos, llegó a la cocina. Se tomó un par de vasos de agua y decidió llevarse uno a su habitación, el problema fue que, al ascender las escaleras, su cuerpo empezó a temblar ligeramente, haciendo que la respiración de Taehyung fuera pesada y corta.


Taehyung atribuyó esto a que hacía frío y no había salido de su cálida habitación sin antes haberse colocado un suéter con mangas largas, aun así logró llegar al pie de la escalera, pero se paralizó al ver una sombra justo a la mitad del pasillo.


Era un idioma extraño lo que escuchó, uno desconocido para el castaño. Sin embargo, lo que más le impactó fue la voz. Esa voz... Esa voz que le hizo sobresaltarse. Era su hyung, apostaría mil veces lo que fuera a que era cierto. El castaño parpadeó un par de veces y dio un par de pasos adelante, divisando a Yoongi en medio del pasillo.


El pelimenta tenía una de sus manos cerca de sus labios, con dos de sus dedos extendidos, mientras que los demás permanecían cerrados en forma de puños. Dijo un par de palabras más en aquel idioma desconocido y de la nada, en su mano libre apareció una pequeña esfera de luz, la cual atravesó la pared y después, su hyung hizo lo mismo, desapareciendo a través de la misma.


Y en ese momento, Taehyung solo pudo pensar en una cosa... ¿Qué hay tras esa pared que no puedo ver? Se acercó hasta el sitio, solo que iba pegado hacía la ventana, lejos de esa pared por si a su hyung se le ocurría sacar una mano y jalarlo a donde fuese que había desaparecido; caminó muy apegado a las ventanas y, cuando se alejó lo suficiente, corrió hasta su habitación, haciendo el menor ruido posible al cerrar la puerta.


Con la respiración agitada, apegó la espalda a la madera y se dejó caer. Se relamió los labios y, por alguna razón, se miró las manos... Estaban vacías.


—¿Dónde dejé el vaso de agua? —Asustado por su propio descuido, corrió hasta su cama, se sacó las pantuflas y se arropó hasta la cabeza, sacando su brazo para jalar la pequeña cuerda que encendía y apagaba su luz de noche.

Aún sin ver nada, Taehyung mantenía sus ojos abiertos bajo la sábana y, ya harto de todo lo que había visto en una noche, decidió girarse de lado para dormir cómodamente.


—Al diablo esta noche, no quiero saber más nada de sueños ni magia ni nada que no me permita dormir ¡Se acabó!


Con esas últimas palabras, él trató de conciliar el sueño nuevamente, fallando en su intento.

13 de Marzo de 2021 a las 01:18 0 Reporte Insertar Seguir historia
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