-El colegio es una porqueria...- bosteza- Ya quiero que sean las vacaciones.
-¿Por qué tanta prisa?- suspira- Ni que las vacaciones fueran tan divertidas.
-¿De qué hablas? Las vacaciones son lo mejor que hay en el mundo.- se cruza de brazos-
-Como tú digas...- se levanta- Iré a caminar un rato. Ya vengo...
-Bien. No te demores mucho...
Laia:
Salí al patio trasero de la escuela y me senté debajo de un árbol. Respiré profundamente y me sumergí en mis pensamientos. Después de todo, es lo mejor que tengo: Mis pensamientos. Un mundo al que puedo controlar y donde no hay reglas. Algo que es solo mio y nadie me puede quitar... Lo mas preciado para mí... Algo que nadie puede leer o adivinar. Pensamientos... Pero, ¿Pensamientos de qué? Pues de todo... ¿Y qué es todo? Pues lo inimaginable. ¿Y qué es lo inimaginable? Pues todo lo que pasa por mi pequeña y reboltosa cabeza de chica de diecinueve años. Eso es todo.
-Te encontré...- exclama una voz-
-No molestes.- responde con los ojos cerrados- ¿Qué quieres ahora?- se recuesta en el cesped-
-No mucho. - se sienta junto a ella- Compañía, que es lo quemas quiere un chico a esta edad.
-¿Y por qué yo? Eres el chico popular de la escuela. Tiene muchos compañeros, ve con ellos...
-Bueno... Como explicarlo...- mira al cielo- Te quiero.- suelta de repente-
-Más falso que los pechos de Sabrina.- ríe sarcástica-
-¿Qué? ¿No son reales?- grita asombrado-
-No... y tú ya deberías de saberlo. ¿O acaso aún no te has acostado con ella?
-Planeaba hacerlo en las vacaciones de verano. Después de todo, empiezan la proxima semana. Pero gracias por el dato...- piensa un rato- ¿En serio son falsas? Pero se ven tan reales.
-Lo sé...- abre los ojos- A que no adivinas lo que estaba pensando.
-Ahhh... No sé...- la mira- ¿Ovnis?
-niega con la cabeza-
-En el profesor de literatura...
-No...- ríe-
-No lo sé... Nunca puedo saber lo que piensas- se encoge- Eso me molesta...
-lo mira fijamente y sonríe- Gracias...- susurra-
-¿Eh? ¿Por qué?
-Por salvarme ese día...
-¡Cierto! Aunque te salvé, nuca me lo habias agradecido... ¿Cómo es eso?
-Mmmm...- se levanta- Quién sabe. Ahora me agradas más.
-¿Osea... Que te caigo bien?
-Claro que no. A mi nadie me cae.- hace una mueca-
-Muy graciosa...- suena el timbre-
-Nos vemos...- se aleja de allá-
Gracias por leer!
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