Laboratorio, Washington EE. UU. 2018
Era un día frío, con el que tan solo una brisa dejaba sin aliento a los arboles. Tormenta y lluvia, dos cosas que se recuerdan aquella noche. El presidente entraba por el pasillo hacia la zona c del laboratorio. El cual se podría comparar con un lugar abandonado, ya que el frío y la brisa que corría por allí le favorecía.
-Está listo, señor- confirmó el autentico científico Walker, quién dirigía el proyecto K-13. -¿Están seguros de que no hay efectos secundarios?- pregunta el presidente con un sudor increíble en su frente, como si hubiera estado ejercitando en ese instante, aunque tampoco lo hacia en otros momentos. -No hay nada de que preocuparse, ya lo hemos intentado antes con un conejillo- relajado el científico calma al presidente notando la obvia preocupación de él. Pero logro lo contrario, ya que los otros científicos parecían que estaban en desacuerdo con él, ellos lo conocían bien, sabían quien era en realidad, pero no podían decir nada.
Para comprobarlo encendió el proyecto y lo probaron nuevamente con un conejo pequeño. Fue bastante bien esa demostración para el presidente. Pero eso no fue lo suficiente como para dejar de inquietarlo. -Seguros, ¿De que no proyecta riesgo alguno? - sigue cuestionando al presidente duplicando su preocupación que salia en forma de sudor. -Solo un riesgo, este invento utiliza un combustible peligroso que al liberarse en la atmósfera, causaría un gran caos en el mundo. Pero ya nos aseguramos de que este bien asegurado el contenedor de combustible. Le explica el científico Walker. Eso al menos bajo un poco su preocupación. No es para emocionarse, solo un poco fue.
El presidente sale del laboratorio, después de haber aprobado del todo el proyecto, va rumbo a su casa. Abre la puerta y se va su cuarto a descansar. Pero se detiene al encontrar una carta proveniente del laboratorio que decía:
"Señor, no le haga caso al señor Walker.
No quiere que esto salga bien. Se lo ruego,
debe oponerse al proyecto, por algo estaba
tan preocupado. Tiene que reconsiderarlo,
por favor. Por el bien de la nación ".
- Anónimo
Escuela, California EE. UU. 2015
Día soleado Aves cantando. Eso era lo que favorecía la felicidad de Merry Robinson. Ella estaba caminando por la escuela, yendo a su clase de biología. En tan solo abrir y cerrar de ojos se distrae con un ruido detrás de ella. Pero gracias a ese ruido, se choca y conoce a un chico llamado Edward. -Disculpa, me distraje con un ruido detrás- se disculpa ella. -No hay problema- dice Edward. -Voy a la clase de biología- comenta Merry. -Ah, yo también. Estaba yendo a buscar uno de los libros que olvidé en el otro salón-. -Okey, bueno. Nos vemos en la clase.- se despide ella. -Si, nos vemos.- dice adiós Edward.
En la clase, se sienta sola en un rincón. Con unacara de aburrimiento. Era lógico, ninguna de sus amigas había venido ese día. Pero le gustaba ir al colegio. En medio de ese aburrimiento,viene Edward y le pregunta si está ocupado el lugar. Ella respondió en menos de la mitad de un segundo con un si. Como iba decir que no, unos segundos más y moría de aburrimiento.Ese momento crucial, fue lo que dio inicio a una amistad duradera.
Pasaban momentos juntos, se volvieron mejores amigos. Edward Cooper y Merry Robinson hasta el final. Se visitaban muy a menudo. Ya eran como hermanos y también tenían algo en común además de muchas cosas: Querían tener un hermano y eran hijos únicos. Todo marchaba de maravilla.
Gracias por leer!
Capítulo 1: El comienzo de todo
Un cuento corto que trata acerca de los viajes en el tiempo, premisa interesante. En los 3 caps, consigue contar una buena historia, pero noto que está algo apresurada, como si faltaran más caps o explicaciones. La narración es buena. Recomendado si te gustan este tipo de historias.
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