Esta es una hermosa historia de Amor entre Marcos y Sofía, en la cual el destino tiene un papel muy importante.
Alguna vez me pregunté si realmente existía el destino, esas casualidades que solo serían marcadas por el universo, si era posible que dos personas se pudieran enamorar y reencontrar después de muchos años solo para darse cuenta que ese era su destino, que estaba escrito que serían almas gemelas desde el primer instante en que sus miradas se encontraron.
La historia de Marcos y Sofía, es algo poco usual. Ya que Sofía tenía 10 años cuando conoció a Marcos, ella estudiaba quinto grado de primaria con la hermana menor de él. Ocurrió un día cuando Judith invito a Sofía a jugar a su casa, la cual quedaba cerca del colegio donde ambas estudiaban. Tenían la sala llena de muñecas y juguetes y Marcos se molestó por el desorden, saco una correa y amenazo a su hermana para que arreglara sus juguetes y por ende Sofía se asustó mucho y salió de ese lugar corriendo. Y juro no volver nunca más a esa casa. Obviamente asustada, Sofía le agarro rabia a ese hombre que la había asustado mucho y creyó que iba a pegarle.
Pasaron tres años y Sofía volvió a ver a Marcos, esta vez el parecía casado. Tenía una familia, llevaba una bebe en brazos y una mujer a su lado. Ella se quedó viéndolos y recordando como salió de esa casa. Y la rabia removía sus sentidos.
Cierto tiempo después; para ser exactos tres años. Ya Sofía tenía dieciseis años, era toda una hermosa señorita, morena con su pelo negro y ondulado, de cintura pequeña y piernas bien definidas, muy esbelta, en realidad no tenía estándar de belleza en especial. Sofía tiene una amiga y deciden salir a caminar un rato, lejos de sus casas y muy cerca del colegio donde Sofía estudio su Primaria. – Pues cuál sería su sorpresa! Volver a ver a Marcos, aunque seguía siendo apuesto después de esos seis años, la rabia que sentía contra el volvió. Su amiga, quedó prendada de él, era muy apuesto de piel blanca, ojos claros y cuerpo bien torneado y definido. Quiso conocerlo y se llegó hasta él y su amigo los cuales se encontraban juntos haciendo ejercicios. Eso lleno de tanta rabia a Sofía, que la dejo sola y se dirigió hasta la parada a esperarla.
Su amiga y Marcos, se hicieron muy buenos amigos. Aunque a ella le gustaba por su porte y buen humor. Él sabía que no le caía bien a Sofía; así que la ignoraba, él decía que ese episodio no lo recordaba. Por lo tanto no sentía remordimiento alguno y esto le daba aun mas rabia a Sofía, que por lo menos esperaba una disculpa de su parte.
Un día Sofía y su amiga se habían enojado, faltaba un mes para su cumpleaños y Sofia le había preparado una sorpresa y reconciliación y eso incluia a Marcos, el reto para Sofia era buscar y convencer a Marcos de que fuera al cumpleaños de su amiga. Fue a su casa, pero antes se había devuelto tres veces antes de llegar. El orgullo y juramento de no volver a pisar esa casa lo revivía cada vez que se acercaba. Pero el cariño por su amiga, lo pudo todo. Así que tomo fuerzas y llego, hablo con él y le conto la sorpresa a Marcos, el gustosamente acepto. El día del cumpleaños, Marcos fue a buscar a Sofía con la torta y algunas cosas que iba a llevar y allí en ese preciso momento, Sofia salió de su cuarto y el en la sala esperando, sus miradas se encontraron y Sofia sintió algo en su corazón, el cual latía aceleradamente, y esa mirada se grabó en ella para siempre.
Pasaron unas horas, y ya de vuelta Sofia y Marcos hablaron en todo el camino. Pero algo había cambiado en ella, ya no sentía esa rabia hacia él. Su sonrisa era cautivadora y la mirada inquietante. Ahora, la situación para ella era diferente, se sentía cambiada ante todo esto, ya no quería alejarse de él.
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