El tren alejándose, y yo viendo como mi espíritu se queda en el andén. Pero no fue como la última vez, con mi sombra queriéndose subir al tren, esta vez no dejaba nada.
Budapest me despidió de la mejor manera posible; dando cobijo a mis fantasmas, alzando la mano para despedirme. Regalándome mi identidad sin dejar atrás ninguna persona herida, ningún corazón roto. Sin dejar injusticias.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.