lucho-gonzalez1542998431 Lucho Gonzalez

Esta es la historia que le realice a mi personaje del mmorpg World of Warcraft para poder rolear. El reino donde juego es Quel'Thalas y mi personaje es Lyfa, una elfa de sangre Caballero de la muerte (DK). Para mayor disfrute del cuento, tenes que conocer un poco la historia del universo Warcraft.


Adventure For over 18 only.

#warcraft #world-of-warcraft #Rol
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Prologo



Todo el campamento observaba la sopa de zancudo con saliva en sus labios, las estrellas aparecían mientras el sol se ocultaba.

<<Ah como quisiera un postre ahora mismo>> pensó Lyfa, mientras imaginaba una bandeja de Pasteles Sabrosos.

Los ánimos estaban por los suelos. La batalla anterior contra los no-muertos había costado un cuarto de nuestros soldados. Un emisario fue enviado para pedir refuerzos a la base principal del príncipe Kael’Thas.

El Capitán, un elfo lleno de cicatrices, salió de su tienda con el ceño fruncido hacia su teniente.

- ¿Hay noticias del campamento base?

-No señor. Y las provisiones no nos durara mucho, como puede observar tuvimos que cocinar a uno de los zancudos heridos.

- ¿Pidieron ayuda al campamento humano cercano?

-Sí, pero con malas noticias. No quieren enviar refuerzos, aunque tienen 150 caballeros esperando órdenes.

El capitán maldijo a cada una de sus madres.

<<Los humanos nos envían a misiones suicidas con armas de madera, mientras que ellos se dan el lujo de tener ¿150 soldados en espera?>> pensó Lyfa.

Lyfa se dirigió a su tienda a descansar y refugiarse del frio de la noche. Las imágenes de la batalla anterior . Mientras encontraba una posición cómoda entró una de sus compañeras, Lethania, a la tienda junto con dos platos de sopa caliente. Ella era hermosa, con el cabello rubio. Proveniente de una familia reconocida de Quel’Thalas. Ella entrenó desde pequeña para convertirse en la futura General Forestal de Lunargenta.

-¡Oh Lyfa! Traje un plato de sopa para ti.

<<Ella siempre tan amable conmigo, por más que yo no pertenezco a una familia noble. >>

-Gracias Lethania, siempre cuidándome.

-No es nada, ¿Cuántos no-muertos mataste en la última incursión?

Lyfa se atragantó con la sopa ante la pregunta.

-Ehmm, bueno, digamos que 5 y medio no-muerto.

- ¿Y Medio no-muerto? -preguntó Lethania.

-Si…Le corte el torso, pero no estaba “muerto” del todo, lo termino de rematar el teniente. Pero era la primera vez que veía un no-muerto, ¡Y mi primera batalla también! - trató de explicar Lyfa.

Lethania rió.

-No necesitas dar explicaciones, aun eres muy joven.

Lyfa aun con 18 años, todavía era considerada una niña por los Sin’Dorei, aunque ya sea biológicamente madura. Fue reclutada a los 1.

-Me recuerdas mucho a mi hermanita- contó Lethania.

- ¡Oh! Asique tienes una hermana menor, ¿Cómo se llama?

-Meeren. Ahora mismo ella debería estar entrenando en el mismo campamento que el príncipe Kael’Thas. Se convertirá en una hermosa y poderosa sacerdotisa. - dijo Lethania con nostalgia- Dime Lyfa, ¿Cuál es tu mayor miedo?.

- ¿Miedo? Creo que sería perder nuestro hogar- respondió Lyfa con algunas dudas.

- El mío es la muerte. Estos últimos años esa sombra a estado más presente que nunca, y ahora se cierne sobre nuestra raza. – Lethania miró a Lyfa con angustia – Conozco un hechizo que me enseño un profeta, ¿Quieres ver que te deparará el futuro?

- ¡Por supuesto! – asintió Lyfa entusiasmada– ¿Que me depara el futuro? ¿Oro, hermosos vestidos, una mansión, muchos dulces?

-Veo… ¿Eh? ¿Un viento gélido? – dijo Lethania confundida. -También veo algo pequeño y verde. Veo, veo, oro… ¿esfumándose? Y por último…un gran talento oculto.

- ¿¡Qué!? ¡Quiero explicaciones! ¡Me preocupa quedarme sin oro!  –respondió Lyfa sorprendida y riendo. - ¿Y que será eso pequeño y verde? ¿Un frijol?

Las elfas de sangre rieron.

- Si bien mis adivinanzas no son exactas, la tuya es sumamente extraña- explicó Lethania- No entendí casi nada, pero me llama la atención el talento que ocultas. ¿Acaso la guerrera novata es solo una máscara? – dijo mientras observaba a Lyfa con una mirada traviesa.

- Oh, quizá sea la siguiente guardiana forestal, tendría que practicar con el arco. - imaginó Lyfa.

- Al parecer es una habilidad relacionada con el instinto, pero seguramente te esperan grandes cosas Lyfa, mis adivinanzas de alguna forma siempre tienen sentido– comentó la experimentada arquera con una sonrisa.

-Mientras que el frijol no sea venenoso estaré bien. – replicó Lyfa.

Lyfa y Lethania continuaron hablando y riendo hasta caer dormidas.

A la mañana siguiente, sonó el cuerno una sola vez, indicando la aproximación de un aliado. Lyfa vio llegar a un caballero humano en una carreta con un estandarte de Lordaeron.

-Buenos días mi señor- saludó el capitán.

-Buenos días elfo- dijo el caballero con mirada despectiva.

-Me alegra tenerte aquí, pero creí solicitar más soldados, no es que tenga dudas de sus habilidades, pero nos falta más gente.

-No te preocupes, no me quedare mucho tiempo, ve y junta a todos los sacerdotes y magos que tengas, partimos al frente ya.

-Pero ¿Qué? -exclamó el capitán- Estamos a falta de personal y usted quiere que le demos nuestras unidades más poderosas. ¡Necesitamos defender el observatorio cueste lo que cueste!

-Y se lo agradeceremos eternamente, pero la reconquista de Lordaeron no se realiza desde un observatorio.

El caballero humano juntó todas las tropas que necesitaba y se marchó. El campamento estaba vacío. Todos los soldados que quedaban eran guerreros y arqueros. Con apenas 40 personas el Capitán ordenó levantar el campamento para volver a la base principal. No sobraban elfos de sangre en Quelt’Thalas, la tercera guerra había devastado la raza.

La siguiente noche, mientras el reducido ejercito terminaba de empacar sus pertenecías, una señal de fuego apareció sobre el cielo. Todo el campamento sabía lo que significaba…El Azote.

¡Reunidos todos! – Gritó el capitán. - ¡Que alguien me diga cuantos son!

-Son 150 necrófagos, 100 Arqueros esqueléticos, 5 abominaciones y… ¡Un Lich! – exclamó el teniente.

El ejército quedo en silencio. El miedo comenzaba a esparcirse entre las tropas.

-Rápido, ¡Defenderemos desde el observatorio! Arqueros a sus puestos, unidades meleé a proteger la puerta. ¡Mientras el Lich no entre al campo de batalla estaremos bien! ¡Somos la raza que desde el polvo reconstruyeron su pueblo! ¡Los Sin’Dorei prevalecerán!

El rugido de los elfos de sangre resonó, las lanzas golpeaban el piso al unísono, las caras de miedo pasaron a ser ansias de sangre. El ejército se preparaba para la defensa.

A Lyfa le indicaron colocarse en la cima del observatorio donde asistiría a Lethania ya que era una arquera experta.

-Otro Carcaj!!!! – Ordenó Lethania sin quitar la vista de los no-muertos.

Mientras Lyfa pasaba el saco de flechas, se escuchaba las espadas chocando, el silbido de las flechas rompiendo el aire, el rugido de los valientes guerreros y el alarido de los no-muertos.

- ¡Ya van 50 menos! - dijo la noble arquera con una sonrisa- ¡La venganza será nuestra!

- ¡Cuando volvamos yo cocinaré unos pasteles! - Respondió Lyfa con entusiasmo- ¡No quedará ni una pizca de azúcar en los almacenes!

Los brazos de Lethania empezaron a flaquear, así como la potencia de sus disparos. Quedaban solamente 7 flechas.

-Iré a buscar más carcajs- dijo Lyfa

- ¡Espera! – gritó Lethania – Escucha el ambiente. – advirtió.

Lyfa no se había percatado del silencio que reinaba en el observatorio. Los choques de espada, las flechas, los gritos de guerra ya no existían. Solo la respiración agitada de las elfas. La joven guerrera preparó sus hachas, una en cada mano. Mientras que la arquera tensaba el arco apuntando a la puerta. El olor a muerte que entraba desde la ventana inundaba la sala. El sudor de los dos únicos seres vivos en la torre caía de sus caras.

El primer golpe a la puerta sonó, el segundo, el tercero…y el ultimo. A la sala entraron los no-muertos. Y Lyfa, atacando con ferocidad, clavo el hacha izquierda en la cabeza de uno, luego levantó la derecha asesinando al necrófago siguiente. Un arquero esquelético tensaba su flecha hacia la pelirroja guerrera.

<<No podré esquivar eso>> maldijo Lyfa.

Un silbido pasó al lado de la cabeza de Lyfa, el esqueleto cayó destrozado. Los no-muertos formaron un circulo rodeando a las heroínas. Rápidamente sintió a la aquera a su espalda, ella había desechado su arco para utilizar una daga en cada mano. Los no-muertos fueron cayendo uno a uno gracias a Lethania, mientras que Lyfa los contenía. La batalla terminó justo cuando la fatiga atacaba los cuerpos de las elfas.

- ¡Hay que rescatar a los heridos! - gritó Lyfa mientras intentaba ponerse de pie.

- Es muy peligroso acercarse a los cadáveres, podrían esconderse entre nuestros compañeros – replicó Lethania.

Lyfa sintió a alguien acercarse, eran pasos fuertes. El olor de la peste aumentó y las cadenas sonaban contra el piso. Aunque estaban exhaustas, se prepararon para volver a pelear. Al instante la Abominación entro corriendo lanzando su cadena golpeando a Lethania en la cara. Desplomada en el suelo y sangrando, Lyfa se dirige a su auxilio.

 - ¡Lethania! – gritó asustada Lyfa.

- ¡No vengas! – la voz de la elfa herida retumbaba en la sala – ¡La única oportunidad para que sobrevivamos es con esa bestia en el suelo! ¡Tu destino no puede ser morir!

Con un grito de guerra y cegada por el odio Lyfa toma sus hachas, esquivando la segunda cadena y lanzando el hacha izquierda hacia su único ojo restante. Mientras la Abominación se quitaba el hacha de su ojo destrozado, la pelirroja guerrera salta hacia su cabeza golpeándolo con su hacha restante el mismo ojo. La abominación al recibir el impacto, golpea a Lyfa mandándola a volar contra la pared. Pero el monstruo terminó desplomado en el piso.

Lyfa se acerca a la herida arquera.

Lyfa – susurró Lethania- Este talismán es de mi familia, por favor, llévaselo a mi hermana.

No Lethania, tu vendrás conmigo – dijo sollozando- Te dije que haría unos pasteles.

Lethania pone el talismán en su mano, sonriendo con lágrimas en sus ojos. El vaho de su respiración es cada vez más lento. Lyfa sostiene a Lethania. Bajando los pisos hacia la salida, pudo distinguir la cabeza del capitán lejos de su cuerpo. Lagrimas brotaron de los ojos verdes de Lyfa mientras veía a sus compañeros muertos. Al salir del observatorio su peor pesadilla estaba presente. El Lich miraba a unos metros mientras eran rodeadas por los no-muertos. Algunos de ellos le resultaron familiares. El ejército era silencioso, esperando la orden de su gélido general. Lyfa fue avanzando con su compañera ignorando todos los enemigos que la rodeaba. Llegando a metros del Lich, dejo al cuerpo inerte de Lethania en el suelo mientras tomaba su daga. Sollozando apuntó con el arma al Lich. Los ojos azules y fríos del esqueleto comenzaron a brillar.

-Oh, pequeña niña, el frio eterno te está llamando. – dijo con una voz de ultratumba.

-Hazte a un lado, tengo que algo que entregar. – dijo la elfa de sangre tomando con fuerza el medallón y la daga.

La mirada del Lich penetró los ojos de Lyfa. Un invierno eterno paso por sus ojos. El Lich empezó a reír.

-Magnifico, tu serás una leyenda, tienes un excelente potencial. -elogió el mago- Se extinguirá hasta el último fuego que arde en tu interior.

El objetivo de Lyfa estaba enfrente. Bajo la mirada de todos los no-muertos, ella se abalanzó sobre el esquelético hechicero, mientras que él lanzaba carámbanos de hielo. Los instintos de Lyfa permitieron esquivar torpemente los carámbanos lanzados

- ¡El destino clama tu nombre! – gritó el Lich. - ¡La muerte te reclama!

Lyfa con un grito de dolor es empalada con un bloque de hielo mientras tiene la daga está a centímetros del Lich. Aun cegada por la venganza Lyfa comienza a golpear el bloque de hielo intentando liberarse.

-La llama se convirtió en una chispa y la chispa será un viento gélido- le susurro a la pelirroja guerrera- Dime, ¿cuál es tu nombre?

La elfa cada vez con menos fuerza, mira al monstruo que la empaló. Con lágrimas en los ojos responde a su pregunta.

-Lyfa, no llores mi pequeña, te dije que serás una leyenda. Y las leyendas nunca mueren. - dijo mientras observaba el talismán al cual se aferraba- Ese talismán será perfecto, tú serás vinculada a ese amuleto. Te congelaré en con un hechizo para preservar tu belleza. ¡El mundo clamará tu nombre!. Lyfa Vientogelido…

Nov. 23, 2018, 7:09 p.m. 0 Report Embed Follow story
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