Comprendo que lo más deseado es lo más prohibido. Será solo un juego inocente, portémonos mal a escondidas...
—DayaxKim
—Seung, hace poco salió el nuevo Bugatti Chiron modelo azul y negro...me encantó demasiado, lo quiero— Embocé una suave sonrisa, y lo miré fijamente a los ojos, esperando una inmediata reacción positiva. Él sonrió, entonces supe que tendría mi hermoso auto.
—¿Cómo dijiste que se llamaba?— Me preguntó sonriente.
—Bugatti Chiron, el nuevo modelo azul y negro.
—Okey, espérame un momento, corazón— Sacó su teléfono del bolsillo de su terno. Me sentí victorioso, muy victorioso.
Él hablaba por teléfono, y mientras lo hacía, su mano derecha se deslizaba lentamente sobre mis muslos descubiertos. Fingí una pequeña sonrisa.
Odio que me toque.
—Listo precioso, tendrás tu auto en tres días.
—¿Tres días?— Fruncí mi entrecejo, y aproveché el momento para apartar su mano de mí.
—Sí bebé, no pongas esa carita— Se inclinó a besar mi mejilla. Rodé mis ojos molesto— Hoy en la noche saldré de viaje a Seattle ¿quieres que te traiga algo, cielo?
—Sí— Volví a mirarlo, con una gran sonrisa tallada en mi cara— Quiero un Rolex dorado, no mejor dos, umm...tráeme tres de distintos colores.
—Está bien, mi amor— Nuevamente se acercó a besarme, pero esta vez en los labios— Te amo mucho— Susurró, asentí con la cabeza.
—Lo sé— Desvié la mirada.
Él realmente es la persona más estúpida que he conocido en mi vida. Solo estoy con él por su dinero, pero según él "yo lo amo tanto como él me ama a mí".
Que estúpido es mi adinerado esposo.
—Señor Seung, su sobrino ya llegó, lo está esperando en la sala— Avisó la empleada. Seung sonrió.
—Amor, recuerda que mi sobrino Taehyung se quedará en la mansión por seis meses.
—Seung ¿enserio meterás a un desconocido en mi mansión?— Me quejé, mirándolo con fastidio.
—Cielo, es mi sobrino, no es un desconocido— Quiso darme un beso, pero no lo permití.
—Yo no lo conozco, así que es un desconocido— Bufé. Él sonrió.
—Te agradará ¿si?
—No lo creo.
—Lo hará— Sus manos llegaron a mis caderas— Ahora, ve a ponerte un pantalón, mi sobrino tiene casi tu edad, no quiero que tus lindas piernas lo tienten— ¿Casi de mi edad?— Eres mío, cariño. Nunca lo olvides.
Yo no le pertenezco a nadie, idiota.
—Tan hermoso...— Sonreí a mi reflejo en el espejo— Eres tan bello, Jungkook, tan bello— Coloqué un poco más de bálsamo labial en mis labios. Me admiré durante unos segundos, y después salí de la habitación.
Mientras bajaba por las escaleras, pude escuchar lejanas voces provenir de la sala principal. Una desconocida voz grave resaltó particularmente en mis oídos.
Apresuré mis pasos. Terminé de bajar las escaleras y caminé muy sonriente a la sala.
Ingresé al lugar, sintiéndome perfecto, tan divino.
—Taehyung— Seung me tomó de los hombros. Un chico alto de cabellera castaña se volteó a vernos— Él es Jungkook, mi esposo.
Mis ojos se toparon con unos preciosos ojos ámbar. Su mirada es profunda, intimidante. Me sentí hechizado, me sentí golpeado por una gran ola de sensaciones desconocidas.
Incluso sentí mi boca secarse.
—Mucho gusto— El chico me extendió su mano, sonriéndome lascivo, sin dejar de mirarme atentamente a los ojos. Pasé saliva nervioso. Le di la mano, y al hacerlo, una suave corriente eléctrica pasó por su espalda. Mi corazón comenzó a agitarse.
—El gusto es mío— Musité. Sentí como su pulgar acarició "disimuladamente" el dorso de mi mano.
Seung dejó de sostener mis hombros para abrazar mi cintura con posesión.
—Es hermoso...— Murmuró Taehyung. Sonreí.
Una candente satisfacción afloró en mi pecho.
Taehyung no es un santo, ni en lo más mínimo. Justo ahora, sus ojos están paseándose por mi cuerpo, muy lentamente.
Su descaro me tentó, y ni hablar de esa perfecta sonrisa ladina en su rostro.
No hacían falta las palabras para deducir lo que susurran sus pensamientos.
—Bueno, ya no lo mires tanto— Seung fingió bromear. Taehyung corrió su mirada hacia los ventanales del salón. Todo se llenó de un incómodo silencio, eso hasta que por fortuna la empleada irrumpió en el lugar.
—Joven Taehyung, sígame le mostraré su habitación— Dijo la mujer. Taehyung asintió, nos miró a ambos antes de irse, y sonrió. Descarado.
—Como que te miró mucho ¿no?— Habló Seung cuando estuvimos a solas. Mordí mi labio bajo, mirando a Taehyung alejarse por el pasillo; que bueno está— Amor.
—¿Ah?, n-no Seung, no me miró mucho.
—Cariño, fue demasiado obvio, eres tan inocente, mi cielo— Claro que sí, imbécil.
"Y así dos demonios cayeron en las aguas de una interminable perdición"
Gracias por leer!