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Sueño 2 El invierno es duro

Sueño anotado en la primavera de 2018


El invierno es duro.


La tormenta paró de momento, pero duró suficiente para vestir de blanco el bosque y la aldea con unos 10 cm de nieve.


A la orilla de la carretera, ya en la foresta hay un pequeño grupo reunido afuera de una cantina. Un gañán avienta bolas de nieve a otro sentado en el suelo, que parece aguantar estoicamente los golpes, mientras los demás llevan la cuenta. Al llegar a los 150, uno que parece policía da ganada la apuesta al que está sentado. Todos parecen un poco ebrios.


Antes de que regresen al antro, una mujer que contempla el final del reto se acerca al gendarme y entre risas le dice que su marido también quiere jugar.


Minutos después el marido está sentado en el suelo mientras su mujer le avienta bolas de nieve, uno de los borrachos lleva la cuenta. Aunque la mujer está muy alegre, el hombre no parece divertirse. Ella trata de darle ánimos entre sus risas, él murmura y tose como respuesta. Dos niñas pequeñas, gemelas e hijas de la pareja, ven la escena con estupor.



La mujer, el hombre y las dos niñas ya van camino a casa, andando por un sendero del bosque ya vislumbran su choza. Ella va suspirando y el tosiendo, las pequeñas van de la mano, a ratos riendo. La inocencia infantil no conoce las angustias de los mayores. Nadie pronuncia palabra.


Ya en la choza ella suspira hondo, antes de comenzar a reprochar.


-Ojalá hubieras aguantando un poco más-


Él responde con sequedad:


-Ya sabes que no me gustan esas tonterías de borrachos, además de que me siento mal.


Las niñas juegan entre sí en un rincón, ignorando la escena. Ella vuelve a suspirar y reflexiona en voz alta, más para sí que para él:


-... nos habría alcanzado para más cosas-


Él grita:


-¡Nos habría alcanzado para más cosas si no hubieras apostado el dinero! ¡Ya estoy harto de ti! ¡Eres una niña! -seco y aparentemente sereno, continúa, mientras ella pone cara de angustia- me llevaré a una y tú te quedas la otra, así será más fácil cuidarlas.


-¡Pero si no tienes a dónde ir! ¡Espera! juntos estamos mejor, además, aquí no conozco a nadie, vine sólo por ti.-


El hombre no responde, toma a una de las niñas y la carga en brazos. Ambas lloran desconsoladamente y tratan de alcanzarse con las manos. Ella intenta detenerlo, pero él sale con determinación, y aunque ella intenta seguirlo y convencerlo, él acelera el paso.


El llanto de la niña se pierde en el bosque. En la choza espera desconsolada la otra criatura, la Virgen la contempla impasible desde una estampa clavada en la pared. El cielo reanuda la nevada, esta noche la tormenta continúa.

14 de Julio de 2021 a las 21:15 0 Reporte Insertar 0
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Sueño 1 La bisabuela

Preámbulo

Esta es la primera vez que escribo y lo comparto al público. Lo que viene son algunas anotaciones que he hecho al despertar, consignando sueños que me parecieron desconcertantes. Pido al lector que disculpe si en ellos no hay mayor contexto o parecen carecer de coherencia, a fin de cuentas son sueños.


Sueño 1. Anotado el 14 de julio de 2019


Siendo un niño pequeño, caminaba por el pueblo de la mano de un tío, hermano de padre, bajo los ardientes rayos del mediodía. Cruzando la calle y al final de la cuadra vi a una mujer que me pareció familiar y tuve el siguiente diálogo con mi tío.


-Tío ¡se parece a mi bisabuela!- Dije, señalándola con el dedo.


-Es tu bisabuela- Respondió mi tío con indiferencia


-Pensé que ya se había muerto-


-Eso pensamos todos, hasta que regresó al pueblo con esas chichotas y ese niño en brazos. Fue entonces cuando abrió la academia de baile, para sustentarse los dos.


De alguna forma la explicación me indignó -No dan ganas de ayudarla- exclamé molesto.


-No, ni ayuda, ni la ayudamos- me dio la razón, mientras seguimos nuestro camino.


3 de Julio de 2021 a las 02:45 0 Reporte Insertar 0
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