Los Primeros Años Como Ciclista Seguir historia

Libro Online Gratuito

1 Año de Ciclismo y Más

Autor: Jhon Salguero

Materia: La vida

Bogotá

Colombia

2020

Introducción:

Después de estar tantas horas conmigo mismo en esta cuarentena 2020, escribí una historia real en la que se pueden identificar como deportistas, no deportistas, gente del común o ¡gente única como tú!

Espero que te quedes a leer mi historia, para quedar en contexto esto sucedió en la ciudad de Bogotá Colombia, en una época cambiante por la tecnología y moderna. Dejare un capitulo para leer cada semana, feliz junio de 2020 y que vengan esas historias para leer y como dicen por hay “Un día sin leer, es un día perdido” también.

Historia de Cuarentena...

Desde el diciembre de 2018 estaba entusiasmado por empezar a formarme física y mentalmente en el deporte de las dos ruedas por eso empecé a pensar lo que haría con una plata ahorrada, y fue casi fortuito porque al principio me inclinaba a comprarme una moto para seguir mi vida citadina y conectarme con el mundo laboral en ella pero al final por no lo hice por no endeudarme con mis padres o un banco, entonces decidí que sería bueno ejercitarme a la vez que me transportaba de una manera fácil y rápida.

Inicie con una cicla de una talla más grande tipo ruta de mi talla (que no sabía en ese entonces), el tamaño de las corazas era grueso para amortiguar los huecos en la cicloruta, luego esa misma cicla la vendí para comprarme una de mejor calidad y más adaptada al ciclismo de ruta, pasaron solo 5 meses de ese cambio hasta llegar a una cicla que tenía un tallado americano con componentes sobresalientes y que me hacía mejorar rápidamente cambiando mi estilo de vida y mis hábitos, deje de salir a discotecas para dormir mejor y madrugar a entrenar, esto fue un cambio de verdad difícil pero que aceptaba como una responbalidad, también ser practicante de Logística Empresarial en ese mismo periodo de tiempo.

Cada entrenamiento desde que inicie me lo tome como un desafío ya que por mi edad y poca experiencia me quemaba porque el nivel que tenían los chiquis era extraordinariamente fuerte y porque yo quería iniciar desde un nivel más o menos básico ya que mi edad era para estar en la Sub 23 y eso es casi igual que andar con los profesionales o Elite. Desde ese inicio de año empecé a proponerme la meta de ser un ciclista de alto rendimiento o más bien un aficionado inspirado por Egan, Nairo y todos los que me encuentre cuando estaba subido en una bici, pero sufrí más de lo que había sufrido en cualquier prueba física que haya tenido antes y eso que desde los 5 años me he inclinado por el deporte como lo es el microfútbol y hasta me gane una medalla de Subcampeón en el torneo que hicieron cuando estaba en segundo grado, eso es lo que pienso que me dirigió a una deportiva activa.

Después en el cuarto grado me metí 2 goles que marcaron mi vida, uno fue para empatar la final contra los de quinto y el otro para asegurar el penalti en esa misma semifinal, hay logramos el 3 puesto de futsal en el colegio.

Las alegrías deme las dio el año siguiente cuando gane el torneo del colegio de baloncesto, y 1 año después cuando empiezo la secundaria estuve en atletismo ganándome el 3 puesto en las olimpiadas en la prueba de 100 m y en el 7 grado fue mi primera dupla quedando de 1º en el campeonato de fulsal y Baloncesto gracias a mis amigos que ya en ese año los conocía desde hace mucho. Ese último comencé a tapar en una en una escuela de fútbol ya que había empezado 1 año entrenando desde casa y con amigos en la cancha de la parroquia, la escuela quedaba en el parque el Tunal y después tape en la cancha de microfútbol de mi barrio en las noches con mi papa, y en el colegio ya jugaba en los partidos de los de séptimo y octavo grado guardando los 3 palos.

Tiempo después en octavo llegó una época de transición ya que me traslade de casa a otro sector y otra clase de gente.

Esta época sin duda no podría faltar el fútbol, así que me anote a una escuela de fútbol aficionada que intentaba sacar un equipo para los torneos locales, ingrese a otro colegio con nuevas personas con las que descubrí otras aficiones, así que me iba alejando poco a poco del futbol.

Desde el 2010 hasta el 2013 no volví a encontrar esa racha de medallas que traía, pero no me rendí, así que desperté gracias a ese aliento motivador que te dan las personas y amigos que les gusta compartir su energía y hacer momentos deportivos, en el grado once ganamos el oro en los juegos intercursos de baloncesto y voleibol.

Ya después en el 2015 fue el primer año de la universidad donde aprendí medios audiovisuales y en los descansos me concentraba en el tenis de mesa. Pero a mitad de año decidí retomar mi vida deportiva así que busqué escuelas de fútbol, después de casi 5 años y medio de estar sin entrenar, ingrese a una escuela básica del parque salitre donde me readapte al arco y pasaron 4 meses donde cogí un poco de ritmo y me empezaba a acostumbrar el cuerpo. De ahí iba buscando una escuela donde me exigieran más y tuviera equipo para jugar torneos distritales. Así es qué ingresé a una escuela de un exjugador profesional colombiano, cuyos entrenamientos eran más exigentes y el arco se volvía más grande para mí y mis capacidades en ese momento.

Después de 2 meses, tuve una lesión en un musculo del hombro que me había dejado desilusionado conmigo mismo, ya que seguir entrenando así fue un error y no me cuide la lesión. Todo esto ahora lo pienso y fue por volver de una forma muy abrupta e impaciente por lograr resultados en poco tiempo. Esta parte fue dura de afrontar “ya que las lesiones musculares son muy delicadas de recuperar, por eso debes cuidarte, estirar antes-durante y después de los entrenamientos), no pongas toda la carne al asador entrenando, debes dejar descansar el cuerpo y dar el 100% en las competencias que valgan la pena”.

Luego tuve varias oportunidades para mostrarme en las inferiores de varios equipos en ese mismo año, pero no estaba disfrutando lo que hacía y bajaba la concentración en los pocos segundos donde chequean a todos los jugadores. Pienso que fue parte de la inseguridad que me dejo la lesión.

Entonces deje de entrenar ese diciembre, para volver a recuperarme muscularmente de la lesión, y trataba de sentirme seguro mentalmente aprovechando la familia y el descanso.

En el 2016 empecé a estudiar técnico en Logística y también a tener contacto con otra escuela de futbol y fui a una llamada Cjw, cuya sede era en el parque la Gaitana, en ese año ya era Sub 18 así que ya estaba a poco de la sub 23 y me urgía ganar y salir delante. Entonces me inscribí a la liga de fútbol de Bogotá y sentía el rigor de los partidos en ese nivel tan alto, también el estrés de querer llegar lejos me quito fuerzas para enfocarme en una sola cosa, así que no avance en la parte deportiva sino me enfoque más en la universidad.

Y cuando estaba ya terminando la primera parte del técnico en logística, programaron un mini torneo de Futsal con los 6 programas que había en la sede y como se imaginaran… (Ganamos), jeje, fue un logro pequeño, pero se sintió volver a tocar el cielo después de 6 años y medio sin ganar un torneo. Eso fue motivación y entonces entendí que estaba haciendo las cosas bien y a la vez disfrutaba de encontrarme con mi yo de niño, mi yo deportivo, mi yo real.

Con el paso de los días entrenando y los viajes que uno tenía que hacer de la casa al entrenamiento y de la casa a el Sena, me paso de todo por la cabeza, cada vez quería dejar de lado una cosa y mis padres, en especial mi mama no me dejaba faltar a los entrenamientos ni mucho menos a el estudio, pero no me di por vencido.