Advertencia:
La siguiente obra contiene escenas de violencia explícita, sexo, lenguaje vulgar, alusión a las drogas, violación y canibalismo entre otros temas de oscura índole. Se recomienda discreción en su lectura.
Una breve ayuda al lector:
Los idiomas ahora seran traducidos en un apartado, con el nombre "traducciones", ahí encontrarán el significado de cada diálogo de otras lenguas.
Preludio:
Para serte sincero, ni siquiera yo sé por qué motivo le puse este título a mi carta de suicidio. Siempre fui un gran admirador del arte en todas sus ramas, así que tal vez sea ese el motivo de mi despedida empalagada en romanticismo de telenovela de dos pesos.
Lamento desilusionarte si esperabas una despedida más acorde a un desquiciado que está a punto de cortarse las venas con una hoja de rasurar colmada de palabras hirientes, letra inentendible ante el pulso batallando con un ataque de nervios y las lágrimas empañando la escritura en fragmentos, pero sería hipócrita de mi parte fingir que le temo a la muerte. Pensarás que soy un demente y tal vez tengas razón, pero es difícil temerle cuando esta no ha hecho más que hostigarme durante poco más de treinta años.
La primera vez que tocó a mi puerta, inconscientemente le invité a pasar, y ella se presentó ante mí obsequiándome seis o siete cálidos y dolorosos besos de plomo; no recuerdo con exactitud cuántos disparos atajé con el torso, aunque nunca olvidaré la desesperación de mi esposa como tampoco sus desaforados gritos de espanto, su ferviente dedicación por intentar mantener mis ojos abiertos y sus lágrimas enjuagando mi rostro como una tímida y cálida lluvia en pleno día soleado. Y cuando mi corazón ya nada pudo hacer para mantenerse en funcionamiento, le tocó el turno a aquella nefasta entidad oscura en abrirme las puertas de sus aposentos, no quedándome más alternativa que descender al reino en donde su labor es rutina diaria, donde las moléculas de aire parecieran conformar eternas neblinas desprendidas del fuego más intenso durante el día y, en irónica contrariedad, el reemplazo de esa sensación que abrasa la carne y toda funcionalidad interna por un alivio efímero cual fugaz parpadeo, culminando en un aliento gélido y perpetuo trasportado por violentos e ininterrumpidos soplidos capaces de convertir a todo ser vivo en estatuas de hielo por las noches; y ni hablar de los estragos causados por la hambruna y los abrumadores rituales de canibalismo en consecuencia, la peste y las enfermedades a raíz de tan desfavorable entorno, la perpetua amenaza en manos de los cazadores asechando nuestras presencias a toda hora y los tortuosos intentos por congeniar con una gran diversidad de etnias abarcadas por ladrones, asesinos, violadores, pedófilos, torturadores y toda una amalgama de sádicos y enfermos mentales con los cuales compartí vivencias, cobijo y alimento en pos de nuestra supervivencia.
Pensándolo bien, no negaré el hecho de tener flojas algunas tuercas, ¿pues quién, en su sano juicio, sería capaz de tolerar una realidad semejante? Así que antes de juzgarme, primero ponte en mis zapatos.
Esta es mi historia, la historia de un pobre diablo llamado Adaír Lombardo, un soñador empedernido que no ha tenido un solo logro en esta vida pero que ha hecho todo lo posible por remediar su fracaso existencial, aún con el reino de la muerte y el eterno sufrimiento colmado sobre sus hombros.
Thank you for reading!
Este preludio es un asombroso y tétrico trabajo, sirve para empezar a leer rápido los otros capítulos.
Una novela de horror y nostalgia, donde lo más profundo de los seres se deja ver ante un vocabulario perfecto y lleno de elegancia.
el comienzo de una temporada del infierno puede ser mucho más angustioso de lo que se cree... una narración sobria y tenaz, que describe de manera vívida el paso de un alma por el peor de los abismos, en la peor de las situaciones, en el amanecer de las incertidumbres violentas y mortales...
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