He aquí una tragedia.
Una tragedia que no podía evitarse.
He aqui una historia.
Una historia de misterio, horror, y...
¿Amor?
Ella había nacido de hombre desquiciado
y mujer triste.
Creció en una ciudad cuyo nombre nadie recuerda.
En una casa para nada distinguida,
en un barrio dejado a su suerte.
De ellos nada nos importa, excepto
que nunca se amaron.
Èl se fue.
Ella se quedo con su hija hasta que decidió partir.
La niña, de nombre bonito, creció sola
ayudada por sus vecinas con diferentes esposos.
La niña, de dulce cantar, se convirtió
en muchacha, en adolescente y en mujer.
Fue el deleite de miles de ojos,
fue el fuego de muchas pasiones.
Fue la herida en muchos corazones
y la causa de eternas locuras.
Tenia los ojos de la misma noche,
sus cabellos recordaban
a la guarida del Cancerbero.
Su piel se asemejaba a la fria nieve,
su boca a rosas despiertas.
Su voz, canto de sirenas, llamaba a la confianza.
Y su sonrisa...esa sonrisa...
Era lo último que veían.
Peco en orgullo,
amo a la Envidia y
a la Codicia.
Se entregó a la Lujuria
y a muchos otros.
¡Oh, Dama de la Noche!
Ya no te escondas,
pronto van a encontrarte.
¡Oh, Àngel de rojas alas!
¿escuchas la cuarta trompeta?
Sì, ese caballo amarillo
viene por ti.
Dama de la Noche,
Àngel oscuro
¿què hiciste?
Transformaste el sol en luna,
apagaste las estrellas
y desbordaste los mares.
Convetiste tu sangre en metal,
y a tu corazòn en fragmentos
de cristal.
Dama de la Noche,
Hija del Destino.
Dejaste que los
siete jinetes
te escoltaran
al Limbo.
Dama de las Tinieblas,
Virgen de la Avaricia,
ahora deberas esperar
tu Juicio para ver
si entras en el Cielo
o ardes en el Infierno.
Gracias por leer!
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