hogikoi yoongay

JungKook, quien posee un grupo de mejores amigos amplio, está celoso que dos de ellos hayan terminado siendo una adorable y tierna pareja. Peor aún es que en un día cualquiera se ve atrapado a presenciar el periodo de celo entre ellos dos, y lo que era doloroso y agobiante pasa a ser lo contrario por completo. ....................................................... ↬ one-shot ↬ kookgiseok (hob top!, yoongs btm! jungkook viewer!) ↬ omegaverse au! ↬ agrexofilia/ smut/ homoerotico/ dirty talk (ad: +18)


Fanfiction Bandas/Cantantes Sólo para mayores de 18.

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Cuento corto
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único.


Jungkook se considera un chico afortunado.


Su género es alfa. Posee una casa acogedora, amplia con cosas sencillas y para nada ostentosas. Tenía una linda familia; padres amorosos y preocupados por él, un hermano fraterno y respetuoso. Pero sobre todas las cosas, se siente afortunado por los amigos que tiene.


Es un grupo grande, siete personas incluido él mismo conformado por tres omegas, dos betas y dos alfas que saben divertirse en todo momento a pesar de tener distintas edades y bastante diferencia de edad entre el mayor y él, siendo el menor de todos. Han vivido cosas tan intensas y fuertes juntos, son simplemente lo mejor de su vida. Sin ellos no sabría si podría vivir tan felizmente como ahora.


Por ello ahora todos juntos en la sala, viendo una película no podía sentirse más cómodo. Tres sofás repartidos en la sala, uno de tres piezas y los restantes con sólo una, pero de igual manera JiMin y TaeHyung preferían la cómoda alfombra. SeokJin en el sillón más cercano a la cocina a completo contraste con NamJoon que prefería el taburete a un lado de la ventana que daba a la terraza. JungKook prefería el sofá grande, con una manta sobre sus piernas mientras la abrazaba. Aunque… No se sentía del todo cómodo realmente.


Hace poco que dos de sus amigos decidieron salir. HoSeok y YoonGi empezaron a ser pareja relativamente tarde para la cantidad de años que se conocían, ya que su amistad se remontaba a cuando JungKook ni siquiera había nacido y eso le causaba muchos, muchos celos.


Eran la típica pareja ideal de alfa y omega, amigos desde la infancia por lo que se conocían más que a ellos mismos, sus familias se llevaban excelente, ambos con aspiraciones que se complementaban, el fresco olor a bosque de HoSeok y el dulce almizque de damascos por parte de YoonGi quedaban perfectamente bien juntos, demonios lo odiaba.


El menor amaba demasiado a los dos, particularmente un poco más que al resto, se sentía en igual sintonía cuando los conoció, podía probar el exquisito equilibrio de sus dos personalidades con ellos.


Con HoSeok podía ser él mismo, ambos eran alfas. Cuando JungKook se presentó como uno fue una gran sorpresa, todos los test y chequeos daban que posiblemente sería beta, debido a su personalidad tímida y retraída, pero aun así el castaño le abrazó por los hombros y le contó lo orgulloso que estaba de ello, que era tan alfa como él, que jamás lo miraría en menos por ello, fue algo realmente conmovedor. Se reían de lo mismo y compartían bastantes gustos.


A diferencia con YoonGi que eran de un carácter semejante, ambos introvertidos que preferían mantenerse al margen, sin provocar mayor escándalo. El aura omega de Yoon era tan malditamente tranquila que con sólo mirarle JungKook podía sentirse en paz, cosa que es realmente atractiva; incluso pensó en cortejarle. Estaba pensando seriamente en aquello, pero cuando se vieron nuevamente para una salida en grupo, su alfa sabía que este le rechazaría. No había razones, el rubio no estaba comprometido, pero el omega daba indicios de que su corazón ya le pertenecía a alguien más. Jamás se imaginó que sería otra persona del grupo.


Además, como todos eran amigos, nunca más se quedaban en otra casa que no fuera la de ellos, su asqueroso y pequeño apartamento a poca distancia del centro de Seúl en el cuarto piso, donde solo había una habitación, un baño y la cocina-sala, tan malditamente enano pero de ellos y eso significaba al final de todos.

Por esa razón, desde el primer momento que confirmaron su relación en el grupo JungKook no se sentía feliz, menos afortunado por ello. Un nudo le nació en el pecho cuando HoSeok pasaba su brazo sobre los hombros de Yoon y el mayor le miraba con tanto cariño, le daba rabia. Intentó reprimirla lo suficiente para que fuera fácil de ocultar, cosa que dio resultado, pero no se le quitaba por nada del mundo, a pesar de que ya habían pasado dos meses.


Ahora con la parejita contenta a su izquierda más pendiente de sus dedos entrelazados que la película que TaeHyung había traído con tanto cariño estaba poniéndole la cara roja del enojo que intentaba disimular con la cabeza enterrada entre sus rodillas.


—Demonios, estoy muerto de hambre —se quejó NamJoon.

—Hay cosas en la alacena si deseas.

—Quiero Kimbap. Mi omega me lo pide.

—Oh, ¿Y bulgogi?

—Faltaría comprar carne para hacer bulgogi, lo demás lo tenemos —murmuró YoonGi acurrucado entre el brazo del sofá y el pecho de su alfa.

—Vamos por carne entonces. ¿Jin, vas?

—Vamos todos mejor, así dejamos a los noviecitos solos. Qué asco verlos, chicos, en serio —bromeó JiMin, juguetón.



YoonGi arrugó el ceño mientras HoSeok simplemente le sonreía al menor, abrazando más fuerte a su pareja entre sus brazos. JungKook no podía aguantar más aquella tortura, pero una sensación desagradable le recorrió, no quería dejarlos solos por nada del mundo.


—Yo me quedo, tengo frío y prefiero ayudar.

—Está bien, nos vemos en un rato —dijo SeokJin antes de cerrar la puerta.



Una vez apareció el incómodo silencio, JungKook recién recapacitó que esa había sido la peor idea que se le podría haber ocurrido. Ahora estaban los tres completamente solos, el menor con la vena hinchada en el cuello y los mayores seguían jugueteando cariñosamente en el sofá.


Esto era demasiado dañino, sentía a su alfa rascar entre sus pulmones y corazón de la cólera por lo que se levantó del sofá arrastrando la manta hasta el único baño del apartamento.


Y es que hasta ahí todo decía HoSeok y YoonGi, YoonGi y HoSeok, HoSeok y Yoongi, YoonGi y HoSeok. Los cepillos de dientes color rojo y azul, las distintas lociones masculinas, el shampoo de rizos permanentes, el jabón hipoalergénico, las toallas color azul y amarillo suave, en todo parecía escrito “vivimos en pareja, donde JungKook no está incluido”.


Era tan adorable y molesto al mismo tiempo que JungKook no aguantó las ganas de llorar ahí mismo. Tenía demasiadas emociones mezcladas de lo bonito que era verlos a ambos felices que inevitablemente cuando quieres a alguien y lo ves feliz deseas que sea así siempre, y por el otro lado tanta rabia de no ser incluido en eso tan bonito.


Las lágrimas le caían por la cara con las manos cubriendo sus mejillas y boca para que no se escuchara en la sala, no deseaba formar un escándalo ni menos que HoSeok y YoonGi se enteraran de sus sentimientos. Él solo debía de superarlo, debía encontrar su lugar que no era en medio de ambos, tenía cuatro amigos más que deseaba verles todos los días y menos olvidarse de la pareja que tanto cariño le habían entregado.

Así que se limpió las lágrimas con la manta y se lavó la cara varias veces, intentando quitar el rastro de su llanto.


Es cuando se encuentra en ello que su alfa se empieza a sentir incómodo. No le presta mucho la atención en su momento, pero cuando el aire se torna dulzón entra en pánico.


Ese olor no puede ser de nadie más que de YoonGi y el jadeo que escucha se lo confirma acelerando su ritmo cardíaco a tope hasta que sus orejas se colocan rojas y le falte el aire. Puede escuchar los pasos que van desde la sala hacia la habitación y por primera vez se mueve, quitando el seguro de la puerta del baño.


Está por abrir la puerta cuando HoSeok tira de ella y la vuelve a cerrar con un estruendo que hace a JungKook saltar, pero no dice palabra cuando siente al otro lado de la puerta la respiración agitada de YoonGi con quejidos de por medio.


Las cosas suceden muy rápido. El olor a albergero entra de sopetón en sus fosas nasales casi como una caricia y su alfa las recibe sediento casi como si no bebiera agua desde hace días. Por eso mismo JungKook forcejea la manilla con toda fuerza que puede para salir de ahí, gruñe y jadea fuerte rascando la madera alrededor del seguro.


—¡JungKook!



El menor inmediatamente le ruge al alfa que le gritó volviendo a forcejear mientras YoonGi sigue jadeando con lloriqueos bajitos debido al estrés. El mayor se encuentra ejerciendo presión contra la puerta ayudando a HoSeok para que JungKook no salga del baño, pero sus fuerzas le traicionan al estar en medio del celo y observa a su alfa queriendo advertir con sólo la mirada que pronto cederá.

Por ello el castaño no tiene más opción y le duele terriblemente hacerlo por la actitud que toma su omega cuando se muestra tan dominante sumado la humillación de JungKook al ser sometido.


HoSeok arrastra sus brazos por la puerta hasta que rodea por completo a YoonGi y lo apega a su cuerpo para protegerlo cuando ocupa su voz de mando contra JungKook, gruñendo aún más fuerte para mostrar superioridad a lo que el menor de inmediato deja de forcejear.


El cuerpo del pelinegro empieza a tiritar aún con las garras afuera y llenas de astillas, sus ojos inyectados en rojo resistiendo el ser dominado. Su alfa termina haciéndose un ovillo, recogiéndose y de a poco sus garras vuelven a ocultarse y sus dientes se curvan perdiendo volumen, ahora tiene un vacío en el pecho como si su alfa no existiera por lo que respira aceleradamente.


—Shh…. JungKook, respira. Tranquilo, tu alfa sigue ahí. Sólo está cansado, respira.



Las palabras de HoSeok. Su voz suena tan ronca que a su cuerpo entero le vuelve a dar un tiritón, pero logra calmarlo con éxito, su perfume a bosques y tierra húmeda es tan fuerte que opaca por completo al de YoonGi. Cosa que aprovecha su pobre alfa dominado y se aferra a aquello para volver a establecerse.


Es por ello que Jungkook empieza a experimentar algo parecido a un celo, su cuerpo está agotado por lo que termina sentado sobre el inodoro con la espalda apoyada contra la pared. La piel le arde, como si llevara puesto un abrigo de piel en un desierto, aunque intenta contenerse lo más que puede.


El omega al sentir otro aroma a celo se desespera, reclamando la atención de su alfa que aún tiene todo su peso sobre sus brazos contra la puerta. YoonGi aprovecha aquello para empezar a desabotonar la camisa color salmón que traía puesta HoSeok, rompiéndole un par de botones debido a la desesperación por tocarle la piel y gime fuerte y claro cuando le toca el pecho pasando por su estómago y terminando en su espalda. Está deseoso del cuerpo de su alfa como si fuera su elixir demostrándole a Jungkook que el alfa es suyo con enterrar sus uñas en sus omoplatos pellizcando la piel del cuello donde sabe que el más alto tiene cosquillas.


HoSeok está rojo de la vergüenza por lo que YoonGi hace en frente de JungKook, las actitudes para nada semejantes a lo común y lo malditamente morbosa que se volvió la situación, con los instintos a flor de piel al igual que los otros que le hace ceder, dejando que el rubio le desabroche el cinturón y que quite su pantalón de tela para quedar desnudo de la cintura para abajo además del pecho.


Entre besos el castaño logra que YoonGi se dé la vuelta, apresando al omega contra la puerta que ya no hay manera que JungKook la abra. El menor también está muy ocupado consigo mismo sincronizándose con su alfa que suplica atención de HoSeok, con la camiseta que traía tirada por el suelo del baño y el pantalón hasta las rodillas.


Yoon puede oler la excitación de JungKook desde su habitación al mismo tiempo que produce sus feromonas de un olor a dulce albaricoque igual a una batalla de olores que tienen a HoSeok mareado y extasiado. El mayor apoya sus manos contra la puerta, a los lados de su cabeza que se sostiene sobre su mejilla también tocando la madera de la puerta, arqueando su espalda apenas siente las manos más grandes rodearle la cintura y los dedos largos del alfa se meten dentro tocando su pobre piel suave y caliente. Una de esas manos sube hasta su pecho rozando sus dedos con su pezón derecho y la otra le baja el pantalón hasta la mitad de los muslos.


—¿Has esperado mucho por mí, cachorrito? —le murmura HoSeok al oído mientras sus uñas rascan uno de los pezones y la mano de abajo rodea el glande con el pulgar apretando el falo.



YoonGi gime alto como nunca antes lo había hecho, poniendo sus manos sobre su boca semiabierta con las mejillas sonrojadas y lagrimitas en los ojos, empezando a tiritar.


—Estás así de sensible porque JungKookie está aquí, ¿O no?



El mayor de inmediato palidece y levanta la mirada a su alfa a punto de llorar. Su mirada demostrándole pena mezclada con una culpa tremenda que esconde definitivamente que HoSeok tiene razón.


—N-no, Hob-ah ¡Ah!

—Pero si mira lo mojado que estás.



La mano que antes acariciaba el miembro de YoonGi avanza más abajo, rozando sus testículos para llegar a su entrada. Está húmeda, tan caliente que HoSeok con sólo rozar sus dedos alrededor puede sentirlo.

El olor también le delata. El perfume del celo siempre solía ser un empalagoso olor a durazno cítrico, cerca del cuello, en la glándula nerviosa donde se hacía la marca, ahí HoSeok podía experimentar un sabor a limón, tenue pero perceptible. Ahora ese olor se había esfumado, como si aquel albaricoque habría madurado.


El mayor se siente expuesto, aleja sus manos de la puerta para tomar los brazos de HoSeok, deteniendo sus caricias que le hacen sentir incómodo, culpable e infiel. Aun a pesar de lo riesgoso que era el sentir tantas emociones negativas y excitarse por ello.

JungKook está al otro lado de la puerta, oliendo toda la mezcla de perfumes que nadie nunca había y debía presenciar, escuchando los jadeos de HoSeok y sus propios gemidos por como él le está tocando. Tan incorrecto y letal.


—Dile a JungKook que lo sientes, YoonGi —le ordena el alfa—. Has sido un mal chico.



Esos dedos largos de la mano derecha ajena, humectados en su elixir que moja entre sus muslos, que gotea y gotea, y HoSeok se encarga de esparcir por ellos bien antes de ingresar lento y duro por su entrada, dos de un tiro que le extiende y exige del golpe.


—¡Mmhp-! ¡Hoba-ah! —gime YoonGi entrecortado.



El rubio suelta los brazos que sujetaba para nuevo apoyarse contra la puerta, las piernas le tiritan como nunca por estar tanto tiempo de pie y que tampoco Seok tenga misericordia de aquello porque le estimula tan fuerte, tocando tantas partes, tan rápido que no alcanza a agarrar aire que ya se escapa de sus labios entreabiertos.


—¡JungKookie! ¡Lo siento! ¡Ah-ah! No deberías escucharme así, no de esta forma-a… ¡Ah-a… Hob!



YoonGi completamente derrotado cierra los ojos y apoya la frente contra la puerta, sus labios abiertos con los que puede respirar por donde la saliva gotea en sus comisuras, se encuentra tan débil, todas sus neuronas desconectadas por las sensaciones que le entrega su alfa. Su cuerpo sediento de más empieza a dilatar su centro recibiendo los tres dedos con gusto, succionando hacia adentro para eliminar el calor que nace desde su interior.

HoSeok está con las hormonas alborotadas y disparadas, sus ojos inyectados en sangre y sus iris color rojo escarlata maltratan el cuerpo del omega hasta saciarse ambos, su pecho se hincha de orgullo al ver a Gigi casi desmayado, goteando líquido seminal por su erección, se ha corrido sin darse cuenta.


Pero su deseo no termina ahí. Sabe que JungKook está dentro del baño, arrodillado en el piso del baño con el pantalón también hasta las rodillas y masturbándose con los gemidos de YoonGi y suyos. Desde ahí con los ojos cerrados y sintiendo la respiración del omega a través de la puerta, todo tan malditamente morboso y tan caliente a la vez.

La tortura termina. HoSeok toma a YoonGi de las caderas y le da la vuelta, abrazándolo contra su cuerpo. El omega de inmediato se aferra a su cuerpo y de un salto sube sus piernas para aferrarse a su cadera, con ello ambos se sientan en la alfombra, acostándose aún a la salida del baño.


—Te has portado muy bien, dulzura. Te dejaré descansar por ahora.



El mayor se estira cuando su espalda toca la fibra suave de la alfombra y se toca el pecho sudado y mojado, igualmente que el de HoSeok que aún no se ha quitado la camisa dando una imagen más sensual y provocativa a las gotas atrapadas entre sus músculos y piel color canela a completo contraste de su palidez. Su mirada viaja hacia abajo y con su mano derecha alcanza aquella polla dura, guiándola entre sus muslos húmedos para masturbarla con su carne suave, la punta le roza sus testículos y tan pronto como empieza Jung ya está sobre él, moviendo sus caderas contra su cuerpo. Ambos jadean y gimen alto y claro, comiéndose la boca a besos en previa a lo más placentero.


—Quiero saber… Quiero saber qué están haciendo —Jadea JungKook entrecortadamente.



El menor ya se ha corrido más de una vez y no puede detenerse cuando siente el calor por el otro lado de la puerta mezclado con el suyo en su propio interior, entrando en pánico al no detenerse. Quiere sacarlo, quiere formar parte de este fetiche tan sucio e inmoral que no importa perderlo todo.


—Me follaré a YoonGi-hyung, JungKookie. Y tú escucharás cada estocada.



El tono grueso, fuerte y sin ningún titubeo de HoSeok hizo temblar cada célula del cuerpo de JungKook, mandando una corriente tan potente que terminaba en su entrada. De pronto su mente formó la idea de no poseer a YoonGi, sino ser poseído por Hob y su erección palpitó.


—Mientras te masturbabas le preparé. Ingresé mis dedos por su entrada, humedecidos por el sudor y su dilatación hasta que se logró correr.



Kook suspiró, quitando su pantalón por completo de un tirón, vistiendo solamente sus calcetines y de a poco bajó su ropa interior, dejándola a la mitad de sus muslos.


—Si no tengo dilatación. ¿Qué hago? —HoSeok sonrió del otro lado.

—Chúpalos, Kookie. Hasta que lleguen a tu garganta.



El menor volvió a estremecerse, lamiendo dos dedos como si fueran un helado pequeño y tímidamente los ingresó a su boca. Sabían terrible debido a su propio sudor, pero logró acostumbrarse y con dificultad sus paletas llegaron a tocar sus nudillos, la yema de sus dedos acariciando el inicio de su lengua que hacían llorar a sus ojos.


—¡Joder, Yoon-! ¡Ah! —jadeó HoSeok —. Tan estrecho.



Ahora YoonGi con ambas manos sujetadas detrás de sus rodillas, completamente expuesto a la vista del alfa era finalmente penetrado. La polla de HoSeok estaba haciéndose espacio entre sus paredes calientes y no se detenía hasta llenar cada maldito centímetro. Jung con sus manos a cada lado de la cabellera rubia viéndole como arrugaba la pequeña y respingada nariz que tenía y mordía fuertemente sus labios para no lloriquear, aunque de igual manera los gemidos se le lograban escapar seguidos de más lagrimitas.


De inmediato sus mejillas fueron besadas y acariciadas, al mismo ritmo que las estocadas y es que la pareja no podía esperar más. El celo de YoonGi estaba cada vez más intenso, su cuerpo más y más sensible, tanto que podría correrse con cualquier cosquilla, por ello HoSeok comienza a golpearle el interior en aquel dulce punto repetidas veces, observando como el vientre de su omega se abultaba por cada golpe.


Mientras tanto JungKook no perdía el tiempo tampoco. Sus dedos ya curioseaban su interior, intentando buscar ese punto que tenía a YoonGi vuelto loco y lloraba de placer por ser tocado e iba ser encontrado.

Por ello prefiere adoptar otra posición, con la espalda contra la puerta y ambas piernas abiertas expuesto a una postura tan sumisa para un alfa que daría vergüenza a cualquiera, pero sus Hyungs jamás lo juzgarían por ello. Con ímpetu vuelve a arrugar el ceño y cierra los ojos para no enfocarse en la molestia y el desagrado de su alfa interior completamente dominado por el alfa de HoSeok que con sólo pensar en su fragancia parece encontrar su próstata, golpeando fuerte con sus dedos en el sector que hace a sus piernas tiritar y gritar de deseo.


YoonGi también apoyado en la pared, con sus piernas a cada lado de la cintura del alfa suspira mientras se acaricia sus pezones hinchados, la nariz arrugada y labios brillantes, poniendo sus ojos en blanco cuando HoSeok comienza a anudar, hinchando aún más su polla y a plenos segundos de llegar a la cumbre. Siempre se dan el último beso cuando están cerca y en esta ocasión apenas juntan sus labios que ya ha terminado, el castaño se ha desbordado y Min está casi desmayado.


JungKook termina al tiempo después, elevando sus caderas en el aire y la espalda completamente arqueada finaliza en una explosión de sensaciones y también se desborda, exhausto contra el piso frío del baño.




Despertó a las horas después en la cómoda cama de la pareja, completamente confundido y de muy buen humor, se escuchaban las risas desde la sala seguido del rico olor del Gimbap. El pelinegro se rascó la cabeza en duda a si todo habría sido un sueño increíble y al parecer realmente fue así.


Una vez la vergüenza se le había pasado, ya que había imaginado a sus Hyungs teniendo sexo junto con él se incorporó al grupo alegremente, bromeando y con ningún rencor cuando YoonGi y HoSeok se besaban, pero había veces que los pillaba a ambos mirándole fijamente, le llegaba a dar escalofríos.



¿O no fue realmente un sueño?

2 de Febrero de 2022 a las 03:36 0 Reporte Insertar Seguir historia
5
Fin

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yoongay -hola, soy chops🦑 . . . . . . . . . . . . . . [ bangtan and shinee stan] y este es lugar dónde hago fanfics gays de gays para gays 🐀🐀 #sopenca,, aunque no se note (ajáh).

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