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Mariette no es más que una chica que vivió una infancia dura, en un orfanato en donde siempre se sintió marginada, lo único que la mantenía feliz era una caja, donde todas sus fantasías se hacían realidad. Su vida ha cambiado desde aquellos días, sin embargo su pasado volverá, regresando al mundo que ella creó, intentando recuperar la vida de aquel lugar que algún día casi fue su hogar y descubrir la relación emocional entre su vida y el destino de los habitantes del mundo de su caja.


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En búsqueda por un hogar

Algún tiempo atrás, en las avenidas de una ciudad se podía ver a una pequeña niña que merodeaba los rincones más oscuros de la calle, ella no interfiere en la vida de los demás, era casi como un fantasma para todos aquellos que transitaban las calles día tras día, esta joven se llamaba Marietta, y era de lo poco que sabía sobre sí misma.

Marietta no sabía quién era exactamente, solo sabia su nombre, su edad y cuál fue su “hogar” previo a las calles, desde pequeña ella vivió en un pequeño orfanato, que en si no era más que una casa en donde los encargados de la casa la convirtieron en un pequeño orfanato, y en todo el tiempo que vivió Marietta nunca supo quienes eran sus padres en realidad, y para ella no le interesaba, pensaba que el saber quienes eran pudiera ser peor, ya que si la dejaron ahí tenía que ser por alguna razón ¿no es así?, o bueno, eso era lo que los demás niños decían de ella, lo poco que pudiera ensamblar a una familia era arruinada por esas mismas personas, y la pequeña Marietta no entendía el porque de eso, si se suponía que todos estaban en las mismas situaciones que ella ¿porque las burlas?, ¿no se supone que debían de ser una familia?. La mente de la joven no era más que un mar de pesimismos y suposiciones que nadie le aseguraban ser ciertas, nada sanas para su corta edad, las inseguridades siempre estaban detrás de ella, ganando siempre más territorio que el de sus sombra.

Pasaron los años, gente iba y gente llegaba, pero apesar de todo las burlas parecían que no se acababan, la mayoría de todos los que tenían su edad aún no eran adoptados, todo parecía un complot del destino en contra de ella, llegaban más niños, incluso más pequeños que la mayoría de los que estaban, y se iban asi como lo rapido que llegaba.

-Parece como si todo fuera un plan-, era la única respuesta que tenía en su mente Marietta, no había mucha lógica, todo era mala suerte, pero ya en esos momentos las supersticiones podían llegar a parecer verdades.

Y así era la vida en la casa hogar, mientras todos simpatizaban, jugaban y hablaban, Marietta vivía casi como si de una burbuja se tratase, si llegaban a jugar con ella, lo hacían de tan mala gana que hasta a los demás niños se les llamaba la atención, pero tampoco las niñeras sabían que hacer con "la niña rubia de los ojos verdes", ya que tampoco ponía mucho de su parte, la intentaban acoplar, pero nunca salían del todo bien los intentos para adaptarla con los demás, pero nada, tampoco es que fuera alguien incapaz para hacer acciones básicas, simplemente las inseguridades y los miedos la hacían evitar a toda costa a los demás, y los demás terminaban haciendo de Marietta un dolor de cabeza.

Así fue que fuera las desesperaciones y sus ideas negativas terminaron causando una reacción en la mente de la pequeña niña, terminando en un día cualquiera, en la oscuridad de las noches, donde las luces provenían del firmamento y de los altos postes… Decide huir de el orfanato, en el sentido común eso sería una masiva estupidez, básicamente el por lo menos tener un techo ya era un privilegio, pero ella no pensaba en esas cosas en ese momento, ella solamente quería huir de las burlas, no tenía conciencia respecto a las acciones que hacía, solo quería un lugar que pudiera ser un hogar, a ella no le interesaba tener un techo, o comida, ella solo quería un lugar donde pudiera ser feliz.

Así fue como en una noche no tan llena de estrellas se fue de lo que alguna vez fue su hogar, el único lugar donde alguna vez fue acogida, era hora de decirle adiós, así fue como en esa noche las calles acogieron a una niña desolada por las burlas de la demás gente, alguien que creyó en todo lo que decían, una pequeña niña a la cual nunca supo lo que era una familia, no supo si la estaban siguiendo, ella solo corría, sin importarle todo lo que estuviera ocurriendo alrededor de ella, hasta que por fin, encontró un pequeño callejón poco a poco la inseguridad de las calles atormentaba a nuestra pequeña protagonista, no sabía qué hacer, en todo ese tiempo no hubo ningún tiempo para reflexionar, estaba atormentada por el pesimismo y sus miedos, la lluvia tradicional de invierno comenzó a llegar, no había donde refugiarse, el techo que alguna vez tuvo se fue, ya no había un lugar en donde pudiera pasar la noche en calor. Se fue acercando poco a poco a una caja de cartón, ya que era del poco techo que tenía cerca, y…

Toda la presión de toda su vida salía en un lago de lágrimas, ya era demasiado tarde para remendar sus errores, y no tuvo más opción que dejar que sus sentimientos fluyan en lágrimas dentro de la caja, pero luego se sintió en otro lugar, ya no escuchaba los sonidos de la lluvia, ya no escuchaba la resonancia de las gotas en los botes, solo escuchaba una pequeña brisa de aire, para ser recibida con una voz que generaba confianza y seguridad a cualquier persona.

-Oye niña ¿Te sientes bien?...

A Pesar de que las lágrimas no le permitían ver bien el paisaje que la rodeaba, ella notaba que algo había cambiado, habían quedado detrás las escenas de una ciudad casi monocromática, así fue que después de secar sus lágrimas con su vestido, y por fin pudo ver el paisaje que la rodeaba. Se podían apreciar los grandes pastizales llenos con un pasto hermosamente verde y húmedo, no pudiera ser posible que ese fuera pasto natural, se podía ver un gran pueblo, en donde los colores vibrantes y la gente bailaba sin cesar al coro de una banda. Marietta por fin lo podía ver de manera clara ese paisaje, ha sido un cambio grande respecto a lasa calles grises y oscuras en su pequeño callejón, pero lo que más destacaba era una curiosa estructura, que parecía una fuente común y corriente, sin embargo, tenía un árbol de roble incrustado en el medio de la fuente, con algunas tuberías que rodeaban el tronco, y hacia el fondo, detrás de un bosque lleno de unos bellos árboles con unas hermosas hojas color naranja, se asomaba un imponente castillo, algo debía de estar mal, pero no era momento de cuestionar la lógica de este lugar

-Niña, ¿te sientes bien?-

Le volvió a decir el señor que estaba al lado de ella, y Marietta por fin pudo voltear a verlo a la cara. Sus pintas eran demasiado peculiares, parecía tener pintas como de un rey de un pueblo medieval, pero a la vez de un explorador, sin embargo su cara era la de un hombre bonachón, de esas personas que al voltear a verlas sabes que tienen buenas intenciones, sin embargo, también tenía pinta de que quizás esas buenas intenciones no se conseguirían de las maneras más benéficas para los dos lados de la moneda.

Por fin después de un rato la joven del vestido remendado se levantó, con los ojos aun llorosos pero llenos de un gran asombro por el paisaje que la rodeaba, se sentía dentro de aquellos cuentos que les contaban cuando eran unos simples retoños en la casa hogar, quizás en cualquier otro momento la melancolía la derrotaría y volvería a ser un diluvio de lágrimas, pero en ese momento era lo de menos. Sollozando un poco le pregunto a el curioso hombre que la esperó pacientemente.

-¿D-d-donde estamos?-

-Ya se me hacia raro que no preguntaras, mi estimada joven Marietta, bienvenida a Pierdut, nuestro humilde pueblo en las laderas más verdes de todo Nowhere-

Para los más astutos cosas que preguntan pudieran ser ¿Pierdut?, ¿que clase de sitio es este?, ¿y en qué continente queda Nowhere?. Nada de esto eran las intrigas de la pequeña joven, su mayor duda era el porque sabían su nombre, y de ahí las dudas comenzaron a entrar en su mente, pero todas llevaban a la misma resolución.

¿De aquí será mi familia?

Pudiera sonar tonto, pero en ese momento todo concordaba en su pequeña mente, nunca supo quienes eran sus padres, en el orfanato siempre mencionan cosas crueles de ellos ¿y si mentían?, quizás su familia la dejó de pequeña ahí por alguna razón que estuviera fuera del alcance de ellos, sentía que ahora todo tenía sentido, cuando quizás era el lugar y el momento sin el mejor contexto posible, ella sentía que por fin había encontrado su hogar.

12 de Mayo de 2020 a las 21:13 0 Reporte Insertar Seguir historia
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