susaramosg Susa Ramos

Situaciones. Diferentes formas de vivir. Diferentes formas de vivirla. Solo tenia una complicada situación. Destruir un libro perdido. Primer libro de la Trilogía "Maldito"


LGBT+ No para niños menores de 13.

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C A P I T U L O . I

Las calle se encontraban oscuras, algo común para este pueblo casi desolado. Eso no me distrajo en mi destino, necesitaba llegar a aquel bosque y saciar mi hambre.


Por eso odiaba lo que era, cuando llegaba a mi punto máximo, no podía pensar en otra cosa que no sea tomar ese néctar tan dulce para mi paladar. Por eso tenia precauciones al caminar por las calles, las vías sanguíneas de las personas me volvían loco, claramente si las personas supieran el peligro que camina a su lado, correrían despavoridos.


Algunos sonreían, otros peleaban, pero todos eran una sola cosa...mis presas, negué, tenia que alejar esos pensamientos, sino dejaría a un pueblo sin habitantes.


No quería que volviera a suceder.


Seguí caminando hasta llegar a la profundidad del bosque, note como los animales al verme salían despavoridos, ellos reconocían su amenaza. Mire mas allá y encontré una escena tan hermosa, lentamente una sonrisa perversa curvo mis labios. La sierva daba de comer a su bebe, lastima que ese pequeño animal se quedara sin madre tan pronto. La historia de Bambi, pero diferente contexto.


Reí por mi pensamiento, estar en sed de sangre alejaba mi cordura.


La sierva me escuchó, no es que había sido silencioso. Sus grandes ojos reflejaron el miedo y determinación por sus bebes. Se levanto lentamente, para no llamar mas mi atención, pero esta estaba desde un principio en ella. Tenía la seguridad de que no dejaría pasar peligro a sus bebes.


Cuando comencé a caminar hacia mi presa un ruido me distrajo, el crujir de las hojas secas hicieron alertar mis sentidos al máximo, busque alrededor y no encontré nada a un radio de cincuenta metros. Volví a mirar a mi presa y esta ya no estaba, maldecía por mi estupidez, ruidos comunes no podían ser mi distracción. Al buscar de nuevo, solo encontré otros animales.


Quise seguir caminando, porque si dejaba de pasar un día mas sin saciar mi sed, mataría a todos. Pero el maldito ruido de las hojas secas al ser pisadas me volvieron a distraer, esta vez se escuchaba mas pesado. No era un animal, era una persona.


-Maldita sea- susurré, necesitaba comer. De verdad lo necesitaba. Mi piel empezaba a tornarse negra, la falta de alimento secaba mi verdadera piel. Si no quería ser el monstruo de el armario, debía de comer ahora.


-Lenguaje- la voz gruesa, pero a la vez suave. Mire buscándola a mi alrededor, solo habían árboles y oscuridad.


-¿Quien eres?- solté la pregunta al aire, el viento soplo y con ello se escucho la risa de la persona misteriosa. Mi límite de tolerancia estaba llegando a su punto máximo, mi piel estaba tornándose mas y más negra.


-El Capitán América- su risa se escucho cerca, busque en los arboles nuevamente y no conseguí nada, de nuevo.


-Y yo Ironman- mi respuesta era sarcástica, mire mas allá de la copa de los arboles y pude ver una sombra. Quien sea que este interrumpiendo mi tiempo lo mataré.


Sonreí, había encontrado a la que era mi presa- Te encontré- susurré y en un segundo llegue a aquel árbol. Nada, eso era lo que había, nada.


Escuche su risa mas fuerte y mas cerca, mire a mi lado derecho y allí estaba mi molestia, el causante de su próxima muerte.


-¿Quien eres?- volví a preguntar, esta vez mi voy sonó mas gruesa y molesta- Y se que no te conozco, no juegues con mi poca paciencia.


Escuche su risa mas fuerte y cerca, mire a mi lado derecho y encontré el causante de que no este saciando mi estomago en estos momentos.


-La persona que guardara tu secreto- un pequeño gruñido salio desde mi garganta, estaba chantajeando. Claramente el era de la misma clase que yo.


-¿Y tú?, eres igual que yo- me recoste del árbol con fingida tranquilidad, pero mi cuerpo estaba tenso, esperando a atacar.


-Tengo mis maneras para esconder esto- de un salto llego al suelo. Imite su acción y lo enfrente, a pesar de mi altura, el era un poco mas alto.


-¿Cuales?- mi mirada lo desafiaba, eso era seguro y el lo sabia. Se acercó a mi, tanto que podía sentir su aliento, este ser ya estaba muerto.


-Puedes copiar mis trucos- se alejo sonriente. Maldito niño desgraciado.


-¿Que quieres? ¿Quieres morir?- mi pregunta lo hizo dudar, el no podía conmigo, eso estaba claro.


-Chantajearte para que sea el niñero de mis hermanos- si esto era un chiste, no es gracioso.


-Estas jugando- no era una pregunta- Tú mocoso, ¿Me vez cara de querer cuidar niños?- lo tome del cuello, mi sed de sangre no media fuerzas y lo agradecía ahora- Tú, mocoso del demonio, ¿Solo me interrumpe para eso? ¿Sabes la fuerza que tiene un vampiro de milenios y con sed de sangre?.


-No lo se y no me importa, solo vas a ser el niñero, iluso- apreté mas su cuello y lo lance contra los arboles cercas. Su mueca y pequeño quejido fue una satisfacción para mi.


-Si no quieres morir y ser un desperdicio, es mejor que te retires.


-Te vas a venir conmigo y ser el niñero, punto- no deje que se levantara, cuando ya lo tenia en mis manos. Sonreí, una sonrisa tan falsa como mi nombre y edad.


-Creo que los golpes te dejaron mal de la cabeza y sordo- volví a tirarlo, podía hacer esto toda la vida, pero no ahora- Tengo tantas responsabilidades para estar cuidando de estorbos, como tu- casi estaba llegando a mi verdadero yo, eso no era bueno.


-Es eso o digo lo que realmente eres- se acercó- Un monstruo- en menos de un segundo, el estaba tirado al suelo y conmigo encima. Mi sed estaba ya liberada, y si ese niño seguía así. Estará muerto en menos de dos segundo.


Se metió con alguien que esta en la cúspide de su transformación y con la sed de sangre en su máximo.


-Se niño, que soy un maldito monstruo, y que puedo matarte en este momento.


-E-estas débil, puedo sentirlo- tomo mis manos y trato de alejarlas, pero lo que obtuvo fue que apretara mas mi agarre en su cuello.


-Pero eso no me hace menos fuerte- queriendo que se fuera, lo solté. Esperó que aprendiera su lección- Antes de que te vallas, ¿Para que quieres que sea tu niñero?.


-Mis padres acaban de fallecer, no puedo hacerme cargo de dos niños solos- su voz era entrecortada, estaba recuperando el aire perdido- Si no lo haces, juro que hago que te descubran- debí matarlo.


-Los mas santos, son los mas peligrosos.


-No puedo decir lo mismo de ti- me recorrió con la mirada- ¿Aceptas?.


-¿Crees que puedes manipularme a tu gusto y antojo? Soy un maldito vampiro o demonio, como quieras llamarme, tengo más de doscientos años y he matado a mas personas de las que puedas imaginar, ¿Que me hace no matarte a ti?.


-Solo hay cuatro seres sobrenaturales en este pueblo, tu, yo y mis hermanos. No confió en los humanos para cuidarlos, sospecharían y atacarían a los pequeños. Por eso la urgencia.


Medite, si me descubrían o no, no era problema. Con solo matarlos estaría feliz, pero debía de proteger a mi pequeña responsabilidad a mi cargo.


-Tengo bolsas de sangre.


-Bien, las necesito ahora y dime cuando.


-Acá tienes- me las entregó, tome la primera y succione. Esto era la gloria, la vida de cada persona pasaba por mi mente- Mañana aquí mismo, de acá te llevo a mi casa. Adiós.


Y se fue, sin saber el puto nombre, así sin mas.

13 de Junio de 2020 a las 19:42 0 Reporte Insertar Seguir historia
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