u15564012191556401219 Antonia Rodríguez

Un breve relato en honor a los que nos falta esta virtud, o a los que ya la hicimos propia.


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#valentía #Microrrelato #latinoamerica
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Licenciatura en valentía

No, no le escribí. Constantemente planeo cosas que no hago, pero no por falta de voluntad, al contrario la voluntad es mucha y eso genera más ansiedad, más culpa, más inconformidad; considero más bien que es cuestión de valentía.

¿Saben en que lugar dan alguna licenciatura en valentía?, creo que urgentemente necesito cursar una carrera en ello, algo así como "creer en ti misma I, II y III" "como no hacer el ridículo en público intentando no hacer el ridículo en público" y "control mental intensivo"; sé que podría sonar risible, pero recuerden que es una carrera inventada, ficticia, falsa que solo habita en mis deseos más escondidos, donde también se encuentra mi gusto por los postres a medianoche mientras todos duermen.

Si tuviera justamente valentía la propondría en las mejores universidades, pero cómo claramente estoy carente de esta, le pagaría a alguien, a algún aprovechado oportunista (bueno, tampoco lo critiquemos tanto, la cobarde aquí, soy yo) para ir a los centros de estudios superiores y vender mi fabulosa idea (no, no me interesa el protagonismo, es notorio)... ¿quién no quisiera ser llamado "licenciado en valentía" o a secas "valiente"? Muchas personas aplicarían, se someterían a las pruebas rigurosas que las universidades hacen para la elección de sus estudiantes, para evitar que antisociales o personas con bajo nivel intelectual entren, y eso traería como consecuencia mucho dinero, ganancias y popularidad a las instituciones que aprueben mi plan de estudio. Totalmente innovador, totalmente necesario. Habrían detractores del tipo "¿por que vender un conocimiento que debería formar parte de la formación de cualquier profesional o ciudadano común?" "total estafa, ya nos enseñan a ser valientes en las escuelas donde enseñan artes marciales" "quien ideó eso debería buscar un psicólogo o en el peor de los casos un psiquiatra". Pero tomemos las cosas con calma, también venden agua embotellada en los supermercados y nadie ha hecho una protesta real por ello.

Los docentes tendrían que ser personas famosas, algo así como actores de películas de superheroes, los que salen de buenos obviamente (a los malos los detesta la audiencia, por obvias razones), aunque no tengan conocimiento alguno en docencia o en "valentía", nadie nace aprendido, se aprende en el camino. Claro, las universidades podrían poner a sus propios profesores aburridos, sin carisma, pero en esas cosas ya no me meto, ni siquiera fui yo quien tuvo la valentía de proponerla, mejor no emito opinión.

Por mi parte sería la primera persona en tomar el curso, de la primera promoción de graduandos, quizá sea una estudiante estrella, del cuadro de honor "la más valiente del curso" y como premio en conmemoración a mis méritos me brindarían una espada, símbolo universal de los valientes (en realidad no se si hay un símbolo universal de la valentía, pero es una licenciatura para ser valiente, no para conocer sobre cultura general).

Y al final de los días, al final de el proceso sería capaz sin pena alguna de decirle a la persona que quiero, que la quiero. Y probablemente me de cuenta que fue demasiado tarde y que ya alguien más había declarado el cariño a mi potencial víctima amorosa, alguien más, alguien que no necesitó una licenciatura para poder demostrar el amor a través de las palabras. Empiezo a pensar que es una mala idea.

Debería empezar a pensar en una licenciatura en optimismo.

April 27, 2019, 9:48 p.m. 0 Report Embed Follow story
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