vanessa1505 Vanessa Acevedo

La historia se centra en el relato vivencial de un pueblerino tras encontrarse con un caso inexplicable de aparición en Noche de Halloween, ya que en esa vieja iglesia las Almas en pena buscan ese lugar para llorar. Una pálida y cadavérica mujer se aparece a los hombres que buscan diversión en esa noche y la experiencia resulta escalofriante.


Horror Historias de fantasmas Todo público.

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La Iglesia de las Almas en Pena

La Iglesia de las Almas en Pena

En una noche de Octubre de 1905, después de mucho tiempo sin salir, fueron a mi casa tres amigos; de esos que llama uno “amigos de tragos” y decidí que había llegado el momento de dar una vuelta con ellos para pasar la Noche de Halloween. Había mucha gente en las calles y niños jugando y recolectando sus ricos dulces. Solo quería pasear un rato y pasarla bien. Pensé que nadie iba a reconocerme con la fea mascara de fantasma que llevaba. La noche estaba oscura había hecho muchísimo calor durante el día, así que unas buenas cervezas frías no caerían mal. Aún tenía la alta temperatura metida en mi cuerpo, por el calor que había hecho.

Me encaminé con mis amigos por la calle en dirección a una tasca, más o menos lejos del pueblo en aquella hora de la noche, justo lo que yo iba buscando, chicas, bebidas y diversión. Seguro que nadie se atrevía a adentrarse en la oscuridad del pueblo y que solo la luz de la luna iluminase sus pasos. Después de tanto caminar llegamos a nuestro destino, la tasca. Me sorprendí bastante ver ese día tanta gente en la calle, pero era Noche de Haloween y muchos vecinos aprovechan esta ocasión para recrearse y compartir con otros.

Después de toda la diversión que tuvimos, llego la hora de partir a nuestros hogares. Debo reconocer que habíamos bebido mucho. Mis amigos y yo, íbamos bromeando y asustando niños y señoras mayores. La hora de decidir porque camino nos iríamos llego, ellos no querían cortar camino y yo sí, pues estaba muy ebrio aunque la verdad no estaba del todo seguro de si sería una buena idea. Pero yo era de esos hombres que no le gusta demostrar debilidad en el carácter y menos hacer notar que estaba asustado por historias de pueblo. Decían que había una iglesia donde se escuchaban lloros y lamentos en Noche de Haloween. Pero me dije a mi mismo, que alguien había pensado lo mismo que yo y también había decidido por la idea de caminar por dentro del bosque. A pesar de eso, también pensé en el camino que nadie sería tan tonto como yo para adentrarse en la espesa vegetación con el riesgo de perderse, justo como me estaba pasando.

No era la primera vez que andaba de noche por allí, ya lo había hecho algunas veces anteriormente. Conocía los alrededores y nunca me había perdido. Sabía a la perfección dónde estaba cada árbol, cada arbusto, cada piedra… Además, estaba acostumbrado a andar por esos lugares desde que era un niño. Quizás fue por eso que me confié y caminaba sin prestar mucha atención, supongo que me distraje pensando en todas las cosas que me diría mama cuando llegara en el estado en que estaba.

Juro que siempre vi esa vieja iglesia, oscura y con sus ventanas y puertas a punto de caerse. Pero esa noche la iglesia estaba iluminada, se escuchaban voces llorando escalofriantes y con lamentos, ese ruido provocaba escalofríos en todo mi cuerpo. Eso llamo mi atención y decidí con temor dentro de mí, acercarme y ver por las hendijas de la puerta principal y me di cuenta de que estaba oscura. Alguien golpeo varias veces la puerta mientras yo veía hacia dentro, eso me asusto y salí corriendo velozmente! De allí recuerdo que de repente recibí un fuerte golpe en la espalda que me tiró al suelo y que mientras estaba convaleciente, no vi a nadie detrás de mí. En unos segundos, me levante y corrí lo más que pude sin dirección alguna.

Decidí treparme en un árbol y pendiente a todo lo que se moviera. Creo que me dormite y después de eso, delante de mí y del tamaño del árbol un enorme demonio tan espeluznante, con la cara verrugosa y enormes dientes afilados, ojos negros y profundos como si no tuviera ojos, me golpeo tan fuerte que me tiro al suelo y me llevo a rastras a la profundidad del bosque, golpeándome. Seguía un poco mareado y dolido por los golpes, pero aun así pude distinguir que se trataba de una mujer por su largo cabello que se podía ver a pesar de la oscuridad. Dejo de golpearme por unos minutos y poco a poco iba recobrando más la conciencia. Quería decir algo, preguntar qué estaba pasando, pero no me salían las palabras. ¿Qué otra cosa podía hacer? No podía escapar de ella por mucho que lo intentara y solo conseguiría enfurecerla aún más. El miedo se apoderaba de mí. No sabía qué pretendía hacer conmigo, ni si saldría con vida de todo aquello.

—Mala noche has elegido para andar por el bosque hombre —dijo la mujer. ¿Acaso no sabes que es la noche de Haloween? Y las Almas sin descanso salen a llorar sus penas?

— ¿Eres una bruja? Pregunte —No estaba seguro de si había oído bien y por fin me salieron las palabras de mi boca a pesar del miedo.

—Así es. Y para tu desgracia, decidiste pasar esta noche por aquí, eres muy osado y rebelde hombre. —No pude distinguir la fea sonrisa en su cara pero por su tono de voz podía saber que dijo eso último riendo.

Después de eso me golpeo, ya había amanecido y desperté por los gritos que escuche de mis amigos al mencionar mi nombre, que al no encontrarme en la casa, decidieron irme a buscar al bosque. Suponían que algo malo me había pasado.

Solo puedo terminar diciendo que esa noche algo cambio en mí, ya no soy tan impulsivo y pienso las cosas antes de decidirlas.

La moraleja de mi historia es: “No dejes caminos por veredas”.

27 de Octubre de 2020 a las 02:12 0 Reporte Insertar Seguir historia
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Conoce al autor

Vanessa Acevedo Vanessa Acevedo. Cdad Guayana - Venezuela. Soy emprendedora, pro-activa, diligente y divertida. Me gusta los retos y así lograr mis objetivos.!!

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