Era un día normal para una princesa, eran deberes para aprender a hacer una princesa, por ejemplo, aprender a saludar, bailar, como debo dirigir el reino si algún día llegó a ser reina.
Ya estaba harta de deberes, deberes, deberes; cuando estaba en mi clase de piano me salí del castillo sin que nadie se diera cuenta. Mi pasión era montar caballo, asi que fui a las caballerizas burlando al capataz, agarre la silla de montar se la puse a mi bella yegua y me fui a las tierras altas del sur a cabalgar.
Mientras cabalgaba, y veía mi cabello volar por el aire iba pensando «que daría lo que fuera por no ser una princesa y ser una persona normal, una chica normal como las de mi reino... Poder salir a la hora que se me antoje, andar con él chavo que me enamoré y no tener que seguir las reglas. Ya como princesa ya se con quién me voy a casar y es nada menos que Wilson, principe de las comarcas de las tierras bajas del sur»
Llegue al bosque que siempre iba cada vez que quería estar sola, me senté a la orilla de un prisco a contemplar las olas del mar, así podía pasármela horas y horas admirando la belleza de la naturaleza.
Estaba tan entretenida admirando el mar cuando algo o alguien me los interrumpió. Cuando voltee a ver de quién se trataba me quedé atónita, era un muchacho guapo con ojos azules como el mar y una cabellera rubia como el oro y era del reino de las tierras altas del norte porque traía su emblema en su camisa y en su caballo.
Cuando llegue al prisco a contemplar la belleza del mar y para distraerme un rato de mis ocupaciones como futuro monarca de las tierras altas del norte, me encontré con una muchacha que parecía ser una princesa ya que traía una corona que representaba su grado, pero al mirarla lo hermosa que era me enamoré de ella.
Temblando me acerque a ella y le dije—hola, soy Miquel Rivelle de las tierras altas del norte ¿Cómo te llamas?—ella bajando el brazo después de besarle la mano me dijo—soy Azahara del Conde Villaseñor de las tierras bajas del norte—yo queriendo saber más de ella le pregunté—¿Qué haces por aquí ya que no te he visto nunca?—
Ella apenas me iba decir cuándo observa la hora y me dice—es un gusto, pero me tengo que ir... ¿Qué te parece si nos vemos aquí mañana?—te estaré esperando—
Cuando se fue no pude evitar esbozar una sonrisa y sentía como mi corazón se aceleraba con ella. Faltando 2 semanas para mí coronación y ya que mi padre me dijo que debería tener una pareja para cuándo me coronen rey no pude evitar pensar «a lado de Azahara, podre construir mi reino y el reino que siempre desee. Con ella tendré mis hijos para tener mi propia familia y pasar con ella el resto de mi vida»
Cuando llegue a mi casa, me subí a mi habitación, me acosté en la cama sonriendo y pensando en aquel muchacho del cuál me enamoré «con él si quisiera pasar el resto de nuestras vidas gobernando juntos, pero no puedo porque estoy comprometida con Wilson Standford, pero el único consuelo que me queda es verlo a las escondidas, y mañana será el mejor día de mi vida»
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