aldoapicella Aldo Apicella

Después de encontrar un generoso benefactor, una joven se ve obligada a realizar una serie de tareas misteriosas que no solo parecen extrañas, sino que presagian una conclusión escalofriante ...


Horror No para niños menores de 13.

#misterio #suspenso #horror #español
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Favores Extraños.

Su perfil de Tinder decía que tenía 45 años, pero parecía tener poco más de treinta años.


Buscando Suggar Baby. $700 por semana. Sin sexo.


Parecía demasiado bueno para ser verdad, pero, como estudiante universitaria en quiebra, estaba dispuesta a arriesgarme. Pasé su perfil a la derecha y Tinder me hizo saber que había hecho "Match". Su mensaje llegó segundos después.


Hola cariño :)


Me estremecí ante esa palabra, la odié, pero setecientos dólares eran setecientos dólares, así que lo absorbí y respondí.


Hey ;)


Se llamaba Jack y me dijo que era dueño de su propio negocio, aunque nunca especificó qué tipo de negocio era. Hablamos un rato antes de que me pidiera mi Venmo para enviarme el primer pago.


Después de unos minutos, recibí la notificación. Observé los $700 durante al menos veinte minutos, esperando despertar de un sueño en cualquier momento. Pero no fue un sueño.


¿Todavía estás ahí?


Hice clic en el mensaje.


Si. Lo siento. Si no te importa que pregunte, ¿qué estás buscando a cambio?


Miré fijamente el chat hasta que respondió.


Solo estoy buscando que me hagas algunos favores :)


Eso sonaba como si fuera a ser algo sexual para mí.


¿Como qué?


Por ejemplo, lo primero que necesito que hagas es recoger una entrega por mí.


Eso sonó lo suficientemente inocente, pero todavía esperaba que hubiera algún tipo de giro. ¿Setecientos dólares para recoger un paquete? Vamos, incluso yo no era tan ingenua.


¿De la oficina de correos o algo así?


No. Te enviaré la dirección, pero prefiero no hacerlo a través de Tinder. ¿Tienes Kik? O puedes darme tu número.


Kik? ¿Qué es esto, 2011? Decidí darle mi número y me envió un mensaje de texto con la dirección de inmediato, seguida de la dirección de su casa, donde tendría que dejar el paquete.


No estoy en casa en este momento, pero hay una llave en el fondo de la maceta azul cerca de la puerta. Entra y pon el paquete sobre la mesa de café en la sala de estar. Asegúrate de cerrar la puerta con llave cuando entres a la casa, y luego vuelve a cerrarla cuando salgas.


Agarré las llaves y la billetera de mi auto y me metí en mi auto, poniendo la dirección en los mapas de Google.


¡Entendido! Voy en camino.


Mi teléfono sonó cuando estaba saliendo de mi casa.


Lo digo en serio. Cierra la puerta AMBAS veces. Por favor.


Pensé que era un poco excesivo, pero le prometí que lo haría.


La casa parecía abandonada. Tenía una cerca de alambres rota a su alrededor, con una pequeña puerta que colgaba como si fuera a desprenderse. Se destacaba como un pulgar dolorido, rodeado de casas que eran mucho más bonitas que esta en comparación.


- "¿Estás aquí por la mierda de Jack?"


Miré hacia arriba para ver a un hombre parado en la puerta abierta de la casa. Ocupaba casi todo el espacio, su cabeza rozando la parte superior del marco de la puerta. Era enorme; en altura y músculos, y todo su torso estaba cubierto de tatuajes.


- "Oh, sí. Supongo." Respondí, sin moverme de mi lugar en la acera.


- "Quédate ahí." Dijo.


Lo hice. De hecho, no creo que me hubiera movido si me lo hubiera pedido. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que no había nadie más en esa calle. Yo era una mujer de veintiún años sola en la calle. Agarré las llaves de mi auto.


Unos minutos más tarde, el hombre volvió con una caja de cartón. Era aproximadamente del tamaño de una caja de zapatos, pero manchada y húmeda en algunas esquinas.


- "¿Puedes abrir tu coche?" Preguntó.


Abrí la cajuela, no queriendo eso en mis asientos traseros, y el la metió.


- "Muy bien, ahí tienes". Dijo.


- "Gracias." Respondí.


Caminé hacia el lado del conductor del auto y abrí la puerta.


- "¡Ah, y una cosa más!" Dijo.


Lo miré.


"Cuidado."


No respondí.


Puse música a todo volúmen mientras conducía a la casa de Jack, esperando que relajara mi ansiedad. No lo hizo.


Estacioné mi auto en el camino de piedra y me quedé dentro del auto, admirando la casa.


Era una casa enorme. Con pilares de piedra en el porche delantero y la hierba más verde que había visto en mi vida. Apagué el auto y salí. Agarré el paquete y caminé hacia la puerta principal, sacando la llave de donde dijo que estaría.


Abrí la puerta y entré, cerrándola detrás de mí.


Pensé en lo que había dicho, en cerrar la puerta cuando entrara. Pensé que era un poco exagerado, pero mientras miraba la puerta, algo me hizo extender la mano y cerrarla.


Entré, con los pies acolchados por la gruesa alfombra marrón, y admiré el interior de la casa. Todos los muebles eran de madera y parecían increíblemente caros. Probablemente terminaría la universidad una docena de veces con el dinero necesario para amueblar este lugar.


Puse el paquete sobre la mesa de café, y mientras caminaba hacia la puerta, escuché un teléfono sonar desde algún lugar dentro de la casa. Me quedé helada.


En mi bolsillo, mi teléfono sonó. Lo saqué para mirar, era un mensaje de Jack.


No contestes ninguna llamada que no sea de Marvin.


Puse mi teléfono de nuevo y seguí el sonido del teléfono, metiendo mi cabeza en algunas habitaciones diferentes antes de encontrarlo en una oficina.


Me acerqué al escritorio y miré el identificador de llamadas.


Llamada entrante de Jack.


Eso fue extraño.


Agarré mi teléfono para mirar el mensaje nuevamente. Estaba empezando a asustarme un poco y decidí que no respondería, solo para estar segura, y salí de la casa, recordando cerrar la puerta cuando salí.

17 de Mayo de 2020 a las 04:16 1 Reporte Insertar Seguir historia
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𝓜𝓮𝓵 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓼𝓺𝓾𝓮𝔃 𝓜𝓮𝓵 𝓥𝓮𝓵𝓪𝓼𝓺𝓾𝓮𝔃
Las cosas que se hacen por necesidad... Que miedo, en mi caso dejaría el auto encendido y no cerraría la puerta, por lo menos. Fue algo aterrador cuando el hombre de los tatuajes le hizo la advertencia y mas aterrador cuando entró la llamda.... susto infinito
June 01, 2020, 22:47
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