El gato (El que busca el ataque):
Por una semana, varias organizaciones se reúnen en Quito para exigir que la Asamblea archive las propuestas de leyes que envió el Presidente Rafael Correa, que afectaría las herencias y plusvalías.
Al menos eso dicen sus líderes.
Sus carteles van desde insultos al presidente, hasta incongruencias abismales. Eliminar leyes aprobadas hace años, seguridad social, protección a la naturaleza, promoción de la educación gratuita y libre, salud para todos, etc. Hasta exigen la salida del presidente, de su partido político, y de la desintitucionalización del país. A las malas. Con lanzas, piedras y patadas.
Llamaron a un paro nacional. El Ecuador siguió trabajando. Dicen que son indígenas, que tienen a líderes indígenas, pero a su vez no tienen el respaldo de las bases.
Sus benefactores llegan en carros Audi.
Luego marcharon. El día más bajo tuvo cerca de 200 personas, casi mil en su cúspide. Rodearon la Plaza de la Independencia, donde está el ratón.Aún no han podido ingresar.
El ratón (Geográficamente aislados en una plaza):
El Gobierno realizó un llamado a sus aliados, para que organicen una ¨vigilia¨ por la democracia al frente de Carondelet, para impedir que la marcha intente ingresar a la plaza. Símbolo de la caída de tantos expresidentes ecuatorianos.
Buses y carros llegaron al Centro Histórico. Mote, gaseosas, papas, encocado, ceviches y trago. Y hubo baile. Ras tas tas, y sanjuanitos.
Siete mil, cuando fueron más, llenaron la plaza. Y siguen ahí, pero ya son mucho menos. Durmieron en esa plaza arropados de sus banderas verdes, rojas, blancas, y tricolores.
Ni sientieron al gato dando vueltas.
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