Tiempo y vida
esperando desatarse
sin concierto ni medida,
esperando indiferente
todo recorrido
hecho por la tenue
luz de una tarde
que fallece.
Busco, ahora,
dentro de la noche
que conjunta
a dos brechas separadas,
donde aparezca
la siguiente aurora,
henchida en el bullicio
citadino que ignora
su memoria abatida
como la gente que se pierde
en el intervalo del trabajo
y donde su desfalleciente risa
apenas se encuentra sostenida
al final de cada día.
Senderos
Cuando al alba
le rompemos
los horarios
El recuerdo
de unos días
y sus semanas
Prorrumpió
en caricias
festinadas
Mil sucesos
desatados
ya gastados
Divertidos
en susurros
de sus horas
Esfumados
estirados
consumidos
Por el juego
siempre niño
de esos días
En que
no existían
preocupaciones
Pues los padres
presto estaban
para resolverlas
Y nosotros
mientras tanto
siempre jugábamos
Al amparo
del bullicio
permitido
Alterando las
solemnes horas
del abuelo
O invadiendo
los consejos
de la abuela
Cuando va la vida
entre sonrisas,
monerías graciosas
Sin medida
recubiertas de
clamor incalculado
Donde todo grito
es un eco infinito
y gozo pleno
Ofrece duda
cobijada, encantada
explosiva y extenuada
Entre sueños
y energía desgastada
por el juego, libre juego
De la alondra
divertida en feliz
y retirada hora
Ya ganada al sueño
donde media un baño
merecido y caliente
Que deshaga la salobre
capa del juego trasudado
ganando propio frescor
Propiciando un reparador
consuelo a su casa
y a todo el vecindario.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.