Entró en la posada caminando lentamente y se dejó caer en una de las mesas más alejadas a la puerta deseando pasar desapercibido. Suspiró desentumeciéndose los dedos. El posadero, conocedor de las personas con tan solo mirarlas, puso un vaso de vino caliente frente a él y le dijo que la cena del día era Farikal, como si fuera la gran novedad y no el plato del día anterior y del anterior y del anterior. Solo asintió y esperó su comida mientras el vino calentaba su garganta.
No le gustaba mucho esa posada, casi al límite del pueblo, pero la prefería si con ello evitaba cruzarse con alguien conocido. La puerta se abrió y un hombre algo encorvado, enfundado en un largo saco negro, ingresó y fue directo a la barra. El rubio que esperaba su plato le pareció desde lejos reconocer el rostro del recién llegado, así que hundió su cabeza, clavando su mentón al pecho, maldiciendo por lo bajo. Lo último que quería era ser visto. Había atravesado todo el pueblo y debía volver a atravesarlo después de comer hasta la posada casi pegada a palacio donde se hospedaba, tan solo por buscar un lugar donde comer tranquilo sin ojos sarcásticos y burlones observándolo o con los comentarios venenosos de Thorsson y aun así se aparece de la nada alguien que quizas le ... Casi estaba por levantarse e irse cuando llegó el posadero con la comida. El cansancio y el hambre pudieron más. Resignado, el rubio proveedor de hielo Arendelle, apoyó la cabeza en una mano tapándose la cara para asegurarse no ser reconocido y comenzó a comer.
El corpulento posadero volvió a la barra e hizo una mueca al ver la encorvada figura sentada allí. Justo cuando había pensado que sería una noche tranquila, apareció él. Suspiró e inconscientemente se masajeo la cintura, aún dolorida de la última vez que le había cargado y arrastrado hasta la calle.
—Gamble, ya te dije que no volvieras a pisar nunca más aquí. Estoy harto de que te termines mi vino y solo me des promesas a cambio. Creí que había sido claro.
—Me dijiste que no volviera a pisar si no te pagaba lo que te debía — saca una mano del bolsillo y pone una pila de monedas doradas en el mostrador. — Así que esto es por lo que te debo y aun sobra bastante.
El posadero tomó las monedas incrédulo y verificó su autenticidad.
—¿Es día de pago en el castillo? — volvió a mirar las monedas— No, no. Esto es más de lo que ganarías en tres meses ¿qué te has robado?
Gamble se irguió ofendido.
—¡Robado! ¡Jamás he robado ni un mísero pan! No te lo permito. Esto me lo he ganado en buena ley.
—¿Ganado? ¿Como? Que yo sepa tu suerte para el juego es pésima y no creo que nadie te dé un trabajo, aún no sé cómo en el palacio te siguen soportando. No eres más que un borracho bueno para nada.
—Pues señor para que se entere soy un excelente narrador —dice levantando el mentón orgulloso.
—¿Un qué?
—¡Un narrador! Se contar buenas historias y me han pagado por ello.
—¿Alguien puede estar interesado en lo que puedas tú contar? Ja, ja, ja – río sonoramente el posadero.
—Pues para que sepas si. Soy un sirviente de palacio que conoce cada historia de él y eso puede resultar fascinante para los forasteros.
—Creí que tenías prohibido hablar de tu trabajo.
—No puedo hablar sobre la vida de la familia real ¡y no lo he hecho! Gamble Stronger jamás faltaría a su juramento —el posadero hizo una mueca burlona— Pero puedo hablar del castillo, puede resultar fascinante para aquellos que viven en simples y burdas casas.
El posadero lo miró torvamente, no se tragaba ni una palabra, pero el oro era verdadero y en definitiva era lo que le importaba, más si venía a saldar una deuda que creía perdida.
—Bueno, no sé de dónde has sacado esto, ni me interesa — llena una copa de vino y deja la botella— aquí tienes tu vino, pero trata esta vez de poder caminar por tus propios medios cuando termines. Si debo cargarte una vez más, ni aunque vengas con todo el oro de las arcas reales te dejaré entrar.
Thank you for reading!
Impresiona la entrada a esta historia, la cual se ve madura haciendo interesante de por si la lectura de este fanfic. La ortografía está bien cuidada y el uso del guion de dialogo se agradece.
Algo que se olvida por lo general en un fanfic de Frozen, es el aftermath, es decir, las reacciones una vez terminada la aventura. Aquí lo haces bien y haces diálogos creíbles respecto a la reacción u opinión de los paisanos comunes que presenciaron los hechos pero de lejos.
Muy buen ángulo hacer que las princesas discutan en este capítulo y muy bien logrado hacer que dicha confrontación quede en nada debido a la pronta intervención del muñeco de nieve que con su divertida inocencia vuelve un momento tenso del fanfic en uno de reconciliación. Bravo.
Y vino el capítulo donde la falta de comunicación genera trama. Esto es un cliché que se ve mucho en las sosas películas románticas de Hollywood, pero que aquí se lo maneja con soberbio tacto y hace que leamos la historia al borde del asiento. Los diálogos son intensos e inteligentes. Muy bien hecho
El misterio hace aparición en este capítulo. Los diálogos son muy inteligentes y creativos además de apasionantes y te sorprenden de grata manera haciendo que pidas más.
por lo general en este tipo de historias, el senescal o quien oficia de jefe de mayordomos, siempre obedece sin rechistar. Es un alivio encontrar un dialogo mas creíble y que por lo tanto este cargado de intensidad.
Lo mejor sin duda es como la autora pone palabras y acciones en el muñeco de nieve. Su ternura es mucha y nos convence de paso, un efecto muy bien logrado.
Es grato ver la creatividad a la hora de ver como el en un principio villano, nos muestra que no es tan malo como aparentaba ser. Humaniza al personaje y luego nos prepara para lo que sigue más adelante.
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