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El inicio

Quiero comenzar esta historia con ciertas confesiones, será de corte autobiográfico pero me centraré en los momentos más memorables, tampoco es que quiera dar la lata, así que creo pertinente hacer hincapié un poco en cómo fue mi infancia y como he sido criado, ya que esto va a si o si desembocar en lo que ahora soy.

Prefacio.

Hoy es mi cumpleaños número 4 y estoy muy emocionado por ver la torta que me tocará este año, el año pasado fue de Goku y este me dijeron que sería una sorpresa, así que todo lo que me mandaban a hacer lo hacía con premura, de esa manera fue que los minutos pasaban muy rápidos y empezaba a llegar la familia y la amistades del barrio. En este momento fue como entre risas y juegos llega una torta que estaba adornada de una cancha de futbol y en la parte central había la figurita de un futbolista que estaba haciendo como el matador salas, el jugador insignia de la selección nacional que por el cual en aquél entonces yo era un verdadero fanático del personaje.

Siendo hijo único, nieto único, la verdad es que tenía las miradas puestas en mí, siempre tuve la atención que quise y también se sentía una cierta exigencia de mi familia por estar todos pendiente de hasta lo que hablaba, comía o cualquier cosa la verdad. Partí viviendo con mi abuela materna y mi madre, mi abuela se llamaba Dalia, como la flor, yo le decía mamá Dalia de cariño, al vivir con ella forjé muy lindos recuerdos que aun guardo muy dentro de mí. Son pocos los recuerdos de mis primeros años en Copiapó e incluso los próximos en Caldera, un puerto pequeño pero hermoso, las playas de blancas arenas y aguas turquesas que invitan a un eterno verano. Fue en ese lugar donde comencé con mi educación que fue en una escuela privada, católica y yo era muy pequeño para saberlo pero el estatus socioeconómico de las personas que estudiaban y sus padres obviamente era bastante bueno. Por ende no se veían cosas que uno normalmente se encuentra en una institución pública. Recuerdo pocas cosas de este entonces también, cosas que me quedan en la mente fueron los momentos que pasamos mi madre y mi padre viviendo solos, cuando con mi madre esperábamos a que llegara mi papá del trabajo, son lindos recuerdos que aún añoro a día de hoy. En esta etapa de mi vida fui un niño de "bien" como los niños bien portados con ropa de chico de bien, etc... A lo que resulta gracioso por cómo se desarrollan las cosas al final.

Todo cambió cuando llegué de vuelta a Copiapó debido a que mi padre quedó sin trabajo lo que conllevó pues, que la economía no estaba buena, entonces llegamos de allegados a la casa de mis abuelos paternos, a la escuela a la cual llegué es una escuela municipal que se llama a día de hoy Abraham Sepúlveda Pizarro (F-14). En este lugar me encuentro con un mundo bastante distinto hasta salir a la educación media. Un mundo más violento donde yo me sentía marginado de los grupos y tenía un amigo que pues, era igual que yo, marginado y apartado de los otros niñitos del curso, por ello es que me juntaba con él, aunque en cierto momento noté que podía tener más amigos si me incluía a otros grupos, donde quería ser aceptado, así que trataba de integrarme y eso incluía un desorden, un mal comportamiento pero creo que cualquier persona que ha sufrido la marginalidad y ve la oportunidad de encajar en un grupo, de ser perteneciente a algo, uno simplemente lo toma. Por ello fue que mi conducta a la vista de los profesores tenía que haceres muy reprochables. Mi manera de ser impositiva y el carisma con el que gozo lograron por hacerme con un puesto en el grupo al cual estaba apostando, era vistoso y destacaba bastante aunque más por cosas negativas que por cosas positivas hasta que finalmente la situación en el aula se haca insostenible por el bullicio que se generaba en la sala de clase, las bromas, hasta los insultos, los papelitos que nos mandábamos entre compañeros, etc. Hasta que un día en una reunión de apoderados la profesora dijo que el comportamiento de los alumnos estaba siendo bastante malo en general, y que "El grupito del Mitchel" estaba generando problemas y que Mitchel es la manzana podrida del curso. Es complicado de entender el paso de ser el marginado, un niño asustado de los insultos que se le propiciaron al llegar como nuevo al colegio, al que le robaban los abrigos, etc. A ser a día de hoy un chico el cual esta en el ojo del huracán, seguía a día de hoy juntándome con las personas que me juntaba desde el principio, pero la madre de mi amigo le prohibió seguir juntándose conmigo y ya no podría seguir siendo mi amigo, eso fue un golpe bastante duro para mí, creo que fue una de las primeras pérdidas significativas que he tenido y que me ha sido bastante complicada, bueno, lo fue en su tiempo. Otra de las cosas importantes de esa época es que para yo estar en el grupo debería hacer todo lo del grupo, y pues molestábamos a un chico, le pegábamos, lo encerrábamos, lo aislamos socialmente, lo usábamos para nuestra conveniencia, lo tirábamos dentro de los contenedores de basura, algo que ha día de hoy me arrepiento, pero es parte de mi historia y pues no quiero dejarla de lado. Me acercaba cada día más a salir del colegio pasando por fin a la enseñanza media pero tenía una carga bastante grande y negativa, siendo a esta altura un líder negativo, con la mácula de echar a perder a los demás alumnos, con la leyenda de ser la manzana podrida, algo así como el rey midas pero malvado, con la capacidad de echar a perder todo lo que toco. Basta, no quería más ser un líder ni mucho menos negativo, decidí pasar desapercibido, no olvidado, pero estar entre el grupo para ya no ser yo el centro de la atención, hay muchas cosas malas acarreadas por tener ese puesto.

May 9, 2018, 8:29 p.m. 0 Report Embed Follow story
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