Despertar de la Conciencia. Seguir blog

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Berenice Ceballos
Muchas veces las mejores lecciones de la vida se dan en los momentos mas difíciles, aquellos en los que sientes que no puedes mas, en ese preciso instante tienes un despertar y comienzas a comprender el verdadero significado de vivir 0 reseñas
Historia No Verificada

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Amiga soledad...



 

¿Durante cuanto tiempo permanecemos dormidos? Y no me refiero a la acción que realizamos todas las noches para recuperarnos, me refiero, a la ceguera colectiva en la que la mayoría de nosotros estamos, donde simplemente vivimos cada día como robots, sin prestar un poco de atención a nuestros momentos presentes.


No sabia que la vida me tiraría una cubeta de agua fría en la cara para mostrarme la verdad de lo que es vivir. Debo confesar que fue un momento de mi vida que marco mucho mi ser, ese momento en el que el dolor toca a tu puerta y a tu corazón, te desbalancea, te abre los ojos, te hace darte cuenta de que efectivamente crear expectativas hacia alguien o algo no resulta del todo bien, que la clave está en simplemente amar y disfrutar el presente y a las personas que en el están.


Vivir bajo la “Ley de la impermanencia”, es decir, ¡Nada es para siempre!, disfruta cada instante, y cuando esto se acabe ¡Simplemente déjalo ir!


Esto es algo que aprendí a raíz de un momento que marco mi vida. Tuve un encuentro con la soledad, esa compañera silenciosa que viene para enseñarte muchas cosas, al verla me asuste demasiado, llore por días y varios meses, sentí dentro de mi corazón que todo se caía encima de mí, grite, intente buscar ayuda en todas partes, nadie podía sacarme de ese hoyo, nadie podía levantarme del piso, las noches eran mi mayor consuelo, dormir mi mejor amigo, ya que de esa forma podía callar las voces que me atormentaban en mi interior.


Hasta que un día comprendí que la ayuda no la encontraría en ningún lugar ni en ninguna persona, la ayuda se encontraba dentro de mí, era la única que podía salvarme.


Muchas personas que antes estuvieron en mi vida me dieron la espalda, demostraron no ser lo que esperaba, pero realmente agradezco que ya no estén, se alejó de mi gente que simplemente no tenían que estar en mi vida.


Tuve que alejarme también de gente buena que me tendía la mano cuando lo necesitaba, pero tenerlos cerca me generaba dolor, me recordaban a esa persona que ya no estaba más, esa persona que me había traicionado se había ido sin mirar los pedazos que había dejado de mí, pedazos que se incrustaban poco a poco en mi ser.


Todas las personas cuando me aconsejaban me decían siempre la misma frase “El tiempo lo cura todo”.. no comprendí esto hasta que realmente paso ese tiempo, y debo decir que tenían toda la razón.


Después de un tiempo te das cuenta de que sigues vivo, te observas y te percatas que realmente no has perdido nada. Hacer este análisis interno fue una pieza clave en mi recuperación. Es muy importante recordarle a tu mente que hay personas que siempre están ahí para ti, personas que al verte sufrir hacen cualquier cosa por pintarte una sonrisa. Me refiero a mis padres, hermanos… mi familia, esas personas que vivieron de cerca mi caída y que me levantaron para continuar.


Renací de las cenizas, mis hojas tuvieron que volver a crecer, las fui regando poco a poco para que puedan sobrevivir y salir adelante.


Mucha gente cercana a mi se preguntaba que sucedía, ¿por qué mi luz se había apagado? Se acercaban a mí y me llenaban de consejos, los cuales estaban acompañados por frases como: “tú vales mucho más”, “saldrás de esta, ten fe”, y muchas más. Realmente yo no las comprendía, seguía todavía pasando el proceso de duelo, pero cuando ya estas a punto de salir del hoyo y recuerdas esas frases te das cuenta de que tienen razón, nadie puede hacerte sentir inferior o hacerte pensar que no vales nada.


Se sorprenderían de lo experta que me volví en los procesos y etapas por las que pasa una persona que vive una ruptura amorosa. Investigaba mucho sobre el tema precisamente porque quería ponerle un nombre a lo que sentía, me sorprendió saber que el dolor que se siente es similar al que experimentas cuando alguien muy querido muere, ambos son considerados procesos de duelo.


Hay que aprender a enfrentar los miedos, darle cara a la vida, demostrarle que no podrá más que tú. Aprendí que todo es una decisión, incluso el ser feliz.


Escuchar su nombre me generaba una ansiedad terrible, en verdad esas sensaciones de ansiedad no se le desean a nadie. Busque ayuda de un especialista que me ayudo a comprender muchas cosas y me apoye de libros. Mi principal objetivo era encontrar respuestas sensatas a lo que sentía, a lo que pasaba dentro de mí. Comprendí que estamos llenos de hormonas y que simplemente estaba teniendo un ataque de abstinencia a la hormona del amor. Esto, aunque suene loco me ayudo a sobrellevarlo un poco mejor, cuando conoces que es lo que te daña es más fácil superarlo.


Hasta que llegué a un punto en el que comprendí que simplemente las personas que se cruzan en nuestro camino lo hacen para enseñarnos, el problema esta en que nosotros nos apegamos a ellas y por eso sufrimos.


Enseñanza número ochocientos mil: “Vivir sin apegos emocionales”. Comprendí que estaba completamente llena de apegos, los cuales me generaron entregar de más, perderme, olvidarme de mi, dar todo, por eso me estaba costando mucho esfuerzo salir adelante, simplemente porque había perdido mi identidad. A veces se necesita tener una mentalidad egoísta para reconocer cuando no nos estamos amando y dando el valor que nos merecemos.


Comencé a conocerme, escucharme, reinventarme, encontrar la paz y la tranquilidad. ¡Fue tan difícil!


Fantasmas del pasado me perseguían, el futuro que había planeado se había esfumado de mis manos en un abrir y cerrar de ojos, la persona que imaginé a mi lado para siempre me había dejado y con él se iban mis sueños y mis esperanzas.


Poco a poco fui sobrellevándolo, decidí emprender un viaje el cual me trajo a la realidad de una forma inexplicable. Al ver el mar y el cielo tan grande comprendí que ahí afuera todavía existían muchas cosas por las cuales yo debía luchar, que tal vez si no hubiera vivido todo eso no hubiera disfrutado de esa hermosa vista, comprendí que el mundo no se había acabado y apenas estaba comenzando.


Me volví más alegre, mi carácter mejoro, conocí lo que es ser consciente, aprendí que hay dos días en la semana que no deben importarme, el ayer y el mañana, ya que estos no me pertenecen.


Siempre quise comprender el significado de la vida, recuerdo que desde muy pequeña me lo preguntaba, pero no sabia que tenia que pasar por un momento de emociones tan fuertes para poder encontrarlo.


Conocí familias almicas, aquellas personas que están en mí misma frecuencia y que son vitales para mi crecimiento y nivelación, Debo agradecer ampliamente a todas aquellas personas que me brindaron la mano cuando más lo necesité, en verdad sentía que ya no podía más, y aprendí que hay mucha fortaleza dentro de mí.


Conocí el significado de la compasión y la estimación por los demás. Cada persona que esta en el mundo tiene una lucha al igual que yo, a veces puede que los conozcas en situaciones donde no sacan lo mejor de sí mismos, pero al comprender que cada persona saca el veneno de su mente y de sus auto reflejos aprendes a no tomar las cosas tan personales. La estimación por los demás es entender que las personas aun con sus defectos tienen un pedazo de dios dentro de ellos, por lo tanto, son especiales también, y siempre, siempre están ahí para enseñarnos algo, por lo tanto, debemos agradecerles y amarlos.


Somos cosmos, seres humanos, llenos del milagro de la vida, creados a imagen y semejanza de un ser lleno de amor en su corazón. Podemos crear muchas cosas, y una de ellas es la felicidad, no importa que tan negro sea el panorama que la vida te pinte, les prometo que todo, absolutamente todo tiene una razón de ser en tu vida, todo pasa por la ley de la CAUSALIDAD, es decir, toda causa tiene su efecto.


6 de Enero de 2019 a las 07:53 0 Reporte Insertar 0
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