EL ESPAÑOLITO -

CAPÍTULO 1

“Españolito que vienes al mundo te guarde Dios: una de las dos Españas ha de helarte el corazón”
( Antonio Machado )
“¿Por qué... por qué... por qué... no podemos vivir en paz?” –se preguntaba el españolito aquel día del mes de diciembre de 2.018 mientras observaba en la tele el debate del congreso. “No sé dónde vamos a parar. No aprendemos de la historia” – pensó. Fijó su mirada cansada en el personaje que hablaba ahora con gran elocuencia. Era X4. Un hombre todavía joven, lleno de grandes proyectos para la España “una, grande y libre”, quizá capaz de convencer a mucha gente de las bondades del gran proyecto europeo, de la economía de mercado, de los valores de la Constitución... Sí, todos tenemos que respetar la Constitución. -Señor X1, aplique inmediatamente el Artículo 155 en Catalunya, antes de que sea demasiado tarde –dijo vehementemente, casi suplicando, a X1, que acababa de exponer sus puntos de vista de gobierno-. Y añadió: ¿Le parece poco que tengamos que ir con escolta a todas partes en Catalunya, que a los jueces les hagan escraches y les echen estiércol en sus casas o les pinten las fachadas, corten vías de comunicación sin que los mossos intervengan? ¿Qué más tiene que ocurrir en Cataluña para que aplique el 155? El españolito tragó saliva, se agitó levemente en el sofá de piel y suspiró. Por un momento pensó en quitar la tele o cambiar de canal. “Los otros cuentan con unos 2 millones de incondicionales dispuestos a crear una república independiente caiga quien caiga...”, pensó. “Son suficientes para armar follón, y lo anuncian para el día 21” Pronto entró en escena el siguiente orador, X3. -Usted pretende gobernar con los que quieren romper España –dijo. Y como una piña con X4, añadió la misma cantinela: aplique ya el 155 o convoque elecciones y lo aplicaremos nosotros. “¡Qué desfachatez! Habla como si ya hubiera ganado las elecciones”, pensó el españolito. “Ese individuo es un “catalán” muy ambicioso, que habla a favor de los “otros catalanes”. Es un claro partidario de la otra España. A última hora de la tarde, cuando de nuevo acudió a la tele, parecidos riferafes, esta vez entre X5 y un inquisidor de la comisión del partido contrario, que investiga la financiación ilegal de los partidos. -¿Recibió usted financiación de Venezuela? –preguntó el miembro de la comisión. Y después de echarle en cara la enorme corrupción del partido que representaba el contrincante, llegando a decirle que la comisión no era competente para investigarle, X5 negó rotundamente haber recibido alguna ayuda de Venezuela. “¿Cuándo se acabará la guerra entre derechas e izquierdas?”, pensó el españolito. Pronto quitaría la tele y se acostaría abrumado por tanta sinrazón, esperando que el nuevo día trajera alguna buena noticia.