julian_zarco Julián Zarco

Un chico llamado Ezequiel nos cuenta sobre una experiencia desagradable que tuvo en Twitter hace muchos años


Short Story Not for children under 13.

#hacking #Hackeado #twitter #cuentos #Hackeo
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Hackeo

Mi nombre es Ezequiel, y el día de hoy, les voy a contar sobre una anécdota en Twitter que jamás voy a olvidar.

Ocurrió hace 11 años, en el 2010, y en ese momento tenía 15 años. Acababa de llegar de la escuela, y estaba dispuesto a entrar a Twitter para ver que nuevos Tweets había publicado mis amigos y la gente que yo sigo. Apenas llegué a mi casa, caminé hasta mi cuarto y tiré mi mochila en la cama, para después encender mi PC e iniciar sesión en Twitter.

En ese momento, había muy pocas cosas de las que estaba totalmente seguro. Y una de las cosas de las que no tenía dudas en ese momento era esta: yo jamás había cambiado mi contraseña desde que abrí mi cuenta en el sitio.

— ¿Pero qué...? — me pregunté en ese momento, mientras intentaba iniciar sesión múltiples veces más, completamente en vano, pensando que estaba escribiendo la contraseña mal por accidente, o que tenía activadas las mayúsculas, o que quizás había escrito mal mi dirección de correo electrónico.

Pero no, simplemente no funcionaba mi contraseña. Extrañado y confundido, revisé mi casilla de Hotmail a ver si encontraba un correo diciendo que cambié la contraseña. Revisé todas las carpetas, inclusive las de spam, pero no me había llegado ningún correo por el estilo.

No tenía dudas, alguien hackeó mi cuenta de Twitter. Pero... ¿Porqué motivo? ¿Qué había hecho yo para que alguien haya hecho eso? Yo jamás había hecho nada para que alguien quisiera entrar a mi usuario. Ni siquiera tenía tantos seguidores, tan solo unos amigos míos de la escuela. Sinceramente, esas preguntas aún me persiguen de vez en cuando hoy en día, 11 años después de este acontecimiento.

En ese momento, resolví llamar a Daniel, mi mejor amigo de la escuela, a ver si él podría ayudarme con esto. Así que tomé mi celular, tecleé su número, y a los pocos segundos empecé a escuchar su voz.

—¿Hola Eze? — dijo Daniel.

—¿Qué tal Dani, cómo andás?

—Todo tranqui, acá viendo una peli. ¿Vos?

—Ando preocupado. Creo que me hackearon el Twitter.

—¿En serio? ¿Porqué alguien haría eso? — dijo él con un tono intrigado.

—Ni idea... Che, ¿podrías fijarte si alguien publicó algo nuevo en mi cuenta?

—Dale, ahora me fijo y te cuento que onda. Vuelvo en nada — dijo Daniel antes de colgar la llamada.

A los 5 minutos, Daniel me llamó de vuelta.

—¿Y? ¿Viste algo? — pregunté yo, momentos después de atender la llamada.

—Fue horrible... — su voz sonaba temblorosa.

—¿Porqué, qué viste en mi perfil? — dije yo con un tono de preocupación.

—Tu nombre de perfil fue cambiado por otro que decía "No-Limits-Fun" — narraba Daniel con un tono asqueado—. Tu foto de perfil fue cambiada por un fondo negro, y los últimos Tweets que aparecían en tu cuenta eran 3 fotos de una niña mutilada al extremo. No quiero ni pensarlo...

En ese momento, me llegó una notificación al celular sobre un correo electrónico que me mandaron, pero al deslizar para abajo a ver quién lo mandó, me quedé completamente sin palabras: era mi propia dirección el que mandó eso. Osea que esos malditos también se hicieron con mi dirección de Hotmail.

—Mirá, te llamo después, ¿sí? Tengo que encargarme de algo ahora — dije yo antes de cortar la llamada.

Entré a la página de Hotmail, y lo que vi cuando abrí el dichoso correo electrónico para verlo me dejó completamente asqueado y asustado, tanto que me hizo caerme de rodillas al suelo y vomitar.

El título del e-mail era "Contacte nuestros servicios, No-Limits-Fun", y venía adjunta con las 3 imágenes de las que Daniel me habló. No podía creer lo que estaba viendo. La chica estaba envuelta en un charco enorme de sangre, con cortes por todas partes, sus ojos sacados de sus cuencas, y una cortada enorme en su boca.

Mientras tanto, el cuerpo de la carta rezaba:


Sí está interesado en nuestros servicios, por favor, responda a este correo electrónico con su código postal y su dirección. Esperamos su respuesta.

Cordialmente, equipo de No-Limits-Fun.


En ese momento, me quedé completamente shockeado. Lo primero que pensé es que si ponía mis datos, nos iban a mandar el cadáver de la niña a casa. Y eso fue la gota que rebalsó el vaso, así que inmediatamente fui con mi madre a explicarle todo lo ocurrido en busca de ayuda, pues lo que vi me dejó muy perturbado. Ella llamó a la policía para que investiguen el caso, y yo comencé a ir con un psiquiatra desde entonces.

Han pasado 11 años desde este suceso. Yo ya estoy bastante mejor psicologicamente, aunque dejé de usar Twitter por completo desde entonces. No volví a escuchar más sobre aquel grupo extraño, y honestamente, no quiero volver a escuchar sobre ellos nunca más.

Aug. 28, 2019, 1:20 a.m. 3 Report Embed Follow story
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The End

Meet the author

Julián Zarco Una persona muy aburrida que busca ser un gran escritor

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Francisco Rivera Francisco Rivera
Bien, si al menos logras describir lo terrorífico, me parece, ganarías en suspenso...
August 29, 2019, 21:39

  • Julián Zarco Julián Zarco
    Tenés razón. Era mi primera vez escribiendo algo, ¿qué querés que diga? ^^, October 29, 2019, 14:12
~

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