Cuando el urólogo o el coloproctólogo te hace un tacto rectal para saber cómo está tu salud prostática o digestiva usan siempre guantes protectores. Pero ¿qué usan los psiquiatras para protegerse de la mierda que hay en muchas de las mentes que tratan?

Un fuerte dolor en el pecho que se estremece cada vez más junto con temblores,sudoración y pulso acelerado con mucha dificultad para respirar… Me dicen que me tranquilice como si fuera tan fácil, que ingenuos como si no se me hubiera pasado por la cabeza… Solo queda aguantar y seguir adelante.

No importa desde donde comienza y donde termina, la crueldad está enraizada en nuestro ser tal como nuestras venas. Fluye en ríos de retribución, no damos espacio al entendimiento, no da lugar a la clemencia, castiga, acusa, señala. Es el veneno que se esparce en todos los «yo estoy por encima de todo», intoxica las interacciones humanas, no permite una explicación, una conversación que aclare la situación, no. La crueldad es el maquillaje del "I love myself". Somos animales temerosos de perder.

No, no tengo muchas ilusiones, no son ilusiones, no. No estoy entre delirios cocidos en mis ojos, no. Yo, mi yo interno... Yo soy un Delirio.

El espejo roto le advertió que ella no se había reconocido en él. Los vecinos solo habían escuchado el ruido del cristal al fragmentarse. Ella no había gritado; los daños cerebrales le habían impedido responder al dolor de los cortes en las manos.

Sentimiento que es lo mismo que montaña rusa, unas veces estoy arriba y otras muchas abajo 👇

Eran épocas grises, dónde sólo querías un cálido abrazo acompañado del te amo inesperado, papá y mamá nunca han estado Descubrí lágrimas y ausencias infinitas, ya que la compañía era un dólar por día y lo único que pedía, era compartir y sentir el amor de familia No necesitaba dinero, sino un abrazo y un te amo tiempo completo de la gente que más he amado.

Los que padecen depresión son los que probablemente más entienden el peso de la gravedad. Flotando en cero, hundiéndose más allá del punto más abismal del mar... Grave es la enfermedad, grave es la gravedad encerrada en el conjunto de hueso craneal.

Agotada.Incomprendida Triste.Exhausta.Angustiada. Hastiada.Desolada.Desarraigada. SOLA, aún rodeada de gente. Así se siente una persona que lleva años luchando por sentirse y estar bien, en una sociedad que te impone el positivismo las 24/7. Estar triste está mal visto, si tienes un problema de salud mental, erea un/a loca/o, solo te queda callar, terapia y medicarte...cuando te preguntan por qué lloras o porque te encuentras tan mal, tú solo quieres decir, "Hola, soy María y tengo Depresión"...

La noche es un aullido. La luna, seca pasa, estancada y fútil. El óvulo que pretendo fecundar, nadar hacia arriba, entrar en un cráter, dormirme sentado, soñar una película muda. El aullido es cada estrella, un grito desaforado, una luna que no baja. Dos ojos lloran cristales. Soy un lobo que no necesita cazar. La presa: yo. Me devoro bajo la luz cinérea, mastico recuerdos, memorias con uñas. Tengo pelaje, calor. El óvulo se derrama. Hay unos rayos. Bajo mis persianas. El día es un ataúd.

No titubeó cuando encontró a su hermana tumbada en el suelo del baño rodeada de pastillas. Quizás ese control de la situación se debiera a que ya había asistido antes a una sobredosis de al menos uno de sus padres biológicos.

Miedo a confiar en los demás. Los pistantrofobos son aquellas personas que les resulta difícil confiar denuevo en los demás, por malas experiencias pasadas. Debes recordar que perdonar no es para el bien de la otra persona, es por el bien propio. No debes dejar que malas vibras absorban tu paz mental.

Diálogos con mi propio eco

Fui a suicidarme. ¿Por qué? No hay un "por qué". Solo fui hasta un edificio y me tiré. Tal vez en algún momento hubo un "por qué". Pero ya se desvaneció en aquella placa extraordinaria que causa la conciencia. ¿Cómo se llamaba esa placa? ¿cere... cereba...? ¿Cerebro? Como sea. Hay una débil soga que mantiene viva la memoria de justo el momento en el que caía; era desesperante, obvio, pero al mismo tiempo me relajaba; era raro, pero también era... No me acuerdo. Bueno, tampoco quiero recordar.

Tuve la gran suerte de ser el motivo de tus temblores. Me aceptaste a regañadientes, pero me admitiste en tu vida sin remedio. Entraba a diario en tu cuerpo sin que realmente tú estuvieses segura de lo que hacías. Pero te dijeron que sí, que ese era el camino... Un camino largo en el que deseabas sentir aquello que te prometieron. Puede que encontrases en mí una extraña calma. Creo que fui bote salvavidas, aunque lo sigas negando. Atte: tu bote de paroxetina, tu antidepresivo de confianza.

Un día, te acuestas y sueñas que estás despierto