El ascensor viejo le provocò una cierta desconfianza a Marcos, pero no tuvo opciòn, puesto que su estado fìsico no era el mejor para resistir ni a un tercio del total de escalones que debìa subir, accediò.
Marcò el piso veinte y cerrò sus ojos intentando mantener la calma, pero el ascensor no se moviò. Intento nuevamente, esta vez apretando el botòn con màs fuerza, pero nada pasò. El tercer intento fue aùn màs violento; la palma de su mano hundiò el botòn, entonces arrancò, pero este en vez de subir, bajò y bajò y bajò...
Marcos gritò de dolor, cuando el metal comenzò a arder bajo sus pies.
Thank you for reading!
Me gustan estas historias cortas, por que hacen que sigas y sigas leyendo sin parar sin llegar a aburrirte
«El ascensor» Tan breve como el suspiro de horror que te provocará con ese magnífico e inesperado final... ¡Una joya!
Corto, conciso, violento. Se puede notar la desesperación. Las tildes están mal, sin embargo es una buena historia. Saludos
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