Para el anciano Pombet todos los días eran domingos.
Como todas las mañanas, ayudado de su fiel burrito, se preparó un té cargado y encendió el televisor, acomodando las antenas para que la imagen en blanco y negro se viese mejor. Entonces, el noticiero nacional hizo su aparición.
Escuchando a la dirección meteorológica fue hasta la puerta de entrada, donde recogió el periódico que acostumbraba a leer desde que era un renacuajo.
Finalmente, se sentó en su viejo sillón de gamuza a leer las tiras cómicas y a intentar hacer el sudoku y el crucigrama, pero, no sin antes dar una ojeada a las últimas noticias.
"Streaming.
Bluetooth.
Whatsapp.
Twitter.
Gadgets.
Wi-Fi.
Nanotecnología.
Biomecánica.
Computadoras.
HD.
Celulares.
Internet."
El anciano Pombet hizo una mueca de espanto y cerró el periódico de golpe. Estaba horrorizado. No, mejor dicho: estaba perturbado.
Recorrió la estancia con la mirada. Miró el periódico, luego la pequeña radio a válvulas que estaba frente suyo, siguió con el teléfono candelero, y finalmente, la tele con culo y antenas. Para él, todo aquello era magia. Sin embargo, lo que decía el noticiero... era... era... ¡Brujería!
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