AA Compartir

El Hambre

Pensar con el estomago vació tal vez sea una de las tareas más difíciles, intentas estar completamente concentrado en lo que haces pero la verdad es que tu mente y tu barriga te piden a gritos que que comas algo, pero lo que es aún más difícil es no tener nada que comer, ni mucho menos dinero para comprar unos cuantos alimentos. La mente te traiciona en cada momento, intentas no pensar en el tiempo que has durado sin probar bocado, pero el ardor incesante en lo más profundo de tus entrañas es tan fuerte que no tienes cabeza para otra cosa más que no sea comer.


A pesar de la tasa de desempleo buscas algo que hacer, pero realmente cualquier oferta es rechazada, sin dinero para invertir solo hay que esperar que el tiempo transcurra, para ver si en algún momento tu jefe se acuerda de ti y te pide que vuelvas a trabajar. Mientras tanto solo debes esperar, esperar en estos tiempos es una tarea mentalmente agotadora, porque cuando el cuerpo está quieto nuestros pensamientos vuelan.


Hoy más que nunca entiendo a las personas que viven en la calle, comprendo porque roban, porque piden dinero, porque incluso prefieren estar drogados todo el tiempo, realmente el hambre agobia y desgasta más que cualquier otra cosa, si llevas días sin comer comienzas a pensar cómo podrías robar una manzana del supermercado, comienzas considerar pararte en un semáforo a pedir dinero, pero por alguna razón tu orgullo no te lo permite.


Sí, el hambre cansa, cansa a tal punto que no sé cuánto más la soporte, cansa aún más cuando no puedes dormir bien pensando en que todos tus intentos para ganar algo de dinero fracasan por completo, la única forma en la que aún me mantengo con vida es porque aún sigo escribiendo. Plasmar mis ideas en un texto es un acto liberador que me despeja la cabeza cada vez que lo hago, tanto así que olvido que tengo hambre...

24 de Junio de 2020 a las 03:52 0 Reporte Insertar 0
~
Leer más Página de inicio 1