El vecino había notado el recelo con que el empleado del vivero cuidaba el jardín detrás de los cactus. Un mediodía, esperó una somera distracción para aventurarse a conocer las plantas que allí tenían. Se encantó con el color de las flores y lo exótico de las especies. Lo que no llegó a percatar fue que era hora de cierre, notó que había quedado solo y estaba el candado firme en la puerta. Gritó, pero ya nadie lo escuchaba. Justicia poética: lo habían dejado plantado.
37 February 25, 2021, 13:45 23Podemos mantener a Inkspired gratis al mostrar publicidad a nuestras visitas. Por favor, apóyanos poniendo en “lista blanca” o desactivando tu AdBlocker (bloqueador de publicidad).
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