Padre e hijo estaban sentados en un tronco cerca de la playa, mirando el atardecer.
"Supongo que este es el adiós" dijo el joven.
"Así es" respondió el hombre.
"Si hubiera sabido que tendríamos tan poco tiempo, hubiera disfrutado más de cada segundo".
"No existe tal cosa como el hubiera. O aún puedes hacer algo, o ya no puedes hacer nada del todo, y en esos casos solo tienes que aceptarlo".
"Hasta la próxima entonces" dijo el chico, levantándose.
"No habrá una próxima" dijo muy serio, su padre.
El chico dejó la playa caminando hacia la ciudad, mientras su padre fue en dirección opuesta, hacia el océano azul sin fin.
"Lo sé" pensó el joven, sin mirar como su padre desaparecía en el agua.
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