Cuento corto
2
3.1mil VISITAS
En progreso
tiempo de lectura
AA Compartir

I

Have a cigar, me dijiste ofreciéndome un pucho sacado de la caja de Lucky recién comprada en un kiosko sobre la calle Soler, y con los días entendí que a partir de ese momento todo cambiaba para siempre. Veneno, como la única solución a esta pandemia. Más de mil sustancias haciéndome mierda los pulmones, lo único que me quedaba para soportar este momento inconcebible. Todo estaba mal. Ese paseo ya estaba fuera de la ley. Sacarse el barbijo para fumar, probablemente también. Ponermelo en la oreja para fumarlo en un ratito, estéticamente también te pareció mal.

The happiest days of our lives. Cada vez más reniego de la utopía estúpida en la que después de la pandemia todos vamos a vivir mejor. Nos vamos a querer más, nos vamos a abrazar más, vamos a amar más, a ser más respetuosos, etc. Una sarta de pelotudeces que no hacen más que empujarme a lo que realmente creo: nos vamos a volver peores. Porque ya lo somos. Encerrados en nuestras casas descubrimos, sí, lo que necesitamos a nuestros seres queridos. Lo que queremos ver a nuestros amigos, familia, etc. También descubrimos algunos pequeños placeres que creemos vamos a sostener luego de la cuarentena: disfrutar del momento, leer más, vivir más relajado, blah blah. Lo que nadie dice es que después de la cuarentena, defender eso se va a volver una guerra. Los quiero ver a esos, cuando vuelvan a la realidad y se encuentren con un jefe hijo de puta, cuando les afanen el celular, cuando sigan violando pibes, cuando en Chaco siga habiendo desnutrición. Se van a refugiar en sus pequeñas tribus de conocidos a disfrutar sus placeres burgueses. Serán días hermosos, muy felices, una especie de Woodstock trasladado a un departamento de alguna ciudad. Una imagen clara del egoísmo humano. Por qué carajo pensar que la gente se va a despojar de eso, no lo entiendo. Serán más buenos y solidarios con cuántos, con dos, tres, diez personas que, oh casualidad, son igual a ellos. Sólo por eso serán buenos samaritanos, porque el que está al lado es igual. Pero cuando se crucen con el diferente, el egoísmo y la crueldad primarán, y nadie querrá que un otro le arrebate esos gramos de felicidad envasada.

Young lust. Todos saldremos a coger con todos, esa es otra fantasía. Una suerte de orgía post apocalíptica donde los humanos (necesitaron una pandemia para al menos considerar esto, pobres imbéciles) correrán desesperados a coger, a sentir el placer del modo más inmediato y fácil posible. Querrán todo el placer para ellos. Todo el lujo. Y ya. Lamentablemente (o no), tendrán que sortear obstáculos, y lo más fácil será eliminarlos. Destruir todo aquello que se interponga entre el placer y ellos. Nadie concebirá la idea de esperar, será una maratón en donde todos intentarán aplastar a quien tengan adelante. Todo este placer no será con otros, sino a pesar de otros. Se arruinarán vidas, la gente se aislará aún más en su propia vida de mierda, en búsqueda de un poco de placer harán lo que sea para conseguirlo, así eso implique pisotear a quien tengan al lado.

Welcome to the machine. La gente cree que recién ahora los estados controlan nuestras vidas, que la normalizan. La pandemia simplemente es un cartel de bienvenida para esta maquinaria absurda y sangrienta que implica el capitalismo. Lo único que cambió es que antes eran un engranaje perfectamente aceitado, un peón idiotizado, un cerebro dopado, que ahora, en pos de no se sabe qué, se queja como un niño que no lo dejan salir a jugar. Toda su vida la transcurrieron como en una cinta transportadora, en un tubo directo hacia la muerte, sin sobresaltos. Bienvenidos, espero ansioso sus propuestas pedorras para cambiar algo. O quizás no las hagan, porque sólo quieren volver a ese estado continuo y sin interrupciones que eran sus aburridas vidas.

Money. Colapsos bancarios, empresas en bancarrota, pobreza, indigencia, falta de alimentos, ausencia de vacunas, hospitales colapsados, más pobreza, más indigencia. Donde estarán todos esos Gandhi con Visa ayudando a los más necesitados, se pregunta Johny mientras revuelve la basura. Ya pasaron dos años de la famosa pandemia y todo sigue igual. Me sigo pelando las manos revolviendo entre cartones, cortándome con alguna lata, sangrando mi pobreza a cada paso que doy por esta ciudad de mierda. Si casi nadie ayudaba cuando se podía, no entiendo por qué la gente va a empezar a ayudar cuando sus sueldos valgan tres veces menos. ¿Cuando vuelvan después de la oficina, habiendo tenido una jornada laboral igual a las de siempre, o sea una mierda, van a estar dispuestos a ceder sus pesos a un pobre? Cuando se reabran las fronteras y puedan hacerse ese viajecito al Caribe, ¿pensarán dos veces en gastar esa plata? Claro que no. Sálvese quien pueda. Y lo que tengo, me lo gané. Capitalismo salvaje. En la vereda se ve la mancha de sangre de un pibe que mataron a patadas por haber robado un celular. Era un villero, comenta Mario, que estuvo en el lugar de los hechos y jamás atinó a intervenir para detener el (ilegal) linchamiento. Porque ahora más que nunca, será la ley de la selva. O la ley del dinero.

Time. Qué van a hacer ahora con su tiempo. ¿Lo van a rellenar de actividades insulsas como hacer pan de masa madre que sólo comen porque está de moda y no porque les importe algo la nutrición y la industria gastronómica?, ¿aprenderán algún idioma que no les sirva más que para intentar levantarse a una francesa en algún evento cheto que se ponga de moda?, ¿con qué clase de actividades de cotillón van a intentar ocupar el tiempo?, ¿cuánto tiempo tardarán en darse cuenta de que las actividades que hacen están prefabricadas, prearmadas, envasadas al vacío y vaciadas de sorpresa?, ¿contarán ahora los minutos que se la pasan cogiendo con personas con las que no quieren coger?, ¿seguirán creyendo que el tiempo se mide en segundos y que prolongar la vida es sinónimo de disfrutar más?, ¿pensarán todavía que el tiempo es una cantidad que hay que maximizar? Solo quiero estar para cuando revienten sus relojes al ver la cantidad de tiempo que perdieron intentando ganarlo y queden pasmados ante el vacío que siempre fue su vida.

Brain damage. Dañados, así vamos a salir de esto. Quien crea que vamos a salir más fuertes, habiéndonos adaptado a las circunstancias, ya estaba dañado de antes. No Raúl, no Mariana, si no pudieron disfrutar de su luna de miel en Las Toninas porque se la pasaron peleando por pelotudeces, no sé cómo creen que van a salir más amigables después de toda esta mierda. Ya están rotos, y pretender que una pandemia venga a repararlos es de lo más estúpido que escuché en mucho tiempo. Ya están enfermos de rigidez, de amargura, se la pasaron cincuenta años despotricando contra un bife mal hecho por su pareja, y de repente creen que un virus que los hace quedarse encerrados, creen que esto, los va a arreglar. Yo los miro y pienso, pobrecitos. Destruidos vamos a quedar. Hechos pedazos, preguntándonos de qué carajo sirve llegar temprano al estudio contable de papá, si al final de un día para el otro un murciélago nos mete a todos en esta sopa. Doblemente dañados, porque además de saber que nada tiene sentido, no vamos a hacer nada para romper con la monotonía. Seguiremos derechito, sin escalas, hasta la muerte.

Waiting for the worms. Encerrados en nuestros ataúdes metropolitanos que son nuestros hogares, esperaremos, lentamente, que nos coman los gusanos. Así, sin más. Sin horror, sin miedo. Esperando.

The show must go on. Seguir. ¿O acaso alguien pensó que nos iban a dar una pausa, un tiempo muerto, para reperfilar nuestra angustia? La gente alucina bondad donde nunca la hubo, donde nunca la habrá. 7a.m. arriba y sin quejarse. El tren va a estar lleno, lo sé. Probablemente te toquen el culo, puede ser. Saliendo de Constitución te van a gritar de todo, sin dudas. Cuando llegues al local de ropa donde laburás las y los clientes te van a tratar para el orto, no me sorprende. Pero tenés que seguir. ¿Por qué? No hay porqué. Ah, y no te olvides de llegar más temprano la próxima.

23 de Junio de 2020 a las 19:34 0 Reporte Insertar Seguir historia
1
Continuará…

Conoce al autor

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~