Hay alguien que siembra caminos y cosecha grandes viajes, hay alguien que canta destinos y baila realidades, hay alguien que celebra los despojos y despide con esperanza los brotes más tiernos, hay alguien que no encaja mas da igual quién seáis, le amas. Ese alguien que posee el cálido abrazo del fuego azul, el río de plata que nace desde la corona, los rubíes que adornan horizontes y las huellas ¡Ah...! Hay alguien que guarda todas las huellas, todas las fallas, todos los quiebres.

Los ojos dorados le buscan anhelantes, entre la roca blanca, cristal y madera. Le buscan y le invocan; le imploran y le aguardan. Detenido el universo, contemplando desde lo alto, llameante como un sol moribundo, los cabellos cual huracán, Hades la mira perderse en un mundo de níveos destellos y reaparecer con su aura flamígera, diferente a cualquier ser, más allá de cualquier humano, trastocada en el invierno con la magia de la primavera, cálida y pujante, avasalladora y terriblemente salvaje.

La criatura entra y se siente halada por la música, por manos extrañas que buscan colarse en el interior de una tanga que no existe. Se desplaza a la barra y roba a un hombre de blanco, con la piel más oscura que sus ojos, el trago. El trago es candente y tiene el efecto rápido que ella busca; la desestabiliza y la hace fluir con languidez para caer en los brazos del hombre de blanco que ha venido a reclamarle por su atrevimiento.

  _ Ó impiedoso Hades, o seu anjo negro e belo me alcançou, então o que me acontecerá agora? Ó benevolente Hades, me permita mais uma vez, enxergar a bela luz das estrelas, antes que eu retorne para ti! Ó assustador Hades, se meus olhos te enxergarem, então esse será mesmo meu fim? Ó Hades, é mesmo meu fim?... Será que Hades pôde ouvir essa voz, antes que ela retornasse ao silêncio? Ou será que foi apenas mais algumas palavras ditas ao vento?

Darwin te eligió a ti de entre miles de especies revoloteando por la naturaleza, mientras que Louis Daniel Armstrong trazó sus melodías por todo tu cuerpo para quedarse allí y fundirse bajo la llama de Hades.