romina-nogueiras1587608138 Romina Nogueiras

Dejen de decirme que todo estará bien, nada esta bien. ¿Donde esta Lucas? Luna se adentra en un mundo para ella antes inexistente. No esta sola, aunque aveces siente que nadie la podría entender o quizás si, una sola persona. Lejos de poder controlar lo que le sucede, asustada por lo nuevo, intenta pasar desapercibida en un viaje que podría ocultar más cosas de la que ella pensaba y ser mas difícil de lo que parecía.


Teen Fiction Not for children under 13.

#amor #viaje #pareja #bruja #meiga #romance #sexo
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La mañana

Ahí estabas tú, y yo, ahí estábamos los dos.

Comenzaste a besarme el cuerpo de a poco. Subiste, sonriendo entre caricia y caricia, detuviste la mirada en mí y me sacaste la camisa, así de una. Los botones se sintieron en el suelo de madera, dejando un eco mientras rodaban. Te miré, creo que no había visto algo más hermoso en mi vida que esa media sonrisa, esos ojos mirándome como si fuera lo mejor del universo. Elevé mi torso, pasé mi brazo por el alrededor de tu cuello y te...

—Joder, tía, otra vez, estás toda sudada, ¿qué carajos estas soñado? —Gritó Alicia.
—Lo siento ¿vale?, una pesadilla —estaba toda roja, ¿qué carajos le iba a decir? "nada es que paso todas la putas noches soñando como casi tengo sexo con un chico, pero no, no tengo sexo con él, porque me despierto justo antes de besarlo y más, y encima tú me empiezas a gritar como una loca".

Odiaba compartir cama con ella. Mi abuela se estaba quedando en casa y debíamos dormir juntas, y a mí justo se me daba por empezar a tener esos sueños cuando ella dormía conmigo.

Hacía una semana exactamente que me pasaba eso, la verdad no entendía cómo sucedía, es practicante imposible soñar una y otra vez lo mismo. Pero ahí estaba yo, hacinado lo imposible posible, soñando con el mismo chico y despertando justo en el mismo momento.

—Pues podrías intentar controlarte —sugirió sarcásticamente.

—Sí, espera que le digo a mi cerebro que no sueñe porque mi hermana lo desea, ¿tú eres estúpida, o qué? —odiaba que me gritaran a la mañana, y más si era por algo que no controlaba. Y más aún cuando hacía una semana que me decía lo mismo. No me gustaba sudar de esa forma ni despertarme de esa forma, no lo hacía adrede y parecía no entenderlo.

—Vale, no te pongas de mal humor tan temprano —me dijo.

—Lo siento, es que parece que lo dices para molestarme, obviamente no me gusta sudar y despertarme toda —excitada, pensé—... exaltada.

—Sí, lo sé, pero bueno, nada, vamos a bañarnos que se hace tarde —dijo ella. No nos llevábamos bien pero intentábamos hacerlo, y más desde que ese año había pasado toda la mierda que había pasado.

Nos bañamos y bajamos a desayunar a la cocina. Abajo estaban mamá, la cual era increíble. La fortaleza que demostraba día a día era de admirar, había sido su peor año, por lejos, y allí estaba, haciendo el desayuno y sonriéndonos... y bueno, luego estaba papá, que parecía pasar de todo, con su café, su periódico y un "hola y chau". Nos culpaba de todo, y de tanto que lo había dicho, me empezaba a creer un poco lo de que la culpa era mía, pero tampoco es que tuviera una idea para cambiar todo, no la tenía, ni se me pasaba por la mente cómo hacerlo.

Luego estaba la abuela. La verdad no tenía idea de cómo describirla, la conocía hacía una semana y nunca había tenido relación con ninguno de nosotros, pero cuando sucedió todo ella se mudó a la ciudad. No sabía por qué, pero estaba allí, y vivía con nosotros. Claro que sería por unas semanas, hasta que su casa tuviera todas las cañerías reparadas.

—Llevaré a Alicia al instituto y luego iré a la universidad, si no tienes que salir tú ¿te parece? —le pregunté a mi madre.

—Sí —respondió—, gracias, cariño —sonrió, alcanzándome las llaves del auto, y salimos hacia el instituto.

April 23, 2020, 2:49 a.m. 0 Report Embed Follow story
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