hermes_sam Hermes Sam

Un equipo privado de recuperación y preservación del material histórico se infiltra en Turín a recuperar una antigua reliquia.


Science Fiction Not for children under 13. © Todo público. © Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0

#cyberpunk #post-apocalíptico #ciencia-ficción #futurista #381 #acción #Turín #mercenarios #Sábana-santa
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En un futuro no tan lejano...

El transcoptero abandono las contaminadas aguas del Dora Ripatia, elevándose a toda velocidad con la fuerza de su aspa principal hacia negros cielos de Turín. Mientras intentaba estabilizarse en el aire usando sus alas metálicas, una bala inteligente de 73 milímetros, disparada a más de 5000 km/s desde un rifle pesado magnético, atravesó como papel su blindaje reactivo líquido y el cerebro positrónico de silicio de la I.A del aparato, provocando que se precipitara al suelo sobre el lado norte del puente Bologna. Instantes después de tocar el suelo, una lluvia de balas disparadas desde el otro lado del rió comenzó a caer sobre el abatido pájaro de acero, sin ofrecer piedad ni tregua a sus ocupantes. Tras abandonar el aparato y ponerse a cubierto, el teniente del 3º Escuadrón Especial de la multicompañía “Shenzen Recovering and Preservation National Company”, Erán Tao, analizo la situación y procedió a pedir apoyo.


–Aquí Tao, estamos cerca de la catedral, a unos 850 metros–Dijo mientras lanzaba un dron paloma para que escaneara la situación pero que fue destruido unos segundos después de emprender su vuelo–. Fuerte presencia enemiga al otro lado del rió, confirmadas armas magnéticas, requerimos apoyo de inmediato o nos será imposible completar la misión.


–Recibido Líder 3, esperen apoyo espacial inminente, tomen sus nanorepelentes en 6 segundos. –Le respondió una voz mecánica de mujer.


El teniente cerró su servocasco y hablo con el escuadrón.


–Bien muchachos, prepararos para tomaros los nanorepelentes, ¡Esos cabrones van a arrepentirse de habernos atacado esta noche!–El teniente y sus hombres se inyectaron las inyecciones por los orificios preparados para ello en los cuellos de sus trajes de combate. Dos segundos después una serie de grandes explosiones sacudieron los bloques de edificios en el otro lado del rio. Los gritos y el fuego inundaron rápidamente el ambiente mientras que los 5 hombres del 3º escuadrón avanzaban corriendo y en formación a través del puente sobre sus atacantes. Uno de ellos disparo a uno de los cuerpos que estaba siendo reconvertido en metal liquido por los nanobots entre gritos de desesperación.

–Ahorrar munición, puede que la necesitemos más adelante–dijo Tao. Observando los cuerpos pudo ver uno que había tenido la suerte de morir en el bombardeo, su logo en el traje de combate era el de un águila calva sobre el Empire State de la extinta Nueva York, el inconfundible logo de “American Happy Housing Holding plc”, inmediatamente abrió una línea de comunicación con el cuartel general.


–Son hombres de A triple H, repito, A triple H.

–Recibido Líder 3. Avisaremos al resto de equipos, ustedes siga con el plan como estaba previsto.–


Tao se mantuvo en alerta. Sabía que los hombres de “A triple H” suelen desplegarse con amplia cobertura robótica y a veces satelital, aunque descarto esa opción al ver que seguían vivos. Mientras pensaba a que clase de material de apoyo tendrían que enfrentarse, él y sus hombres avanzaban por las calles, siguiendo el paseo central rodeado por dos calles congestionadas de vehículos abandonados que iban en la misma dirección. Al fondo de la calle, rodeada de naturaleza muerta de un antiguo parque, se empezaban a divisar el edificio renacentista que era la catedral de Turín. La torre de la catedral se alzaba imponente en el negro paisaje, parecía estar intacta, como la mayoría de los edificios de la muerta ciudad –. Permanezcan alerta–ordeno Tao mientras seguían moviéndose.

Justo cuando no quedaban más de un centenar de metros oyeron un ruido procedente de las abandonadas calles a su espalda. El escuadrón se paró en seco, adoptando rápidamente una formación defensiva con cada uno de sus miembros cubriendo un punto cardinal. Tao pidió un análisis del audio a la central.

–Ruido metálico analizado. Patrón de sonido similar a un modelo Dg-03 de combate con una probabilidad del 65%

–Mierda–Tao cambio rápidamente su cargador a balas antiblindaje–Cambiad las balas, tenemos perros

Sus hombres rápidamente cambiaron los cargadores y siguieron a la espera.

–Detecto movimiento–dijo su compañero Maragall.


Los otros tres se giraron rápidamente hacia el oeste y entonces rápidamente tuvieron que ponerse a cubierto al ver el fogonazo láser disparo desde la boca de un terrorífico biorobot canino de combate Dg-03. El disparo laser salió disparado un segundo después pero reboto en el campo de nanoespejos que envolvía al escuadrón, una medida de protección pasiva que emitían sus trajes de combate de forma periódica. El láser impactando contra un antiguo bloque de edificios, dejando un boquete de 15 centímetros de anchura que atravesó 3 paredes. El escuadrón se reagrupo rápidamente y comenzaron a disparar al grupo de perros de combate que parecían salir de todas partes. Por debajo de coches, entre ruinas, desde una ventana. Desde todas las direcciones aparecían esas criaturas mitad perro mitad robot para disparan sus letales armas, los láseres salían despedidos en direcciones aleatorias, dejando los edificios colindantes repletos de agujeros.


– ¡Misil!– grito uno de los hombres del escuadrón.


Un árbol muerto estallo en mil pedazos tras estas palabras. Tao se cubrió instintivamente la cara mientras miles de astillas se clavaban en la parte superficial del blindaje, que reacciono convirtiéndose en una masa gelatinosa para después pasar a ser robusto de nuevo tras atrapar a las astillas en cuestión de dos segundos, desprendiéndose y cayendo al suelo en forma de cuadrados metálicos con astillas clavadas.


–Blindaje perdido en un 40%–dijo una voz masculina cibernética–se recomienda buscar cobertura.


Sus compañeros rápidamente respondieron abatiendo a 3 perros, que reventaron en una explosión de sangre, ácido y biodiesel. Los perros supervivientes respondieron con más fuego laser y misiles. A pesar de la intensidad del ataque, el escuadrón parecía mantener la posición, abatiendo continuamente a sus aparentemente inacabables atacantes mientras cambiaban de posición para evitar los ataques. De repente, los miembros del escuadrón oyeron como aullido mitigado por sus cascos de combate al considerar que podía infringir daños a sus oídos.


– ¡Ataque kamikaze!–grito Tao sabiendo lo que significaba ese aullido pues no era la primera vez que lo escuchaba

Un grupo de al menos 7 perros avanzo hacia ellos, emitiendo luces estroboscópicas por sus bocas mientras no dejaban de emitir el sonido especialmente diseñado para desorientar a seres humanos. El escuadrón los iba abatiendo pero se movían lo suficientemente rápido para esquivar las balas. El último de ellos estallo muy cerca, lanzado por los aires a Tao que cayó unos metros más atrás.

Confuso por la explosión, Tao miraba al negro cielo sin estrellas cuando escucho otro aullido.

Intento ponerse en pie pero no podía, sus piernas parecían fallarle.

–Se acercan al menos 10 mas– dijo uno de sus hombres mientras comenzaba a disparar. Tao alzo un poco el cuello y vio que sus compañeros disparando, aunque no parecían poder abatir a los perros antes de que los alcanzaran. Tao simplemente cerró los ojos y espero su final en aquel páramo radiactivo.

Fue entonces cuando pudo oír el inimitable sonido de una ametralladora Vulkanichu imponiéndose sobre el constante martilleo del tiroteo reinante. Alzo la vista y vio que un dron aéreo de combate Niao-7 se posaba sobre ellos, aniquilando a los perros en cuestión de segundos mientras que sus metálicas alas parecían bailar en el aire mientras que de su morro parecía emerger una lengua de fuego, pareciendo más una antigua bestia mitológica que una máquina de guerra de última generación.


–¿Cuánto más va a seguir durmiendo, teniente Tao?–le recrimino la voz mecánica femenina de la radio– Según nuestro escáner no presenta ningún daño de vital importancia así que levántese y prosiga con la misión.


Tao se levantó como pudo con su cuerpo magullado y mientras se recuperaba observo los alrededores. El dron de combate se había quedado encima de ellos y comenzó a ascender lentamente, vigilando con sus cámaras de alta resolución toda la ciudad en busca de movimiento hostil. El resto de su escuadrón seguía en posición defensiva. Tras sacudirse un poco el polvo y cargar su arma comenzó a caminar. El resto del escuadrón le siguió en silencio y se colocaron junto a él en formación. Tras unos minutos finalmente llegaron a la catedral.

Tras examinar el interior con unos nanodrones y ver que estaba despejado entraron con rapidez. El sitio estaba lleno de cadáveres casi esqueléticos, muchos sentados en los bancos de la catedral, otros de rodillas, algunos apoyados en las columnas de piedra y otros en el suelo. Todos parecían seguir esperando un milagro que nunca se produjo. Comenzaron a caminar en silencio pero en guardia entre el mar de cuerpos, vigilantes hasta que finalmente pudieron ver su objetivo justo detrás del altar.

–Objetivo confirmado–dijo Tao, acercándose mientras seguía escaneando todo el ambiente, parecía que realmente eran los primeros en llegar. Al acercarse noto el cadáver de un hombre de espaldas que tenía agarrada la parte inferior del marco en el que se encontraba su objetivo con la mano izquierda. Tao lo aparto de una patada y se puso junto a la reliquia, sacando un pequeño escáner de su bolsillo. Cabía la posibilidad de que fuera la copia que se sacaba normalmente para mostrarla al gran público y que la verdadera estuviera guardada en los sótanos del complejo, o incluso que hubiera sido evacuada a alguno de los búnkeres de la iglesia en Italia durante la guerra, así que debía comprobar su autenticidad. Por suerte la pantalla se ilumino en verde y Tao respiro aliviado, estaba ante la verdadera sábana santa.

Saco un pequeño spray y roció la sábana con una protección nanorobótica mientras sus sombres se acercaban.


–El transcopter llegara en 2 minutos–le anuncio la voz mecánica de mujer por el comunicador.

–Bien chicos asegurad la sábana y preparadla para el transporte.

–Buen trabajo teniente Tao–la voz mecánica de mujer cambio a una voz humana de una mujer mayor con marcado acento ruso. –Con la recuperación de esta reliquia nuestra empresa vuelve a ponerse a la cabeza de la preservación del legado material de la humanidad. La junta y nuestros inversores estarán muy contentos. Usted y sus hombres han hecho un buen trabajo, retírense y dejen el resto de obras de arte a los otros equipos, además recibirán un bonus salarial extra por esta misión.


Erán realmente no estaba prestando atención a su superiora, simplemente se quedó mirando el cadáver del hombre que estaba junto a la sábana y había apartado antes. Yaciendo ahora boca arriba, pudo ver que el cuerpo tenía agarrados lo que parecía ser el cadáver de un bebe junto a un crucifijo dorado en la mano derecha, acurrucados ambos contra su pecho. Emitiendo un pequeño susurro le pidió perdón, luego se llevó la mano al oído y alzando la voz dijo:


–Recibido base, partimos de inmediato.

April 21, 2019, 12:03 a.m. 0 Report Embed Follow story
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The End

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Hermes Sam Gracias por leerme. Si te interesa las historias de terror,misterio y ciencia ficción quédate por aquí. Intentare sacar un relato siempre que esta vida me lo permita.

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