"Humanidad". Definir este término puede inducir a equívocos frecuentes, pero en mi caso, podríamos decir que el término en cuestión, es todo conjunto de acciones, sentimientos, razones, sensaciones y creencias que se relacionan de forma natural con los seres humanos (su historia, hazañas, fracasos, miedos, ambiciones, ilusiones y, sobre todo, su libre albedrío).
A lo largo de la historia, los seres humanos hemos intentado luchar contra todo aquello que nos impide ser íntegros, en un principio los animales y las plantas, después nuestros conflictos con los demás, en más de un sentido, y hoy, nuestros propios miedos y peleas internas.
Desde que el hombre y la mujer dieron sus primeros pasos en este planeta, la humanidad se ha visto en la imperiosa necesidad de buscar fórmulas para subsistir. Pero con el paso del tiempo, nos hemos visto enfrascados en grandes batallas, hemos sido testigos de momentos de esplendor, aunque también de tinieblas, se han logrado avances, pero también se han cometido errores y a veces, hasta fracasos. Pasamos de reinos pequeños a grandes imperios clásicos, de estos hemos vuelto hacia atrás con pequeños feudos o reinos pequeños, luego volvimos a ser imperios con la colonización, para después contemplar como las colonias se volvían autónomas y se convertían en países independientes y como sus constantes luchas internas los llevaron a ostentar la hegemonía que ahora poseen.
Ahora, en nuestra actual época, se ha logrado un avance aún mayor. Se han unificado las fuerzas humanas de todos los rincones en uno solo, logrando una suerte de "unión planetaria" de gran magnitud y alto impacto mediático. Cada día nos sorprendemos por lo rápido que avanzan nuestras redes de comunicación e información y también el cómo nuestras ideas lograron alcanzar una cohesión social que interviene en las fuerzas en pugna por el poder en todos los países.
Sin embargo, hemos olvidado nuestras raíces, de dónde venimos realmente, haciendo a un lado la existencia de este mundo y sumergiéndonos en nuestro propio "mundo", sin siquiera darnos cuenta de que nuestras acciones en algún momento desembocarán en un gran final, el cual no prevemos, pero si imaginamos como sucederá.
Y esto, es solo el principio...
Alvaro Rosales Riffo
