agustinapettinato Agustina Pettinato

Las aventuras de Hela y compañía continúan en esta nueva entrega. Nuevos aliados, nuevos enemigos y nuevos desafíos estarán a la orden del dia.


Ciencia ficción Futurista Todo público.

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El ángel guía

DOS AÑOS MÁS TARDE.


James, Reegar y el resto del escuadrón 9 estaban entrenando desde la madrugada cuando el capitán ordeno un descanso.

Los padres se preguntaron por sus hijos, y si tenían algún consejo para implementar a la hora de la comida; a Elal le gustaban mucho las pastas con salsa pero odiaba los vegetales, mientras que a Skyler le atraía el puré de papas y no los pescados.

Elal había heredado el color de los ojos y el tono de piel de su padre, y el cabello y la gran mayoría de los poderes de su madre pero el que más utilizaba era el viento y sus variantes. Por otro lado, Skyler había heredado el color de piel de su padre al igual que el manejo de agua, ademas del color de cabello y los ojos de su madre.

-No lo puedo creer, en cuatro años nuestros hijos van a empezar con sus entrenamientos-comento James.

-Lo más probable es que debamos entrenarlos personalmente-dijo Reegar cruzado de brazos-. La batalla contra Ie puede darse en cualquier momento.

Mu Thai ingreso a la sala de entrenamiento y se paro delante de los amigos. Les pregunto si por casualidad sabían donde estaba Hela; Reegar le contesto que ella se había ido al palacio con Elal a visitar a la reina.

-A Hela la llevaron a la Sala de Sanación-dijo el comandante.

-¿Por qué? ¿Le paso algo?-pregunto el capitán preocupado.

-Sí-lo miro fijamente-. Esta esperando un segundo hijo.

-¡¿Que?! Vamos para alla.

Los tres hombres se marcharon a las corridas, llegando al palacio sin anunciarse. En la zona de sanación se cruzaron con los generales, Uri y el rey que estaban hablando de otros asuntos.

Elal, que se encontraba en los brazos de Uri, estiro sus pequeños bracitos al reconocer a su papá.

-¿Saben algo de Hela?-pregunto Reegar tomando a Elal.

-Esta adentro terminando de hacerse unos estudios-respondió Noir.

Las puertas de la sala de ultrasonido se abrió dejando pasar a Hela, Naí Nai y a la Reina Madre.

Reegar abrazo a Hela y le pregunto cómo se encontraba. Su esposa le respondió que estaba muy bien.

-Si quieren saber, ya vimos el sexo del bebé-dijo Uphar.

Todos asintieron con la cabeza. La Reina Madre miro a Hela.

-¡Sera otro pequeño príncipe!-dijo Hela muy feliz.

Los presentes felicitaron a los futuros padres, y se disponían a preparar la fiesta de bienvenida cuando fueron interrumpidos por Polaris, informando que naves no identificadas se cercaban a su zona. Aparentemente se trataba de piratas espaciales.

Inmediatamente, el rey ordeno que todos debían prepararse para el combate.

-Yo también iré-dijo Hela.

Reegar la miro preocupado.

-Es mejor que te quedes. En circunstancias normales puedes tomar cartas en el asunto pero recuerda que eres el objetivo de enemigos aun más poderosos.

-De acuerdo. Me quedare.

-Uri, quédate por favor. Quizás necesitemos mecánicos de apoyo.

-No se preocupe, capitán. Todo estará bien-contesto Uri con una sonrisa.

-Yo también me quedo-dijo Mu Thai-. No solo para vigilar al pequeño microbio sino también para armar una estrategia de defensa en cualquier caso.

-De acuerdo-contesto Reegar con seriedad.

-Mas te vale que regreses-dijo Hela colocando su mano en el hombro de su esposo.

-No lo dudes.

Elal llamo repetidamente a su padre,mientras éste se alejaba corriendo a toda velocidad.




En menos de una hora, todos los Legion Riders se pusieron en marcha para defender sus fronteras. Los participantes fueron los Dyamond Máster y los Dyamond mientras que el resto se quedaba a defender por tierra.

En un momento, el General Kaame tomo su intercomunicador a la vez que el rey se cruzaba de brazos a su lado.

-Soy el General Kaame de la división Dyamond Máster del planeta Mikala. Identifíquensen-ordeno.

Frente a la nave nodriza, había un total de 60 naves en forma de punta de flecha, de color blanco perlado con doble propulsor, que tenían grabados en un idioma extraño que nadie conocía.

Se mantuvieron estáticas por varios minutos.

-Repito. Identifiquensen o procederemos al ataque.

Nuevamente no hubo respuesta. El General ordeno que todo el mundo atacara. Sin embargo, las naves visitantes crearon sus escudos que desviaron los rayos laser.

-Capitán Reegar, proceda-ordeno Kaame.

-Copiado, mi general-contesto Reegar.


Caniis Mayoris encabezo la marcha a toda velocidad, seguido por su escuadrón.

-Área desprotegida-dijo Reegar a su compañero.

- A 50°, mi capitán-contesto Ice mirando el monitor.

-Riders, campo debilitado a 50° . Gamma II sera señuelo conmigo-dijo a traves de su intercomunicador.

-Sí, mi capitán-contesto James.

Tal y como se lo imaginaba Reegar, las naves enemigas volvieron a crear sus campos de fuerzas. Sin embargo, los riders señuelos dejaron pasar a sus compañeros que lograron destruir la capa del escudo.

-¡Vamos!-ordeno Reegar-. James, tu y yo iremos a investigar a la nave nodriza mientras el resto busca en las otras.

-Sí, mi capitán.

Los capitanes ingresaron al interior del trasbordador y se dispusieron a investigar.

-Capitan Cyrax, estado actual-dijo Kaame.

-General, no creerá esto pero aquí no hay nadie.

-¿De que habla?

Reegar activo la cámara de su intercomunicador, y le mostro a su padre los espacios vacíos; a su vez los subordinados del capitán reportaron la misma escena ante ellos.


Continuaron camino hasta la sala principal, estaban por reportarse cuando una interferencia apago las cámaras.

-Capitán, aquí pasa algo muy extraño-comento James.

-Estoy de acuerdo.

Automáticamente, todo el lugar se transformo en un lugar muy amplio, brillante y totalmente en blanco. Una extraña sensación de tranquilidad invadió a los jóvenes.


De a paso lento, se les acerco una extraña figura que ambos desconocían. Se trataba de un adolescente, de tez muy blanca, ojos perla y corto cabello albino. Llevaba puesta una armadura blanca crema con bordes dorados, y una espada plateada atada a su cintura. Lo que más sobresalía de él era su extrema belleza.

-¿Quien eres?-pregunto Reegar completamente perplejo.

-Soy Yimjek-se presento el joven cuya voz era tan reconfortante que era capaz de apaciguar hasta los corazones más atormentados-. Soy un Ángel Guía.

-¿Ángel Guía?-repitió James.

-Mi padre me envío a ayudarlos para cuando Las Plagas se hagan presentes en esta galaxia, y destruyan todo a su paso.

-¿No era más fácil enviarnos a dormir sin cenar?-cuestionó James.

Reegar le pego un codazo en las costillas.

-No puede existir una fuerza más poderosa que Ángeles, y quienes desobedezcan a mi Padre lo pagaran caro-explico con dulzura-. Cuando llegue el momento, les diré qué hacer.

-Yimjek, ¿que es este lugar?-intervino Reegar observando todo a su alrededor.

El Ángel esbozo una sonrisa tímida ya que no sabia cómo traducir el nombre desde su idioma al lenguaje mikaliano. Aún le faltaba mucho por aprender porque se supone que los ángeles saben todas las lenguas existentes, y para eso estudian mucho.

-Los humanos lo llaman Purgatorio-contesto el joven-. Aquí esperan las almas a ser llamadas a su Juicio. Si el Juicio es favorable, se les permite entrar al Jardín de la Felicidad. De caso contrario serán condenados a la Prisión Infernal.

-¿Que tenemos que hacer para salvarlos a todos?-pregunto Reegar.

-El tiempo va a pasar, y el temor a la ira de los Ángeles disminuirá hasta el punto de no creerte cuando les recuerdes sobre nosotros. Sólo aquellos que confíen en su Salvador, podrán subsistir; cada quien obtendrá lo suyo.


Los Ángeles se regían por sus propias normas, y muchas veces sus castigos eran muy crueles cuando la situación lo requería; en especial en los casos de enviar Las Plagas.

Rios de sangre, grandes terremotos, lluvia de fuego, oscuridad absoluta, y la muerte de todas las crías en manos de los Ángeles de la Muerte, eran tan solo algunas de las cosas que podían llegar a ocurrir.


Nuestros héroes se paralizaron ante la idea de que podia pasarle algo a sus familias.



Sin previo aviso, el escenario regreso a la normalidad.


-¡Capitán Cyrax, responda!-exclamo el General sacando de su trance a los muchachos.

-A....aquí capitán Cyrax, mi General-tartamudeo Reegar-. Enseguida regresamos.

En el momento que Reegar y James abandonaron la nave, todos los trasbordadores se marcharon a alta velocidad.


Los amigos retornaron a la nave del rey, y a pesar de la cataratas de preguntas que le hicieron, optaron por no decir nada hasta llegar a su hogar.


Ya en le planeta Mikala, los guerreros se reunieron con sus familias que los esperaban en la Base Gala.

-¡Reegar!-exclamo Hela abrazando a su esposo-¿Estas bien? El General nos aviso que algo les había ocurrido.

-Todo fue muy extraño-confeso el peliazul-.Realmente no estoy seguro de nada.

De manera entre cortada, los capitanes narraron todo lo vivido en la nave del Ángel Yimjek, incluso les describieron la dimensión a la que fueron transportados, provocando el asombro de quienes los escuchaban. Los otros miembros del escuadrón aportaron lo que vieron, con la diferencia que ellos no habían ido a esa otra dimensión.

Kaame narro que el tiempo en el que desaparecieron hasta que regresaron, fue de tres horas y cuarto. Lógicamente, él y el rey habían pensado lo peor.

-Uri, Ice, vamos a ver el estado de los Riders, y las naves de combate-ordeno Noir.

-¡Sí, General!-contestaron los muchachos.



Aprovechando que todos se marcharon a realizar sus labores, Reegar, Elal y Hela regresaron a casa para descansar un poco.

Una vez alli, Hela le pidió a Reegar que le contara otra vez su encuentro con el Ángel, ya que nunca se había cruzado con alguno, y le daba mucha curiosidad.

-Es mejor cambiar de conversación-dijo Reegar y se levanto.

-¿Que haces?

-No pudimos celebrar que vamos a ser padres, asi que le preparare su comida favorita, señorita Hela.

-¿Usted sabe cual es, joven Reegar?

-Es un secreto-se burlo.

El pequeño Elal solo rio ante lo dicho por sus padres. Aunque todavía no lograba entender del todo, sí podía sentir las energías de las personas a su alrededor; como la de su padres que emanaban amor.

-Creo que Elal esta contento de tener un hermanito-comento Hela al oírlo reír.

-¿Cuando nacera?

-A fines de Octubre. Estuve pensando en uno de los nombres que ya teníamos antes.

-A mi me gustaba Karaí.

-¡¿De verdad?! pense lo mismo.



Los meses siguieron su curso entre tensión y adiestramiento por parte de los riders. Durante ese tiempo, el rey Gogol se reunió con el rey Kau del planeta Narvy para fortalecer las defensas de la galaxia, a lo que este ultimo respondió que iba a enviar a sus mejores soldados.


Pero lo más importante tardo en llegar.



El dia 27 de octubre nació el pequeño Karaí Cyrax, el hijo menor del capitán y la sub-comandante. Su hermano Elal lo recibió en los brazos de su abuelo Kaame, mientras Noir y sus hijas llevaban regalos de bienvenidas.

En un momento el rey se acerco a felicitar a su mejor amigo, quien aguardaba en la sala de espera.

-Esa niña es más resistente de lo que creia-comento Gogol cruzado de brazos.

-¿A que te refieres?

-Dio a luz a dos mestizos siendo la contenedora de una mezcla de adn alienígena. Fue la única sobreviviente de ese experimento, y es capaz de manejar increíbles poderes.

-Yo también creí que no lo lograría pero demostró lo contrario. Estos niños seran extremadamente fuertes.

-Estas orgullo de ellos.

-También lo estoy de Vuk y Soma pero la situacion de Elal y su hermano es diferente.

-¿Crees que Ie se volvio asi de fuerte?

-Algo me dice que es mucho mas poderoso.


Uri se aproximo a ellos e hizo una reverencia. Les informo que los soldados narvy iban a llegar en un par de semanas, y que detectaron actividad sospechosa en la Galaxia Serpiente Mayor, más específicamente en el planeta Centella donde s encontraba uno de sus informantes de nombre Upsylon.

-¿Cai Cai tiene más datos de Rea 36?-quiso saber Kaame.

-Afirmativo, General. Una pequeña célula que trabajaba para Caizza se fugo con algunos prototipos del experimento pero se desconoce su paradero. El nuevo Consejo enviara aqui a los androides que fueron modificados y atacaron a mis superiores tiempo atras.

-¿Y Alpha Centauri?

-Por el momento todo sigue en orden, mi general.

-No podemos bajar la guardia, todavía no sabemos quienes les dieron esos armamentos a los rebeldes ni por qué.

-Hasta donde sabemos, mi general, fue el ejercito de Faro quien le entrego las armas. Upsylon puso verificarlo.

-Pero esas armas tenían el sello de la Galaxia del Cisne. Esto es peor de lo que pensaba.

Los tres quedaron muy pensativos por un buen rato hasta que Gogol hablo:

-A partir del próximo mes todos vendrán a vivir al palacio. Necesitamos trabajar más de lo usual, y controlar a las demás galaxias; no podemos perder ni un segundo.

-Lo que ordene, Majestad-dijo Kaame.

Uri se retiro a saludar a los nuevos padres que no paraban de recibir regalos y cartas. James, Skyler y Naí Nai fueron los últimos en unirse a la fiesta ua que James tuvo que cambiarle los pañales a su pequeño como unas cuatro veces, mientras su esposa tenia guardia en el Pabellón Rojo.

-Asi que el pequeño microbio tuvo otro microbio aun más pequeño que el anterior- comento Mu Thai abriendo la puerta.

-¡Maestro! pensé que llegaria mañana-dijo Hela con alegria.

-La misión en el planeta Metano termino antes-explico a la vez que se acercaba-. Mis hijos ya se marcharon al planeta Keb-Osir para seguir con otra orden.

-¿Y el maestro Ryhol?

-Esta con mi hermano en Rea36-respondio la enfermera.

-La casa se siente vacia sin tantas personas. A Elal le gusta estar con todos.

-¿Como se llama el nuevo microbio?-pregunto Mu Thai.

-Karaí.

-¿Karaí? Era el nombre de un dios.

-¡Sí!

Mu Thai se acerco a la cama para observar al niño que dormía plácidamente, y le susurro que tanto él como su hermano se convertirían en grandes guerreros.

Reegar y Hela se miraron y sonrieron. Ellos también deseaban que sus hijos se convirtieran en excelentes guerreros.


Las épocas venideras serian muy complicadas, y necesitarían toda la ayuda posible, desde el rey hasta los ayudantes de la Academia.



La noche fue cayendo en el planeta Mikala, y los visitantes se fueron retirando.

En un momento, Reegar tomo a Karaí entre sus brazos, y con una voz lenta y dulce comenzó a cantarle una canción de cuna folclórica de su tierra; la misma que su madre le entonaba cuando era niño.

La muchacha humana se detuvo a mirar al capitán con detenimiento.

¿En que momento el capitán más gruñón de los Legion Riders se habia convertido en un esposo atento y dulce?

No lo sabia, pero tampoco le importaba.

Su amor por Reegar crecia a cada segundo; estaba agradecida de haberlo conocido aquella noche en el Club Pesati.

Su esposo no solo era atractivo, tambien era un hombre de corazón noble.

-Te amo, Reegar-susurro Hela antes de quedarse dormida.


Una vez concluida la nana, el capitán deposito al recién nacido en su cuna, y se acerco a la cama de su esposa para darle un beso en su frente.

-Yo también- susurro, y agarro a Elal para llevárselo a descansar-.Duerme, amada mia.

2 de Marzo de 2021 a las 20:00 0 Reporte Insertar Seguir historia
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